Un acto de desprendimiento y de deseo de vinculación con el medio, es lo que se dio el fin de semana recién pasado en la Plaza Yungay del cerro del mismo nombre en Valparaíso. Mauricio Hernández Norambuena donó cientos de libros -los que reunió desde su prisión en Brasil hasta ahora- a la Biblioteca Popular “Comandante Joaquín” Mauricio Arenas Bejas.
La iniciativa, ideada por el propio Ramiro, dio paso a la inauguración de la Biblioteca Popular Comandante Joaquín, en la Casa de Memoria Valparaíso, este sábado 4 de septiembre. Mauricio Arenas Bejas – Comandante Joaquín- quien se fugó de la Cárcel Pública en 1990, estuvo en clandestinidad, fue parte de los fusileros del atentado a Pinochet y murió en el exilió en el país vecino de Argentina a los 33 años, producto de un cáncer. Fue en su memoria que diferentes organizaciones y colectividades de la región costera le otorgaron el nombre a la biblioteca.
Entre las organizaciones que colaboraron con llevar adelante esta idea, están la Agrupación de Familiares y amigos de Mauricio Hernández Norambuena, Casa de Memoria de Valparaíso, Colectivo 19 de Noviembre y la Junta de Vecinos del Cerro Yungay, entre otras.
Mabel Zúñiga, representante del Colectivo 19 de Noviembre, señaló que “Mauricio Hernández se plantea nuevamente un desafío para poder vincularse con su pueblo a través de la literatura, de los textos, de la escritura, además de darle un valor al libro”.
“Cada libro que está aquí es más que un libro, es cada libro que Mauricio Hernández leyó, tiene anotaciones que él mismo ha hecho, y cada uno de ellos podrá ser leído por el pueblo chileno y el pueblo porteño. Con esta biblioteca Ramiro sale a la calle. Con esta biblioteca reivindicamos a Mauricio Arenas, pero también iniciamos el proceso de la liberación de Mauricio Hernández Norambuena, nuestro comandante Ramiro”, añade Mabel.
Por otra parte, Laura Hernández, quien leyó un sentido discurso, explicó, a grandes rasgos, la historia de estos ejemplares, que como menciona Zúñiga, son más que simplemente textos.
“Estos cientos de libros han acompañado a mi hermano en los momentos más difíciles de su vida, como es el aislamiento cruel en el que se le ha mantenido injustamente por casi veinte años. Libros que han sido muchas veces el único contacto con el mundo exterior, y que gracias al gran despliegue solidario de muchas personas que con solidaridad y cariño se convierten en el sostén para impedir la desesperanza que, seguramente, en muchos momentos le acechó”, contó la hermana de Ramiro.
Finalmente, Laura relató que “la mayoría de estos libros tuvo que recorrer miles de kilómetros para cumplir su cometido. Hubo muchos de ellos que no llegaron a las manos de Mauricio. La censura del Estado de Brasil no lo permitió, constituyéndose en un ejemplo más del ensañamiento, del abuso, del autoritarismo de una política carcelaria al servicio de las elites”.
En febrero próximo, Mauricio Hernández Norambuena cumplirá veinte años de prisión política, por lo que familiares, amigos y organizaciones sociales hacen un llamado a seguir llevando a cabo este tipo de iniciativas, haciendo énfasis en la importancia de recuperar los espacios y seguir luchando por la libertad de todas y todos los presos políticos.