Autoridades colombianas anunciaron el decomiso de un cargamento con 3.493 aletas de tiburón que planeaban ser traficadas de manera ilegal del aeropuerto de Bogotá hacia Hong Kong, en China.
De acuerdo con la cantidad reportada, las autoridades ambientales señalan que al menos 900 y 1.000 tiburones de entre uno y cinco metros de largos fueron asesinados, reseñó el portal La República.
La encomienda, acomodada en 10 paquetes, fue despachada en el municipio de Roldanillo, al suroreste de Colombia, según información de las autoridades de la Secretaría de Ambiente de Bogotá.
La compañía de envíos fue la que alertó a la Policía y autoridades ambientales del contenido ilegal que transportaba, según señalaron las autoridades.
El propietario del envío, además de tener una vigencia vencida de aprovechamiento nacional del recurso pesquero, no contaba con autorización de pescar tiburones ni mucho menos para exportarlos.
“La Policía está tomando muestras para saber exactamente qué especies son, pero sabemos que hay más de tres especies de tiburones que existen en aguas colombianas”, señaló la secretaria de la entidad, Carolina Urrutia.
Al respecto de la operación, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Carlos Eduardo Correa, enfatizó que “la Ley 2111 de 2021, de delitos ambientales, tipifica el tráfico de fauna como un delito con una pena de prisión de 60 a 135 meses.
La exportación o comercialización de aletas de tiburones es un agravante que incrementa la pena de una tercera parte a la mitad”.
Si bien el consumo de las aletas de tiburones es costumbre antigua en ciertos países de Asia, en los últimos años, distintos organismos han criticado el tráfico de esta especie. Por tal razón, navieras y aerolíneas se han opuesto a trasladar la carga hasta China.
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