Silvia es una enamorada de Chile y su música, de eso no cabe duda. Nacida en Italia y avecindada en Inglaterra, siempre su mirada ha estado atenta a las vicisitudes de nuestro país, desde que en los años de universidad descubriera los sonidos de esta Latinoamérica que la han invitado a buscar su propio camino musical. A pesar de haber nacido en Europa, Silvia siente la identidad latinoamericana y como tal, ha colaborado con diversos artistas internacionales, siempre destacándose por la emotividad y pasión de sus composiciones. Su más reciente lanzamiento es la canción “Cuánto me duele este país”, tema que está dedicado a Chile y a la apropiación de los recursos naturales del país por los intereses económicos, tema que la ha impactado profundamente y sobre el que sintió la necesidad de cantar. Esta creación es el primer single de un disco colaborativo realizado junto a Osvaldo Torres y Patricio Castillo que lleva por nombre Calle Esperanza y que durante este segundo semestre 2021 será distribuido por el ya tradicional sello Alerce.
Conversamos con Silvia, respecto a este trabajo y a la actualidad para el panorama musical en este contexto que nos encontramos viviendo.
¿Cómo ha sido este periodo de pandemia? En lo personal y en lo musical
Diría que muy difícil. En lo personal, me contagié de Covid en marzo 2020, en la primera ola que fue súper fuerte y no sabía si iba a salir de esto. Estuve 4 meses enferma. He perdido familiares, he perdido trabajo, ha sido duro económicamente. No poder viajar para ir a ver a la familia, no poder ver a los amigos: el confinamiento fue fatal. En lo musical, lo peor ha sido no poder ir a Chile de visita y de gira, no poder tocar en vivo. Justamente teníamos programado el lanzamiento del disco Calle Esperanza en Chile y luego una gira con Pato Castillo y Osvaldo Torres. Imposible.
Pero como en todas situaciones de desafío, algo nuevo salió de toda pandemia: aprender a hacer videos, crear comunidades de músicos a través de zoom. Buscar nueva conexiones, pensar en nuevos proyectos. Por ejemplo, “La Cuarentena Cuarentona”, una larga serie de videos y reflexiones que hicimos con Osvaldo y que pusimos en la red, o la Tertulia de Juglares, cada viernes, con amigos músicos que están en varios países del mundo. Allí hemos creado algo que antes no existía. En el nombre de la solidaridad humana, de la creación, esto ha sido un aspecto importante que nos salvó.
¿Cómo está la situación de las músicas y músicos más cercanos a lo social en este periodo?
Hay mucho que hacer por la vida y lo social todavía. A través de la redes he participado de muchos eventos en Chile y otros países, que se han organizado por distintas causas. He enviado videos, mensajes grabados, etc. Los músicos y músicas que conozco se han organizado a través de las transmisiones en la redes para apoyar y estar presente a pesar de todo. Y esto ha sido increíble y de mucho valor humano y social.
Cuéntanos en qué está tu trabajo musical: acabas de editar un single muy interesante llamado «Cuánto me duele este país». ¿Cómo fue el proceso de creación?
Muy lindo. La canción nació durante un viaje a Chile. Estaba de gira con Osvaldo Torres y en camino hacia Valparaíso en taxi, el chofer hablaba de la situación en Chile. Era mi primera visita a Chile, el 2014. Y vi muchas cosas que me dolían, sentía tristeza y rabia y también amor con una profunda fe que este pueblo de Chile tenía que despertarse, que el ejemplo y el sacrificio de Allende no podía haberse perdido en la nada y que los jóvenes eran la respuesta y la esperanza del mañana. El chofer de taxi dijo la frase “como aquí en Chile hasta se vendieron el mar” a las empresas extranjeras y esa frase es el inicio de mi canción. Así nació. Y de cierta forma fue una canción profética, pues allí hablo de lo que exactamente ocurrió 5 años después en la revuelta social de octubre 2019, de los sentimientos que se iban a desarrollar.
La canción es el primer single del disco, que saldrá por Alerce ¿qué significa para ti esta alianza?
Exactamente un anillo de alianza, de unión, que me conecta muy profundamente a Chile, a su historia, a mi pasado y mi trayectoria de todos estos años, desde el primer momento que comencé a cantar y tocar las canciones de Inti Illimani, cuando yo era una niña en Roma. Un largo camino. Alerce es un sello que ha sido fundamental para el canto popular. Diría legendario. Es como pertenecer a una familia, donde los cantores sienten que pertenecen a algo que va más allá de lo comercial musical. No es como estar con Universal o BMG. Hay un responsabilidad también. Siento mucho cariño por Alerce, me han aceptado y han reconocido mi trabajo musical y siento un lazo fuerte pues estamos en la misma onda. Y es muy importante para un artista tener un sello que comprende tus ideales y principios y que los comparta. Un honor, de hecho, pues he dedicado toda mi vida al canto popular chileno y latino americano. Estoy muy agradecida de Alerce.
Además de cantar, tú realizas otras actividades ¿Cómo se retroalimentan todas estas ocupaciones?
Yo soy también lingüista, realizo traducciones y trabajo en el sector médico y social. La medicina es como la música, un remedio. Ayudo a la gente y siento que mi aporte es vital para los pacientes. Esto a veces me inspira en la creación musical. Siento que estoy conectada con la gente y sus necesidades, trabajo con la comunidad latinoamericana en Londres. Siento que puedo servir a la comunidad y ser útil. Lo mismo con la música. No canto para mí, canto para los demás. En Londres, organizo eventos y conciertos, aunque está parado por ahora por la pandemia y el Brexit, que también ha impactado mucho la vida en Inglaterra con respecto a Europa. Ahora estoy organizando junto a la cantora chilena Cristina Narea, que vive en España, un gran evento para celebrar los 44 años del TALLER SOL que atesora el más importante archivo gráfico de la resistencia en Chile y cuyo fundador es Antonio Cadima. Con ella ya llevamos 5 meses preparando este concierto un trabajo enorme, que será transmitido por YouTube el sábado 28 agosto a las 16 horas y donde tenemos invitados a Patricio Manns, Illapu, Osvaldo Torres, Patricio Castillo, Luis Le Bert y mucho más.
¿Cómo fue trabajar con Osvaldo Torres y Patricio Castillo?
Trabajar con Osvaldo ha sido siempre mágico, para mí un gran placer y un aprendizaje musical y de vida: Osvaldo tiene mucho talento y su mundo andino me ha siempre interesado e inspirado y lo comparto de una forma a veces tímida, pues no soy experta en esta área. Sin embargo, creo poder entender los códigos andinos y conectarme, aunque con él tenemos la parte del canto popular comprometido que es la más poderosa. Allí estamos en la misma página. Tenemos diferencias grandes, sin embargo, estas diferencias se juntan y complementan y crean una dimensión musical muy nuestra, original, que genera otra cosa. Y en esta dimensión se ha podido encajar también Patricio Castillo. Por eso nació Calle Esperanza, tenemos mucho respeto y admiración por la música de cada uno. Creo que esta frescura y cariño son elementos imprescindibles entre músicos y artistas para poder crear algo bueno e interesante, que no sea solo una buena canción o un cd, sino una relación humana y artística importante que va más allá de un disco per se. Somos cantores que reflexionan, como decía la Violeta.
¿Qué podemos esperar de Calle Esperanza?
¡Ojalá muchas lindas cosas! Y que el público conozca esta música y se entere de este disco y le guste obviamente. Queremos presentar el disco en vivo, ojalá cuando sea posible viajar y hacer una gira en Chile. Y por supuesto continuar el camino que hemos empezado juntos los tres, pues tenemos tres mundos muy grandes y ricos de experiencias que se unen y de allí hay muchas posibilidades. Con Calle Esperanza hemos querido pensar un poco diferente, con los singles, con videos que documentan el proceso del disco y de su génesis. Básicamente para ofrecer al público varias facetas, donde poder acceder a la obra, entrar en nuestro mundo y conocer más quienes somos para tener una experiencia más íntima con el disco. Y se vienen más videos que hemos producido. Lo ideal será presentarlo en un concierto de presentación del disco completo y gira, echamos de menos el contacto con el público en vivo. Esto es algo imprescindible para los cantores. Es vital.
*Entrevista por Pamela Gaete