La secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, señaló el jueves que los indígenas padecen desigualdades estructurales que los dejan más vulnerables a la pandemia del COVID-19.
«Bárcena recordó que los pueblos indígenas padecen las desigualdades estructurales, la discriminación y el racismo que caracterizan a nuestra región configurando un escenario de mayor vulnerabilidad y riesgo frente al COVID-19 y los impactos de la crisis», informó la Cepal en un comunicado.
Durante un evento organizado por el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC), Bárcena precisó que la tasa de pobreza de las personas indígenas ascendió en 2019 al 46,7% y la de pobreza extrema al 17,3% equivalentes al doble (2,1 veces) y el triple (3,1 veces) de las respectivas tasas para la población no indígena en el conjunto de los nueve países con información disponible.
La secretaria ejecutiva de la Cepal advirtió que la pandemia produjo impactos diferenciados sobre la realización del derecho a la salud y a la vida de los pueblos indígenas.
Señaló que «es fundamental que las políticas de recuperación hagan hincapié en los derechos colectivos de estos pueblos y que sus ejes articuladores sean la participación y la consulta con miras a obtener el consentimiento libre, previo e informado para toda medida que los afecte, incluyendo la participación de las mujeres y jóvenes indígenas».
Criminalización de la protesta
Además, advirtió también que las tensiones y conflictos derivados de la falta de garantías de los derechos territoriales de los pueblos indígenas y las amenazas externas han seguido aumentando.
Resaltó también la urgencia de visibilizar y condenar los procesos de criminalización de la protesta social indígena ante proyectos de inversión que afectan a sus territorios.
«La expresión más dramática de la vulneración de sus derechos es el asesinato de defensores de la vida y los territorios de los pueblos indígenas. Entre 2015 y el primer semestre de 2019, 232 líderes y comuneros indígenas fueron asesinados en el marco de los conflictos territoriales, gran parte de ellos asociados a la industria extractiva. Esto significa que, en promedio, cuatro defensores indígenas son asesinados cada mes en América Latina. Esto es grave», afirmó.
Finalmente, Bárcena envió su solidaridad a los miles de habitantes de América Latina y el Caribe que han debido enfrentar los efectos de la pandemia en condiciones de marginación y exclusión.
Cortesía de Sputnik
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