Las controversias entre Sudán y Etiopía en torno a la Gran Presa del Renacimiento Etíope (GERD) se deben resolver cuanto antes y de manera pacífica, instó en una entrevista la ministra sudanesa de Exteriores, Mariam Sadiq Mahdi.
«Somos vecinos, no podemos renunciar los unos a los otros. Debemos trabajar juntos, debemos cooperar para utilizar mejor las aguas del Nilo», aseguró.La ministra subrayó que su país quiere que «Etiopía se desarrolle y florezca».
«Pero sin causarle daño a Sudán, sin amenazar existencialmente a Egipto», insistió.
La titular de Exteriores puso como ejemplo la cooperación entre los países del río Níger.»Ocho países comparten este río desde hace ya más de 40 años. Así que es posible y nosotros también lo podemos conseguir», aseveró.
La construcción de la denominada Presa del Renacimiento, que se encuentra a unos 15 kilómetros de la frontera sudanesa, empezó en 2011. Una vez terminadas las obras, será la planta hidroeléctrica más importante de África y la séptima más grande del mundo.
Su lanzamiento, según los expertos, producirá escasez de agua en Sudán y Egipto, río abajo. Mientras, los acuerdos internacionales de 1929 y 1959 les asignan un 87% de las aguas del Nilo.
La semana pasada, Adís Abeba avisó que empieza la segunda etapa de llenado de la presa, acción que la parte egipcia denunció por «unilateral» y contraria a los acuerdos internacionales. Tanto Egipto como Sudán piden que el asunto sea tratado en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Beneficio que se debe compartir
La GERD, recalcó la ministra, «es la mayor hidroeléctrica de África y confiábamos en que sería beneficiosa tanto para Etiopía como para Sudán y como para Egipto».
«En Sudán siempre apoyamos a Etiopía en cuanto al desarrollo de ese territorio del Nilo Azul», aseguró.Recordó que la idea de la GERD nació en 2011 y «2015 en Jartum organizamos negociaciones entre Sudán, Etiopía y Egipto».
«Fue elaborada y firmada por los presidentes de entonces una declaración fundamental que mostraba el camino de cómo la construcción de esta presa llevará a la cooperación de los tres países», realzó.
Renuncia a cooperar
Mientras, el comportamiento de Etiopía representa «una renuncia a cooperar».
«El año pasado Etiopía decidió por su cuenta, sin acordarlo con nosotros, empezar a llenar la presa de forma unilateral. Y llenar la presa de forma unilateral es muy dañino para Sudán. Tendrá un impacto negativo sobre la economía, la seguridad de la gente, la política», dijo al agregar que además estas acciones minan la confianza entre los dos países.
Para la ministra, las acciones etíopes son «una amenaza directa a la seguridad de los sudaneses y los egipcios».
«Para eso elaboramos un acuerdo fundamental y confiamos que si Etiopía lo cumple fielmente, podremos aplicarlo y convertiremos al GERD en el ejemplo de una buena cooperación para todas las partes de África», indicó.
De hecho, «Etiopía viola los principios de buena vecindad», manifestó.
Recursos internacionales
«Confiamos en que el Consejo de Seguridad de la ONU emita directivas concretas a los tres países para que retomen unas negociaciones de buena fe y que [el acuerdo] se cierre muy rápido», dijo al agregar que «seis meses son más que suficientes» y que «ya tenemos acumulados 122 meses de negociaciones improductivas».
La ministra subrayó que Sudán no se dirige a la ONU sobre el tema del agua sino «como al supremo organismo mundial en el ámbito de la seguridad» para solucionar pacíficamente las controversias.»Explicamos cómo las acciones unilaterales de Etiopía amenazan la paz y la seguridad en Sudán. Ya afectó a los sudaneses el año pasado, les afectó hace dos meses y les afecta ahora», señaló.
Sadiq Mahdi afirmó que «los etiopíes persisten en infringir la ley internacional».
«La ley internacional presupone que un río transnacional lo pueden utilizar todos los países por los que discurre. No se pueden emprender acciones que dañen a los demás, hay que compartir el agua», recalcó y precisó que los etiopíes «están violando los derechos humanos de los sudaneses, no se trata solo del derecho de acceso al agua».
Por lo general, «Sudán recurre a todo tipo de acciones legales, incluidas las denuncias» ante la Corte Internacional de Justicia.
«Tenemos todo un equipo que trabaja en ello. Tenemos la posibilidad de dirigirnos al Consejo de Derechos Humanos. Ahora los expertos están examinando esta posibilidad, toman una decisión y anuncian qué podemos hacer en concreto», explicó la titular de Exteriores.
Además, Sudán está dispuesto a celebrar unas negociaciones al amparo de la Unión Africana, como quiere Etiopía.
«Lo queremos todo. Todos decimos, y lo dijimos a nivel del Consejo de Seguridad de la ONU, que las negociaciones bajo el amparo de la Unión Africana las deben apoyar la ONU, EE.UU., la UE, Sudáfrica», concluyó.
Cortesía de Sputnik