Desde el 24 de diciembre de 2020, Ricardo Montiel, extrabajador del taller de aeronaves Rotor Flight, fue detenido como sospechoso del accidente en el que murieron el senador Rafael Moreno Valle y la gobernadora Martha Érika Alonso.
De acuerdo con familiares de Ricardo Montiel, quien se desempeñaba como supervisor del taller, fue tomado por el gobierno como un “chivo expiatorio” dentro de las investigaciones por el accidente aéreo.
La mañana de este lunes 19 de julio, familiares del trabajador detenido se manifestaron en las inmediaciones de Casa Aguayo para exigir que la investigación siga su curso y el joven pueda deslindar su responsabilidad.
De acuerdo con el señor Moisés Montiel, padre de Ricardo, el proceso al que se ha sometido su hijo ha sido inequitativo y lleno de irregularidades.
La familia del detenido exigió que se revise la medida de prisión preventiva oficiosa a la que Ricardo, así como las otras seis personas detenidas fueron sometidas. En este caso, el padre del trabajador dijo que los presuntos delitos por los que se les señala no ameritan prisión preventiva.
“Pueden realizar una firma periódica o arraigo domiciliario, pero no la prisión preventiva”, exigió el padre de Ricardo.
Su segunda exigencia fue que se desahoguen las audiencias, pues las tienen congeladas, lo cual retrasa la investigación y alarga el periodo de prisión. Y llamaron a un proceso “transparente, claro e igualitario”.
Sobre las audiencias, el 10 de junio pasado, fue diferida una audiencia en la que se solicitaba que el caso fuera atraído por un juez federal y se dictaminara incompetencia del juez de Cholula que lleva el caso.
En este sentido, la familia busca que el caso sea turnado a autoridades federales.
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“De manera arbitraria las autoridades tienen a seis personas inocentes privadas de su libertad; lo mínimo es apegarse a derecho, llevar las investigaciones y desahogar audiencias. No a los chivos expiatorios”.
Moisés Montiel, padre de Ricardo Montiel
De acuerdo con el padre de Ricardo, a su hijo se le señala de “no supervisar un trabajo de mecánica”; sin embargo, agregó, en la carpeta de investigación están asentados los correos electrónicos en los cuáles se daba aviso sobre la supuesta falla que habría ocasionado el accidente.
Junto con Ricardo, están detenidos otro mecánico, una ingeniera, trabajadores del almacén y el dueño del taller; son señalados de no prohibir que el helicóptero volara tras detectar una falla de uno de los dos actuadores.
La defensa de Ricardo, como expresó su padre, presentó pruebas de que la avería sí se reportó, pero la empresa y el piloto siguieron usando la aeronave, argumentando que no era una falla grave ni que afectara el funcionamiento.
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