El Sistema de Información de la Red IRAG, reportó que el pasado 15 de agosto, 261 unidades médicas en siete estados de la República tienen una ocupación hospitalaria general al 70 por ciento de su capacidad; mientras que 139 tienen ocupación hospitalaria con ventiladores y 96 con ventiladores en cuidados intensivos.
Este Sistema está dispuesto por la Secretaría de Salud federal, y su fin es poder comunicar la información relacionada a la ocupación hospitalaria en pleno contexto de la actual pandemia de COVID-19; los datos contenidos del Sistema son responsabilidad de la Secretaría.
El diseño y desarrollo de la plataforma corren a cargo del Laboratorio Internacional de Tecnología e Investigación Especial (iSTAR) del Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México.
De acuerdo a dicho sistema, este periodo, julio-agosto del 2021 confirma la aparición de una tercera ola de contagios. La primera tuvo lugar entre julio y agosto de 2020, el año en que comenzó la crisis sanitaria; y la segunda se colocó entre enero y febrero de 2021. }
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La ocupación hospitalaria general (OCHG), con ventiladores (OCV), y con ventiladores en unidad de cuidados intensivos (OCVUCI) con el pico más alto reportado, se presentó durante la segunda ola: con 373 en OCHG, 239 en OCV y 159 en OCVUCI.
El día con mayor número de hospitalizados se reportó en esa misma ola, con 24 mil 297 personas hospitalizadas el 27 de enero de 2021. Hace un año, durante estas mismas fechas, la cifra más alta fue de 16 mil 158 personas el 27 de julio de 2020.
Si bien en la tercera ola, la cifra más alta reportada es de 12 mil 970 personas hospitalizadas al 14 de agosto de 2021, la curva se mantiene al alza, lo que significa que no necesariamente esa cifra representa el pico de esta tercera ola.
Al 15 de agosto de 2021,un total de 96 unidades médicas, en 13 estados del país, tienen una ocupación hospitalaria con ventiladores en unidad de cuidados intensivos al 70 por ciento.
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Esta información resulta alarmante, puesto que tras 18 meses en pandemia por COVID-19, las cifras deberían girar en otro sentido. Lejos de adoptar mejor medidas y protocolos sanitarios, la población mexicana pareciera preferir contagiarse a volver al encierro; y con justa razón, la crisis sanitaria representa también una crisis económica, social, educativa.
Una crisis sin fin aparente. Sólo restará estar pendientes a que la curva descienda y ver qué otras acciones tomarán tanto la sociedad civil, como las autoridades correspondientes. Se enfrentan al reto también de reeducar a una nación entera en cuanto a temas de salud se refiere (por tercera ocasión).
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