Durante la mañana de este lunes, el Movimiento por el Agua y los Territorios-MAT participó en la Subcomisión DDHH de Marco General DD.HH, Ambientales y de la Naturaleza de la Convención Constitucional, a través de la exposición de sus integrantes Catalina Arroyo y Francisca Fernández, además de la participación de Lucio Cuenca y Karen Ardiles del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales, OLCA.
La motivación del movimiento socioambiental de participar en una audiencia pública de este tipo, se fundamenta en la necesidad urgente de protección de los Derechos Humanos de las y los defensores de las aguas y los territorios, y del reconocimiento de los derechos de la Naturaleza. «En especial del agua, en el marco de una crisis ecológica e hídrica generalizada producto de la intensificación de los extractivismos tales como las actividades de la megaminería, el agronegocio, el modelo forestal, entre otras, en el marco de vulneración sistemática a los derechos humanos y derechos de la naturaleza», afirmaron desde el MAT.
Así, en esta ocasión se expuso respecto de la actual crisis ecológica y social, la cual se agrava ante la privatización de la naturaleza y los Tratados de Libre Comercio (TLC), por lo que «urge una transición post-extractivista desde la defensa de los derechos de la naturaleza», entendiendo que, como señaló Francisca Fernández, «somos naturaleza, somos cuerpos de agua, somos organismos interdependientes, y es por ello que toda defensa a los derechos humanos es a su vez defensa de la naturaleza y viceversa».
En esa línea, se expuso sobre la consagración de la protección de los ecosistemas y de una justicia ecológica restaurativa, que es uno de los ejes propuestos por el MAT, lo que implica recuperar, restaurar y regenerar los ecosistemas a través de la reparación integral de territorios en sacrificio y del establecimiento de mecanismos de transparencia e información ante la instalación de proyectos extractivistas.
En ese sentido, se insistió en que la consagración del agua como derecho humano y de la naturaleza, demanda histórica del MAT y otro de los puntos señalados en la exposición, requiere de la derogación del Código de Aguas y el reconocimiento del agua como «un bien común natural inapropiable, cuya gestión debiera ser comunitaria y plurinacional, por cuenca y sub-cuenca, desde la autodeterminación, soberanía alimentaria y energética de los pueblos, y la consolidación de las economías territoriales».
Para finalizar, desde el MAT hicieron referencia a la situación de las y los defensores de las aguas y los territorios, expuestos a la criminalización, persecución y muerte, siendo fundamental justicia, reparación y la no repetición de casos como el feminicidio empresarial de Macarena Valdés y el asesinato de Emilia “Bau” Herrera Obrecht.
Al respecto, Catalina Arroyo planteó que «existe en Chile una total desprotección a quienes somos defensores de los bienes comunes, se asedia e incluso se asesina a compañeres, compañeros y compañeras, todo esto ideado por los grandes capitales y sus intereses particulares en complicidad con policías y justicia».