El Gobierno de Colombia presentó el texto del nuevo proyecto de reforma tributaria que radicará ante el Congreso de la República el próximo 20 de julio, con ocasión del inicio de un nuevo periodo legislativo, el cual se enfoca en austeridad del gasto público y fue socializado con diferente sectores en los últimos dos meses.
«Hoy (13 de julio) presentamos el consenso del proyecto de Inversión Social con un plan de austeridad y antievasión sin precedentes. Sumado al apoyo solidario del sector empresarial, beneficiaremos a millones de colombianos, impulsaremos la reactivación y estabilizaremos las finanzas públicas», anunció el presidente Iván Duque.
La nueva reforma tributaria fue también presentada por el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, los viceministros de Hacienda, Fernando Jiménez y José Antonio Bejarano, y por el director de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), Lisandro Junco, entre otros funcionarios.
«Estamos comprometidos con una política de austeridad en el gasto público que representará entre el 15% y el 20% del recaudo total de la reforma», dijo, por su parte, Restrepo.
El ministro destacó que la socialización de la nueva reforma fiscal incluyó a los jóvenes, para quienes se crearán oportunidades laborales, y a los empresarios, quienes contribuirán con mayores impuestos para la inversión social.
«El mensaje más recurrente en la conversación con los jóvenes de todas las regiones fue la necesidad de generar oportunidades laborales para esta población. En cuanto a los empresarios, están comprometidos con contribuir con mayores impuestos que permitan financiar la inversión social», agregó Restrepo.
Al respecto, Duque destacó que «los impuestos que se creen o modifiquen reflejarán las propuestas realizadas por el empresariado colombiano, donde ellos son los principales contribuyentes».
Asimismo, resaltó que «hay un acuerdo nacional en el que las clases medias no se deben gravar con impuestos adicionales, pues estas son el motor del consumo y, por consiguiente, de la reactivación. No se tocará el impuesto a la renta ni se modificará la estructura del IVA (Impuesto al Valor Agregado)».
La nueva reforma fiscal prevé recaudar 15 billones de pesos (3.950 millones de dólares) frente a los 20 billones (5.260 millones de dólares) que planteaba la anterior, radicada en abril en el Congreso pese a la oposición de varios sectores debido a que afectaba de manera importante a la clase media del país por los gravámenes que imponía a productos de la canasta básica, servicios e incluso a las pensiones.
Esa propuesta de reforma tributaria derivó en una serie de sendas protestas en el país desde el 28 de abril hasta el pasado 15 de junio lideradas por las principales centrales obreras, en el marco de las cuales se presentaron enfrentamientos entres civiles y la fuerza pública y denuncias de violaciones de derechos humanos por parte de la policía.
El proyecto de abril fue finalmente retirado del Congreso el 2 de mayo ante las fuertes protestas sociales y generó la renuncia del entonces ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla.
Cortesía de Sputnik
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