Por Patricia Dávila
Después de comercializar pruebas y vacunas apócrifas contra el coronavirus, ahora en la Plaza de Santo Domingo, de la Ciudad de México, los delincuentes comercializan certificados falsos de la vacuna contra la COVID-19.
Los documentos apócrifos incluyen un código QR que redirecciona a un sitio web falso, similar al del gobierno para la vacunación contra el COVID-19, que le permitirá viajar al extranjero.
Ello, debido a que ha circulado la versión de que, presentar el certificado de vacunación podría solicitarse en todos los establecimientos mercantiles del país en las próximas semanas, como requisito para permitir el ingreso.
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La denuncia de este nuevo delito la realizó Raúl Sapién Santos, presidente del Consejo Nacional de Seguridad Privada (CNSP), y quien fue el que reportó el hallazgo de laboratorios que fabricaban vacunas falsas en los estados de Jalisco, Tamaulipas, Chihuahua y Ciudad de México.
“Después de comercializar pruebas y vacunas apócrifas contra el coronavirus, los delincuentes ahora ofrecen certificados falsos de la vacuna COVID-19, que permiten mentir sobre el estatus de vacunación de una persona para que pueda viajar al extranjero e incluso le permitan ingresar a plazas, hoteles, bares y restaurantes en diversas ciudades del país donde será un requisito”.
Raúl Sapién Santos, presidente del Consejo Nacional de Seguridad Privada
Explicó que después de que el pasado 6 de julio el gobierno anunciara el programa de certificados, se detectó que vendedores de la Plaza de Santo Domingo en la Ciudad de México comenzaron a comercializar dichos documentos falsificados, por los cuales cobran entre 500 y 600 pesos.
Los documentos falsos parecen tener dos objetivos: primero, las personas no vacunadas o quienes solo tienen una primera dosis pueden utilizar estos certificados apócrifos para viajar y entrar a países en donde deben de comprobar que han recibido las dos dosis.
En segundo lugar, pueden cambiar el tipo de vacuna que aparece en su certificado para países con requerimientos específicos, como la Unión Europea, que solo acepta a viajeros inoculados con Pfizer, Moderna, AstraZeneca o Johnson & Johnson, las cuatro aprobadas por la Agencia Europea de Medicina.
Los documentos falsos funcionan incluyendo un código QR que redirecciona a un sitio web falso de diseño similar al sitio web del gobierno para la vacunación contra la COVID-19. Es difícil, pero posible que los delincuentes carguen cada QR con los datos solicitados por los clientes.
Raúl Sapién Santos señala que, en cada fase de la pandemia, los delincuentes han aprovechado las vulnerabilidades de las respuestas gubernamentales para sacar ventaja:
Inicialmente el crimen organizado falsificó y vendió ilegalmente la prueba y después la vacuna contra el coronavirus, como denunció en su momento.
México ha sido un foco de pruebas y vacunas adulteradas, y ahora de certificados apócrifos de vacunación, dice el presidente del Consejo Nacional de Seguridad Privada (CNSP).
Nos encontramos ante un problema muy serio. Los delincuentes han suplantando la identidad de instituciones de salud y laboratorios:
“Se dio con la vacuna de la influenza, con las pruebas covid, con la vacuna de Pfizer, ahora se da con los certificados, lo que pone en serio riesgo la salud de la población”.
Raúl Sapién Santos, presidente del Consejo Nacional de Seguridad Privada.
El Ciudadano/ Agencia APRO