Política de modernización de la empresa estatal de juegos de azar suma 28 despidos, bajo un inédito esquema de tests sicológicos.
Con desazón y molestia han reaccionado los dirigentes del sindicato de trabajadores de Polla Chilena de Beneficencia por la inédita manera en que se ha llevado adelante la modernización de esta empresa del Estado, que se inició con la asunción del actual gerente general, Edmundo Dupré Echeverría, y que a la fecha ha significado que el 20% del antiguo personal saliera a engrosar las cifras de cesantía.
“¿Cómo se sentiría usted que después de 15 o más años de trabajo se le aplique una evaluación sicológica para despedirlo?”, se pregunta Roberto Briones, presidente del Sindicato de Trabajadores de Polla, quien ve con inquietud este sistema de desvinculación, aprobado por el directorio de la empresa, presidido por Verónica Montellano, y que va en el sentido contrario a lo reiterado por la Presidenta Bachelet en su discurso del 21 de mayo, cuando manifestó que “tenemos que generar mecanismos para proteger los puestos de trabajo”.
“En los primeros días de mayo se desvincularon tres trabajadores utilizando este sistema de evaluación sicológica, sumando 28 las personas que ya han sido dejados en la calle durante el año que lleva al mando de la empresa don Edmundo Dupré, sin mayor explicación que los test aplicados por la Consultora Anguita”, indicó Briones.
El dirigente explicó que los trabajadores despedidos fueron sustituidos, lo que reflejaría que no se trata de necesidades de la empresa o que la crisis económica haya llegado a los juegos de azar. Tampoco se trataría de una herramienta de evaluación que lleve a la capacitación o mejoramiento del capital humano.
“Se trata simplemente de una bochornosa experiencia de la cuál nos sentimos como conejillos de laboratorio. No nos extrañaría, por lo tanto, que el día de mañana las empresas privadas validen este mecanismo, que más allá de crisis y ajustes económicos, es además un descrédito para una empresa controlada por Corfo y el ministerio de Hacienda”.
Añadió que les duele profundamente que sea una empresa estatal la que esté dando esta pauta, ya que “debiera estar justamente encargada de velar por la mantención del empleo y el mejoramiento de la calidad de vida de sus trabajadores”.
Explicó, además, que han solicitado al directorio de la empresa que se instale una mesa de diálogo que permita acercar posiciones, en el sentido de capacitar a los funcionarios y pedir que la modernización se lleve adelante con los trabajadores y no sin ellos, sin embargo no han tenido respuestas. Asimismo, anunció que en los próximos días entregarán una segunda carta a la Presidenta Bachelet, donde le piden nuevamente que interceda para detener esta ola de despidos.