Francia y otros países miembros de la Unión Europea estudiarán la concesión de asilo a la velocista bielorrusa Krystsina Tsimanouskaya, dijo el secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Clément Beaune.
«Juntos con otros socios europeos, estudiaremos la posibilidad de concederle asilo político en los próximos días o semanas», declaró Beaune en una entrevista con la estación de radio RFI.
Uno de los países comunitarios, Polonia, ya se ofreció para acoger a Tsimanouskaya en su territorio y crearle las condiciones para continuar la carrera deportiva, según el secretario adjunto de Exteriores, Pawel Jablonski.
«Reaccionamos a la situación ayer mismo [1 de agosto], nada más enterarnos. Nos hemos puesto en contacto con representantes de la Sra. Tsimanouskaya. Para no perjudicar el caso, no podemos de momento ofrecer detalles, aparte de que Polonia está dispuesta a acoger aquí a la Sra. Tsimanouskaya, garantizarle la protección y la continuación de su carrera deportiva», dijo Jablonski a la cadena Polskie Radio.Más tarde, una fuente de la diáspora bielorrusa en la capital nipona informó que Tsimanouskaya se encuentra en la Embajada de Polonia en Tokio.
«Krystsina Tsimanouskaya ha decidido quedarse en la embajada de Polonia en Japón vigilada por la Policía japonesa», dijo la fuente que pidió anonimato y agregó que de ahí la deportista planea trasladarse al aeropuerto.
La República Checa también se ofreció para conceder asilo a Tsimanouskaya, y la atleta ya recibió la propuesta correspondiente de las autoridades checas, informó el canciller, Jakub Kulhanek.
«Los representantes del Gobierno japonés nos acaban de confirmar que la atleta bielorrusa Krystsina Tsimanouskaya había recibido nuestra propuesta de asilo. Si la acepta le ayudaremos en la medida de lo posible. La Olimpiada no es de política, la actuación del régimen de [el presidente de Bielorrusia, Alexandr] Lukashenko es vergonzosa», escribió el diplomático en su Twitter.
Por su parte, el Gobierno alemán llamó a Bielorrusia a respetar los derechos y libertades de sus ciudadanos, incluidos los deportistas, declaró la portavoz del Ministerio de Exteriores de Alemania, Maria Adebahr.
«Llamamos a las autoridades de Bielorrusia a respetar los derechos democráticos fundamentales, incluida la libertad de medios, la libertad de opinión, y eso se refiere a todos los ciudadanos bielorrusos y, por supuesto, los deportistas», expresó en una rueda de prensa celebrada este 2 de agosto.
También condenó «los acosos y la intimidación a los medios independientes y a la sociedad civil» en Bielorrusia.El Comité Olímpico de Bielorrusia anunció el 1 de agosto que Tsimanouskaya se retiraba de los Juegos de Tokio «debido a su estado psicoemocional». La noticia llegó después de que la velocista, que tenía previsto participar en las pruebas de 100 y 200 metros lisos, criticara en las redes sociales a los responsables de la selección bielorrusa por haberla escogido como sustituta de compañeras suspendidas en los relevos 4х400 metros.
Según la opositora Fundación Bielorrusa para la Solidaridad Deportiva, Tsimanouskaya fue llevada al aeropuerto de Tokio donde pidió ayuda a la Policía japonesa alegando ser forzada a salir de Tokio. En declaraciones a la prensa internacional, la atleta dijo que tiene previsto pedir asilo a algún país europeo. También pidió la intervención del Comité Olímpico Internacional (COI).
Horas más tarde, el COI comunicó que Tsimanouskaya está acompañada por un representante del comité organizador de los Juegos de Tokio y que asegura sentirse a salvo.
El Comité Olímpico de Bielorrusia declaró que «sigue de cerca la situación y está en estrecha cooperación con el comité organizador y el COI».
«El Comité Olímpico de Bielorrusia está dispuesto a proteger y seguirá protegiendo los intereses de todos los atletas bielorrusos de toda forma de discriminación», aseguró el comité a través de su Telegram.
Cortesía de Sputnik
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