Hace un mes México vivió unas megaelecciones y ahora está a unas semanas de la consulta popular que definirá el cambio constitucional para poder juzgar a los expresidentes.
En entrevista en Voces sin Fronteras, conducido por Denis Rogatyuk y Francisco Herrera, Citlalli Hernández, secretaria general de Morena, habló sobre los retos que enfrenta su organización política de cara a este proceso.
«Me parece increíble que las fuerzas políticas, que las autoridades electorales, que los medios de comunicación minimicen un acto de participación ciudadana tan importante y tan fuerte como puede ser una consulta popular», expresó.
Por Denis Rogatyuk y Francisco Herrera
FH: Se cumplieron tres años del triunfo histórico de Andrés Manuel López Obrador y coincide con dos años y medio de su Gobierno. Desde tu posición en Morena, ¿cuál es el balance de este primer Gobierno?
CH: Sin duda, el balance es positivo, la vida de Morena es muy corta, recién cumplimos siete años y, en ese sentido, esa era nuestra segunda elección intermedia, ganamos once de las quince gobernaturas que estaban en disputa, mantuvimos nuestra mayoría legislativa en el Congreso Federal, que era digamos la gran obsesión de nuestros adversarios, de quitarnos esa mayoría, tenemos mayoría también en 19 de los 32 congresos locales que hay al interior de la República, y ganamos cerca de 700 municipios donde ahora tendremos presidentes, presidentas, alcaldes, alcaldesas, presidentes municipales.
Sin duda, el resultado no puede escribirse de otra manera, es un avance, Morena se ratifica como la principal fuerza política del país, a pesar de que nuestro movimiento ha estado recibiendo ataques constantes a lo largo de estos años de Gobierno de López Obrador, a través de mentiras y difusión de odios, y de una serie de cosas que me parecen viles y mezquinas, a pesar de ello la mayoría de la ciudadanía le dio el respaldo a nuestro movimiento, avanzamos y, sin duda, las otras fuerzas se debilitan, por eso es que han tenido que unirse, han tenido que quitarse las máscara. El PRI, el PAN y el PRD históricamente decían que eran diferentes, que no eran lo mismo, que tenían un diferente proyecto de nación, un diferente proyecto político, hoy deciden quitarse la máscara, caminaron juntos y solo así lograron algunos resultados electorales y donde Morena cometió algunos excesos de confianza o algunos errores, tuvimos algunas derrotas pero digamos el marcador global, sin duda, nos ratifica como la fuerza política más importante y Morena avanza con una fuerza de transformación con el respaldo de la gente.
FH: Específicamente sobre el presidente López Obrador, ¿cuáles son para ti los principales logros en esta primera mitad?
CH: Yo explicaría el proyecto de transformación en cuatro grandes ejes, por lo menos esta primera etapa de cimentación en el inicio de esta Cuarta Transformación. El primero es el combate a la corrupción, es decir, que deje de implementarse una práctica política como una práctica gubernamental, la corrupción casi una constante y un mal que ha dañado a nuestro país. El combate a la corrupción y el combate a los privilegios nos ha permitido tener finanzas más sanas, un ahorro en las finanzas públicas, también nos ha permitido iniciar una nueva etapa en la definición política, en el actuar político de nuestro Gobierno.
El segundo eje que es de suma importancia para nuestro proyecto, y en el que avanzamos de una manera muy interesante, es la disminución de la desigualdad a través de la generación de bienestar, iniciando sobre todo con quienes más lo necesitan. Y es así que se ha convertido en derecho, no solo son programas sociales son derechos sociales, el apoyo a las personas con discapacidad, a los adultos mayores, las becas para estudiar desde preparatoria, el programa Jóvenes Construyendo el Futuro, que justamente busca que los jóvenes que no tienen trabajo ni oportunidad de estudiar, pues tengan oportunidades y herramientas para el campo laboral, y toda esta política de bienestar sin duda está provocando que la desigualdad disminuya en nuestro país, a pesar de lo que ha sido para todo el mundo la pandemia.
Y el tercer eje digamos de nuestro Gobierno, que yo creo que es el más complejo y que nos lleva más tiempo, es la pacificación del país. Se creó la Guardia Nacional, empezando a hacer un diagnóstico, que además es cada vez más horroroso lo que pasaba en otros años, hoy sabemos que el secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón, por ejemplo, había pactado con los criminales, y recién ha sido detenido la mano derecha tanto de Calderón como de Genaro García Luna y está siendo procesado en Estados Unidos, quienes en toda esta política de guerra falsa contra el crimen organizado desataron la violencia e inundaron de sangre nuestro país, pues resulta que este personaje trataba de construir culpables para alimentar esta narrativa de que sin duda había un avance contra el crimen organizado, cosa que no solo era una falsa sino que, por el contrario, había hecho un gran pacto criminal y, en ese sentido, había lamentablemente impactado de la mano de la corrupción a varias policías locales, municipales, y poner orden en términos de seguridad con las policías ya amañadas era muy complejo.
Por eso se creó esta nueva figura de la Guardia Nacional está dándole otro enfoque, además con mucha claridad en respetar los derechos humanos, al tema de seguridad, pensando la seguridad también como un proceso integral no solo un asunto de fuerzas policiacas, de policías, sino un asunto amplio en el que si generamos bienestar en la población vamos rompiendo el malestar y las condiciones que han provocado que el crimen organizado y la delincuencia avancen y además coopten fundamentalmente a las juventudes. Eso es un objetivo muy puntual, pacificar este país o iniciar la pacificación de este país, no es cosa fácil, pero va en marcha.
Y el cuarto eje, en el que yo sintetizo este inicio de Gobierno y esta cimentación de un proyecto encabezado por López Obrador, es la generación de grandes proyectos de desarrollo que impacten nuestra comunidades y el país para provocar más crecimiento económico, empleos, para fortalecer nuestra soberanía, y ahí tenemos que se están construyendo varias refinerías, el nuevo aeropuerto, el Tren Maya, el tren Transístmico, que busca conectar los dos océanos que rodean a nuestro país, y este proyecto es por lo que votó la gente y lo que va en marcha día y noche.
El Gobierno de México está enfocado, López Obrador es una persona que se ha caracterizado en su ejercicio de Gobierno por cumplir lo que promete, y este es el inicio de un proyecto amplio de nación que busca construir una etapa en nuestro país, yo sintetizo esos cuatro ejes: combate a la corrupción, generación de bienestar para combatir la desigualdad, pacificar al país y generación de proyectos de desarrollo económico.
DR: ¿Cómo ve el panorama del nuevo Congreso Federal? ¿Considera la mayoría simple de la coalición de la 4T como una victoria? ¿Qué faltaba en la campaña de Morena para obtener una mayoría simple por sí misma sin necesidad de una coalición?
CH: Si hubiéramos ido cada quien libres, yo creo que Morena hubiese tenido muchos más resultados, si hubiese ido cada quien solo. Sin embargo, el PRI, el PAN y el PRD hicieron un cálculo estratégico, que no fue más que quitarse la máscara, esta vez tuvieron que quitarse la máscara, no pudieron ocultar la mentira, porque necesitaban unirse para juntar los votos, para juntar el presupuesto que tenían y concentrarlo en una batalla de sobrevivencia política.
En ese sentido, cuando el PRI, el PAN y el PRD se juntan, y además representantes de la oligarquía mexicana hacen un llamado abierto a defender a Morena en su mayoría y al proyecto de López Obrador, es cuando decidimos revalorar que Morena por sí solo, aun cuando es el partido con más respaldo social, el partido más importante de México, el partido con más autoridades políticas, con más autoridad moral, el partido que consigue votos sin necesidad de comprarlos, sin necesidad de construir propagandas basadas en las mentiras, a pesar de ello, pensamos había que ir también en coalición con nuestros aliados históricos que es el Partido del Trabajo y con un aliado legislativo, que en esta primera etapa del gobierno de López Obrador ha caminado con nosotros en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores, que es el Partido Verde.
Decidimos generar esta coalición, pensando también que al final estos primeros tres años de legislatura en las dos cámaras hemos caminado juntos con el Partido del Trabajo y el Partido Verde en la mayoría de las reformas y los proyectos legislativos de la Cuarta Transformación, y esta alianza legislativa que ya existe en el Congreso de la Unión decidimos también presentarla en las elecciones frente a esta gran alianza, entre comillas, que presentaban nuestros adversarios.
Creo que no fue un error, los resultados están a la vista, hemos mantenido nuestra mayoría, sin duda, las mayorías absolutas no existen y en los espacios parlamentarios siempre se construye, sobre todo, con los aliados y con quienes no piensan como nosotros, pero que podemos lograr convencerlos cuando nosotros tenemos la convicción de que lo que proponemos es por el bien común de nuestro país.
Entonces, estamos digamos por iniciar una legislatura donde la derecha llegará mucho más ruda, más vil, más fuerte, porque es la antesala a la elección presidencial del 2024, de la última parte del sexenio de López Obrador y, en ese sentido, estarán ya mucho más filosos y nosotros estaremos con mucha capacidad de hacer acuerdos a favor de lo que se necesite para nuestro proyecto y para el bien de nuestro país, y el PT y el Verde serán nuestros aliados nuevamente, y esta coalición a ellos también les ayuda, hay que decirlo, les ayudaba a mantenerse vigentes, un poco más fuertes, porque si no logra el 3 % de la votación en nuestro país los partidos pueden perder sus registros, y para Morena también es importante que estos partidos aliados permanezcan, porque al final han sido eso, aliados en los distintos momentos, el PT de la historia de nuestro movimiento, y el Partido Verde en los últimos años.
FH: También hay que hablar de las gubernaturas, había 15 en juego, Morena se lleva 11, pero ya había ganado otras en 2018. Estamos hablando de que en unos meses van a tener 19 gobernaturas, esto es más de la mitad de los estados del país. ¿Cómo se lograron estos triunfos?
CH: Hace tiempo que tenemos una militancia desplegada en todo el país, creo que esta es una de las fortalezas de Morena, no hay rincón en nuestro país donde no haya un comité de militantes, donde no haya dirigentes, que no estamos solo presentes en los momentos electorales, llevamos varios años trabajando para provocar una gran revolución que nos permita hacer un llamado a la ciudadanía de participar, de cambiar de Gobierno, animar y generar esperanza en el sentido de que sí se puede hacer política de otra manera, de que sí se puede tener un Gobierno honesto, y bueno el 1 de julio de 2018 fue una irrupción de ese trabajo, algunas gubernaturas se disputaron en ese momento, como bien dices ya habíamos ganado algunas, y en esta nueva elección había 15 gubernaturas en juego, y creo que la ciudadanía logra diferenciar entre los Gobiernos de antes y los nuevos Gobiernos de Morena.
Tenemos estados de la República que nunca habían tenido transición, por ejemplo, Colima había sido gobernada durante 94 años por el PRI, e hizo el primer cambio, la primera transición, y ahora gobernará Morena, no solo gobernará sino también transformará, porque además tendremos una gobernadora que llega con toda la intención de hacer un gobierno totalmente distinto.
Así tenemos también el caso de Campeche, por ejemplo, donde igual llevaba cerca de 80 años el PRI gobernando y ya hay un hartazgo de la mayoría de los estados que no habían tenido la oportunidad de elegir otra opción, hoy dan el voto de confianza a Morena, gracias al trabajo constante que realiza nuestra militancia, nuestros dirigentes, gracias a los resultados que hemos ido obteniendo que permiten a la ciudadanía contrastar entre 80, 90 años de malos Gobiernos, y las cosas no solo no iban mejorando sino que los problemas se iban agudizando, con tres años de Gobierno Federal que, sin duda, muestra las diferencias en poco tiempo, y otros Gobierno estatales, como el de Ciudad de México, que es envidia de algunos estados por el buen ejercicio gubernamental que se realiza.
Entonces, me parece que es ese trabajo de hormiga, constante, que realizamos a lo largo de los años de nuestra existencia como movimiento, como partido, hoy va rindiendo frutos electorales en esta batalla abierta que hay en nuestro país por fortalecer un proyecto de cambio o regresar a un proyecto viejo y rancio, que no ha dado satisfacciones para la mayoría de la población.
DR: ¿Cómo calificas el resultado en Ciudad de México? ¿Por qué la derecha logró ganar en algunos de los bastiones de izquierda?
CH: Evidentemente, la Ciudad de México es un espacio en el que, desde hace tiempo, desde la primera vez que se tuvo elecciones, es decir, desde 1997, la ciudadanía ha votado por la izquierda, es un espacio progresista, aquí se fortaleció el liderazgo de López Obrador cuando fue jefe de Gobierno, y aquí se concentra uno de los bastiones más importantes de nuestro movimiento.
Por eso, la derrota en algunas alcaldías es vendida y maximizada como una gran derrota para nuestro movimiento. Yo, en la reflexión y la autocrítica, pienso que si bien es algo que nos pega políticamente y simbólicamente, no tiene comparación con la gran derrota que tuvo la derecha a nivel nacional, nunca ningún partido político en México había ganado con tantas fuerzas, tanta prontitud, en poco tiempo, tantos espacios como ahora lo hace Morena.
En el caso de la Ciudad de México, creo que hubo un exceso de confianza, pensando que es un espacio de izquierda, es nuestro bastión, probablemente no le dimos la importancia ni la atención debida a todo el exceso de ataques que hubo hacia nuestro movimiento, se generó temor en un sector de la población, sobre todo, en un sector de la clase media y la clase alta, ésta nunca ha votado por nosotros pero la clase media sí, y se generó un temor bajo ciertas narrativas que no desarticulamos, insisto, probablemente porque no le dimos la importancia debida.
Se dijo que necesitaba México contrapesos, que no podía darle todo el poder a López Obrador, que estábamos destruyendo el país, y en la Ciudad de México, como otras ciudades, no solo perdimos algunos espacios en Ciudad de México sino general en varias ciudades, por eso creo que es un fenómeno común, es un espacio donde hay mucho acceso a la información y en este acceso a la información hubo mucho ruido, mucho ataque, que no hubo contraste, que nosotros no tuvimos la capacidad o la atención de contradecirlo para que la ciudadanía tuviera un criterio más completo, es decir, que ante el ataque de que queremos destruir el país, nosotros pudiésemos explicar con mucha prontitud que quienes destruyeron a este país fue ellos justamente y que lo que nosotros estamos haciendo más bien es reconstruir a nuestro país y tratamos de construir una nueva patria.
Creo que por eso golpea, duele, el resultado electoral en la Ciudad de México, porque es un espacio tradicionalmente de izquierda donde siempre hemos tenido mucha fuerza, yo diría que es una derrota electoral en algunas alcaldías por errores electorales, por errores del partido, no es una derrota programática o ideológica, es decir, la gente no salió a votar por nuestros adversarios, la gente salió a votar contra lo que decían que éramos nosotros, eso pasó en algunas ciudades y es parte de los retos, de los análisis y de las acciones que estaremos tomando hacia delante para recuperar estos espacios perdidos, por decirlo, de alguna manera.
FH: ¿Qué viene a futuro? ¿Qué es lo que hará Morena pensando quizá en 2024 o pensando más a largo plazo? ¿Cómo están trabajando en la formación de cuadros propios?
CH: Morena abrió las puertas desde su inicio, cuando fundamos Morena hubo un llamado abierto a todas las personas que quisieran transformar a su país, hay un hartazgo acumulado, Morena es heredera de muchas luchas históricas de nuestro país. En su momento, el PRD fue la herramienta o el partido que representaba esas causas del país, lamentablemente se corrompió, se echó a perder.
Morena es un partido de izquierda, antineoliberal, de las causas justas de México, un partido que busca transformar a este país por la vía pacífica, la vía democrática, sin embargo, cuando lo fundamos éramos muy pocos. Conforme fue avanzando Morena como un fenómeno electoral, como una fuerza política, evidentemente quienes veían a la distancia, quizá un poco tímidos, un poco calculadores más bien, su entrada a Morena, pues se mantuvieron al margen, cuando vieron que Morena iba creciendo y que los otros partidos se iban debilitando, sin duda, empezaron a venirse quienes vieron, ya con más cálculo político, que era redituable ser candidato o estar en Morena.
En ese sentido, en el 2018 hicimos un llamado a todas las fuerzas a que se sumaran al proyecto de transformación porque partimos de que queremos construir un país donde quepan todas y todos. En 2018, llegó mucha gente que estaba en el PRI, en el PAN, en el PRD, y yo siempre he dicho que el problema no es de donde venga, porque estamos en una revolución de conciencias, apostamos a convencer a más gente de que se sume, el gran reto de Morena es cómo llega y hacia dónde va, si las nuevas integraciones llegan con la claridad de que es un proyecto de transformación en todos los sentidos, que busca construir nuevos códigos políticos y, por ende, una nueva cultura política, pues me parece que no habrá gran problema, y si su actuar político los encamina a transformar este país serán siempre bienvenidos quienes se quieran sumar, no importa su origen.
Sin embargo, sabemos que la política es a veces mucho más práctica o pragmática en algunos de sus representantes o autores y Morena con siete años de existencia, con tanto éxito, que está posicionado como una marca fuerte con respaldo social, pues ya también es atractivo para quienes no necesariamente quieren transformar este país sino más bien vivir o sobrevivir a través de nuestra herramienta.
Y es ahí donde se coloca el principal reto de Morena, Morena no puede convertirse en un partido político más, Morena no puede replicar los viejos vicios de la política tradicional y, por ende, Morena está llamada a generar cuadros políticos bajo una nueva óptica del poder, de la política, y con una claridad de hacerlo todo totalmente distinto.
Formamos el Instituto Nacional de Formación Política, después del triunfo de López Obrador el partido entró en un conflicto interno como de dos años y medio, nos quitó el tiempo y la fuerza por un tiempo que ya quedó atrás y se está recuperado para consolidar este proyecto.
Creo que es el partido de todo el país donde más jóvenes militan y ahí hay una fuerza transformadora, esperanzadora, de relevo generacional. Yo tengo 31 años, yo formé parte de las juventudes de Morena cuando surgió el partido, y López Obrador estaba muy claro, muy enfocado, y yo creo que es el principal entendedor o la persona que más entiende la necesidad de un relevo generacional y de la generación de nuevos cuadros.
Ahora nos toca, desde mi óptica, la mayoría somos gente del movimiento social, hemos sabido resistir, hemos sabido ser oposición, transitar hacia la constitución de una generación política que represente a quienes va a gobernar.
En este momento estamos, acabamos de hacer una elección que se veía difícil, era la elección más grande en la historia de nuestro país, tenemos varios retos hacia adelante, nos estamos sumando a la consulta ciudadanía que se realizará el 1 de agosto, se piensa en un referendo, es un compromiso de campaña, es una acción democrática que nuestro movimiento quiere que se haga posible en nuestro país, que a la mitad del sexenio de los presidentes se pueda podamos decidir si se quedan o se van, y el próximo año López Obrador se va a someter a un referéndum, y para la derecha va a ser la gran oportunidad de quitar a nuestro Gobierno, cosa que abemos que no pasará pero nos organizaremos para fortalecer la ratificación hacia su mandato.
El próximo año también tenemos nuevamente elecciones, en seis gubernaturas, y tenemos varios retos hacia adelante.
Hacia afuera seguir ganando territorios, conciencias, seguir teniendo triunfos electorales, no para tenerlos como trofeos sino para tener la oportunidad de gobernar y de llegar a la toma de decisión en más espacios de nuestro país, y hacia adentro la formación de cuadros políticos, la aminoración de los errores, de las contradicciones, el fortalecimiento de nuevos liderazgos, regionales y estatales, y la consolidación de una vida interna un poco más estable, la mayoría venimos de un gran movimiento, nos institucionalizamos como partido, pero siempre bajo el liderazgo de López Obrador y, evidentemente, con la fuerza de su liderazgo el partido se encaminó a cumplir objetivos muy claros y cuando tuvimos su ausencia, porque él se fue a gobernar y pidió licencia al partido, pues esto se ha hecho complejo.
Entonces, tenemos el reto de fortalecernos orgánicamente, institucionalmente, al interior como un partido diferente, a pesar de la ausencia de un liderazgo tan fuerte, que sin duda son liderazgos que pueden poner más orden, que nos pueden ayudar a ponernos más de acuerdo, ahora toca más bien ponernos de acuerdo entre esa pluralidad que existe en Morena, suavizar las diferencias para ponernos de acuerdo en lo común, y que eso no significa dejar de lado las contradicciones, que la militancia tenga espacio para señalar lo que no le gusta.
Bueno, estamos en ese reto de fortalecer nuestra vida orgánica, de renovar dirigencias, hace seis años que no se renuevan las dirigencias. Sin duda, hay mucho trabajo y estamos en ello, y estamos con toda la felicidad y la convicción de que cada paso, cada tiempo, cada acción que realizamos, cada pensamiento y trabajo que dedicamos está encaminado a fortalecer esta herramienta que ayude a facilitar la transformación de nuestro país que, afortunadamente, ya inició hace tres años.
DR: Me gustaría tocar el tema de la consulta popular, ¿cómo está organizando Morena la campaña para esto y qué lecciones de la campaña del 6 de junio buscan aplicar?
CH: Afortunadamente, Morena no es un partido tradicional, surge de la unión de muchos movimientos sociales, de muchas causas, la mayoría nos sentimos militantes de un movimiento que decidimos participar en un partido político porque sabemos que necesitamos una herramienta para disputar electoralmente el poder, pero creo que la mayoría de nuestra militancia es gente solidaria, gente de causas y de movimientos, y para todas y para todos hay una claridad sobre la consulta popular, que además nuestros adversarios buscan minimizar, pues es un ejercicio histórico de democracia participativa, es la primera vez que se va a realizar una consulta popular, se logran juntar 2.6 millones de firmas en 15 días, o sea que es, sin duda, un acto extraordinario por parte de la ciudadanía.
Se pasó, digamos ya, por todos los procesos constitucionales, jurídicos, es decir, esta consulta es legal, constitucional, es legítima y, en ese sentido, se abre la oportunidad de tener una gran discusión nacional, un gran ejercicio de memoria histórica, donde hablemos de todo eso que nos ha agraviado.
Nosotros partimos de que no hay una sola persona en este país que no pueda mencionar un agravio, porque perdimos a alguien durante la falsa guerra contra el narcotráfico de Felipe Calderón, porque nuestras familias sufrieron las crisis económicas derivadas del Fobaproa, del endeudamiento, de varias decisiones de nuestros gobernantes que favorecieron a unos cuantos, y empobrecieron a la mayoría, porque hay cantidad de causas que, aunque no la hayamos vivido nosotros, nos duelen.
Se han asesinado a jóvenes, a activistas sociales, hay feminicidios, se han desaparecido estudiantes, se ha atentado contra el magisterio, contra distintos sectores de la población, y bueno esos agravios lamentablemente se agudizan cuando no hay justicia, cuando hay impunidad y, en ese sentido, este juicio a los expresidentes y a toda autoridad del pasado que haya lastimado a nuestro país se da en un ejercicio muy interesante, y Morena ha hecho un llamado a sus militantes, a sus simpatizantes, a que nos sumemos a título individual.
Nosotros somos un movimiento organizado, que siempre debe estar movilizado, en ese sentido nuestra militancia es noble, que siempre acompaña sin protagonismos las causas más justas de este país, pues está en las plazas públicas platicando con sus familiares, sus amigos, en sus lugares de trabajo, sobre la importancia de esta consulta que tiene un candado constitucional que ya nos tocará reformar porque solicita el 40 % de participación de la lista nominal, que en el caso mexicano son cerca de 37 millones de personas, para ser vinculante y obligatorio el resultado de esta consulta.
Se ve complicado, porque el Instituto Nacional Electoral decidió dedicar menos presupuesto que a una elección ordinaria, habrá menos centros de votación, la difusión oficial de la campaña apenas iniciará el 15 de julio, durará quince días, es decir, hay condiciones adversas, no puede haber partidos políticos involucrados, con presupuesto, etc., y en ese sentido se ve complejo el reto. Sin embargo, he dicho en algunos espacios en los que he tenido oportunidad de hablar con ciudadanos y pienso que si en 15 días unimos 2.6 millones de firmas, en las próximas tres semanas con el trabajo que se ha hecho en los últimos meses, sí podríamos lograr que salgamos a participar 40 millones de personas si cada una de las personas de esos 2.6 millones que firmamos nos damos a la tarea de convencer, de explicar, de llamar a votar a veinte personas más de las que no firmaron en la primera etapa de la consulta. Si 2.6 millones hacemos esa tarea en lo individual, de convencer a veinte personas que no firmaron, podríamos estar hablando de unos 40 millones de personas.
Se mira complejo, pero yo digo que no imposible, porque además hay una campaña mediática de nuestros adversarios de no participar en esta consulta, además quitándose también la careta de demócratas que son, porque mas allá de sus fines, mas allá de que nosotros como partido, como proyecto, respaldamos esta consulta, parece que nadie que se llame demócrata podría llamar en contra, a no participar, en este ejercicio.
La gente decidirá este 1 de agosto si se quiere que se investigue a las autoridades del pasado o si no se quiere, si ellos no quieren pues que hagan una campaña abiertamente, pero me parece que es de antidemócratas hacer una campaña contra la participación. Ellos están diciendo que esa consulta no vale, que cuesta mucho, que no salgan a votar, y me parece increíble que las fuerzas políticas, que las autoridades electorales, que los medios de comunicación minimicen un acto de participación ciudadana tan importante y tan fuerte como puede ser una consulta popular.
FH: En el caso de Puebla fue una elección contrastante, Morena se lleva la mayoría de las cabeceras municipales, en el congreso del estado, de diputados federales, digamos los resultados son bastantes favorables para el partido, pero en la capital viene una derrota, y ahora reinicia una pugna que hay por la dirigencia. Vemos a un partido donde dos bandos están disputándose la dirigencia y nos gustaría escuchar tu opinión al respecto.
CH: Les decía hace rato que llevamos seis años sin cambiar de dirigencias estatales, municipales, órganos directivos, viene muy pronto un proceso de renovación, estamos discutiendo cómo provocar ese proceso sin que eso se convierta en un nuevo proceso interno que nos distraiga de lo importante que, sin duda, es la coyuntura venidera para seguir avanzando en la construcción y consolidación de este proyecto de transformación.
Lo que pasa en Puebla pasa en prácticamente todo el país, hay una disputa abierta por quién dirige, por quién conduce, por los títulos, creo que estamos en ese punto donde lo nuevo no termina de nacer y lo viejo no termina de morir.
En ese sentido, desde la dirigencia nacional nos toca poner mucho orden para que esa institucionalidad de la que hablo se fortalezca, es decir, la gran mayoría no venimos de una experiencia de partidos y a veces no se entiende, y más en la izquierda, que ser partido político implica a veces disciplina, coordinación, institucionalidad, digamos cerrar filas en torno a lo importante, y en esta falta de dirigencias legítimas, fuertes, consolidadas, nuevas, refrescadas, pues hay una disputa entre distintos puntos de vista que hay al interior de Morena, que a veces me parece que los compañeros no logran dimensionar que esas disputas no tienen sentido cuando estamos transformando este país, que tendrían que aminorarse, es natural también, Morena vive la pluralidad de ideas, y hay quienes quieren profundizar el cambio y hay probablemente quienes piensen más bien en administrarlo.
Ya estaremos a meses espero, estamos discutiéndolo en la dirigencia nacional, de emitir una convocatoria y reiniciar o renovar nuestras dirigencias. es importante y es un paso definitorio para poner orden hacia delante en las tareas venideras que son más importantes a veces que nuestras diferencias internas.
DR: ¿Qué debería hacer la izquierda a nivel internacional para ayudar a AMLO, Morena y a la Cuarta Transformación?
CH: Creo que algo con lo que se puede ayudar mucho a nuestro movimiento a nivel internacional, porque nuestro proyecto simpatiza con otros proyectos de transformación que hay en el mundo, que cada país tiene sus estilos, sus modos, sus visiones, pero que en el fondo hay muchas personas que soñamos con lo mismo, con tener sociedades más justas, mas igualitarias, Gobiernos que no abusen, que no roben, Gobiernos que gobiernen para todos y no para una minoría.
Nuestro movimiento, como otros de trasformación en el mundo, está sometido día y noche a una estrategia sistemática y perversa de ataque, de minimizar lo que significa, tergiversar lo que se dice, de comunicar lo que no somos, de invisibilizar lo que hacemos y, en ese sentido, me parece que la comunidad internacional que mira con buenos ojos la Cuarta Transformación en México podría ayudarnos mucho a conocer lo que está pasando.
Los medios de comunicación en México y sus aliados en el mundo han tratado de concentrarse en el discurso político de nuestro presidente, porque él al final está gobernando para todos y para todas, pero tiene una posición política muy clara y todos los días en Las Mañaneras, en las conferencias matutinas con la prensa, responde desde su posición política a sus adversarios, a las propias mentiras de los medios de comunicación.
Sin embargo, la discusión pública se concentra en lo que dice el presidente y no necesariamente en lo que hace, en su acción de Gobierno, porque mientras hay una gran discusión pública y abierta respecto al discurso político, paralelamente hay una acción de Gobierno que día y noche camina a paso acelerado en la consolidación de un proyecto que, por lo menos, se concentra en los cuatro ejes que he mencionado.
Entonces, creo que la comunidad internacional puede ayudarnos a conocer nuestro proyecto, a entenderlo y a comunicarlo porque estamos bajo el ataque mediático, que no es nada nuevo frente a cómo se comportan los que se creen dueños de nuestra patria cuando ven un proyecto liberador, y estamos sometidos a este ataque constante y probablemente la difusión y el contrarrestar la mentira, el mantenernos con mucha comunicación, puede ayudar para difundir y generar mayores resultados respecto a lo que somos y no lo que los medios quieren decir que somos.