Sebastián Sichel, candidato presidencial por Chile Podemos Más, ha narrado en diversas oportunidades la experiencia que vivió en su infancia desde que tenía tres años de edad con Saúl Iglesias, quien fuera su padrastro y quien le otorgó el apellido, el cual decidió cambiase en el año 2009 y a quien se refiere como “un hippie del puerto de San Antonio, con el que creció pensando que era su papá”.
Públicamente ha descrito cómo fue el estilo de vida de esos años cuando era solo un niño, ya sea a través de un artículo en El Mostrador (4 de octubre del 2013), en la revista Sábado de El Mercurio (julio de 2018), una entrevista en Canal 13 (2020), o en su libro biográfico “Sin privilegios” (abril de 2021),en los que narró sus desventuras sin luz, ni agua y con un padre violento y negligente.
Sin embargo, Iglesias ofreció declaraciones por primera vez y en entrevista con The Clinic, criticó en duros términos las experiencias contadas por el ex presidente de BancoEstado, en las cuales afirma que hay“mucha mentira y tergiversación”.
Aseguró que “esta historia que cuenta es una barbaridad que usa para llegar al puesto y para sensibilizar a la gente”.
En la entrevista recuerda que conoció a la madre de Sichel cuando este era apenas un bebé de meses, para ese entonces Saúl y Ana María eran adolescentes y estudiaban en un liceo nocturno. “Yo la ayudaba con los pañales y la leche” dice y enfatiza que “nunca fui drogadicto, yo era consciente de que iba con dos hijos. Que no les podía faltar la comida. Siempre comían… íbamos a restoranes”.
En Concón, cuando vivieron en una casa abandonada, relata que al principio no tenían luz ni agua, pero que al año más o menos hicieron el trámite formal para obtener los servicios. Además negó que al lugar llegaran personas adictas, que no hubiese control o que se la pasaran en fiesta, como dice la biografía de Sebastián.
Asimismo rechazó lo escrito en el libro en referencia a que no trabajaba. “Eso no es verdad, yo me puse a trabajar en la refinería de Concón, trabajé en construcción. Cuando no había pega, íbamos a cortar árboles y hacíamos rodela con un amigo. Vivíamos de eso. También yo iba a sacar almejas, trabajábamos con los pescadores, en los espineles. Me pagaban 3 mil pesos por desenredar el nylon, gracias a eso todos los días comíamos pescado”.
“Nunca mandé a mis hijos a mendigar. Nunca pasaron hambre”, dijo.
“No se puede decir que pasó hambre, o que estaba desnutrido o que tenía una mala nutrición”, agrega y añade que sí celebraban con el Viejo Pascuero, “le hacíamos regalos. Tan mal corazón no tengo. Para mí, la Navidad es la época más armoniosa”.
A pesar de que sugiere que pudo haber episodios de violencia intrafamiliar, dice que nunca envió a la madre de Sichel al hospital por una pierna quebrada y asegura que esta “tenía problemas con el alcohol”. “Yo nunca toqué a Sebastián. Nunca le pegué. Nunca le pegué a mi hija. Nunca los castigué. Nunca fui violento con ellos. Yo traté de que ellos llevaran una vida lo más normal posible”, asevera.
De hecho, Iglesias rememora que “nos juntamos el 2005, muchos años después de que yo me fuera. Él me invitó a su departamento, tengo las fotos. Y me invitó antes de que hiciera todo esto de escribir este libro. Yo no invito a una persona que le pega a mi mamá, no la invito a comer al departamento. Me parecería ridículo que me llame y me diga ‘ven al departamento para que compartamos un rato’ (…) nunca tuvimos una relación mala”.
En su relato para The Clinic, desmiente que Sebastián lo haya enfrentado un día por la violencia contra su madre, “yo me acordaría. Yo diría ‘sí, me atacó’, pero yo no tengo por qué mentir. Nunca él me atacó con un palo, nunca”.
Sobre el argumento de que Sichel fue una persona vulnerable, se defiende diciendo que “hubieran puesto una demanda o un recurso de protección (…) No, Sebastián nunca fue vulnerable. Él siempre fue al colegio (…) Si hubiera sido vulnerable, yo hubiera tenido muchas demandas por malos tratos”.
“Mis hijos nunca pasaron hambre. Y Sebastián sabe que todas las semanas comíamos pescado. Yo considero que Sebastián muerde la mano que le dio de comer, que lo alimentó, que lo mudó, que le compraba la leche, que lo vistió, que se desveló por él, que se levantaba a las 6 de la mañana para ir a trabajar”, se lamenta al tiempo que remarca tener la conciencia tranquila.
“Yo estoy con mi conciencia tranquila de que el que nada hace, nada teme. Quizás pude haber hecho cosas mejores, pero lamentablemente en esa época no eran las condiciones de tener las cosas mejores, de yo haber tirado más para arriba. En ese momento, no se podía. Por eso después cuando me separé, salí a trabajar para afuera, para Antofagasta”, agregó Iglesias.
También se refirió a la historia sobre el cambio de apellido del candidato oficialista y aclaró que «é la disfrazó».
«Ahí dice que me demandó para el cambio del apellido y que yo no hice nada; a mí nunca me notificaron. Además, él sabía dónde ubicarme y ya nos habíamos visto unos años antes. En el 2005, incluso tomamos cerveza, pero nunca me comentó que él quería cambiarse el apellido. Si él me lo hubiera pedido, yo le hubiese dicho “ya, cámbielo”. Es bueno que sepa que él tiene sus raíces, que tiene un nombre y apellido; planteó.
Iglesias señala que a pesar de que “le duele que digan esas cosas que no son verdad”, que “el libro cuenta una historia desgarradora” y que “describe algo que en el fondo siempre es una realidad disfrazada”, le tiene cariño y está orgulloso de Sebastián, “era un hijo”.
«Él me pinta como alguien que maltrataba a su mamá, que yo aquí; y yo a ellos no los maltraté nunca. El lobo se disfrazó de oveja… Ahora si yo tuviera que hablar con él, le diría de dónde sacó todo esto. Él siempre comió, siempre estaba preocupado de él, de que no le faltara la leche, que no le faltara nada. ¿Dónde estaba su papá en ese momento? ¿Dónde estaba el papá de Sichel cuando tenía que mudarlo? ¿Dónde estaba? “Ah no, es que yo después a los 30 años lo conocí”, dice Sebastián ahora. No entiendo para qué describe algo que en el fondo siempre es una realidad disfrazada», dijo en la entrevista.
«Hay cosas que uno como ser humano no debería hacer. Claro, uno puede contar su historia, pero ¿por qué me culpa a mí si él tuvo un padre? Él tuvo un padre y el padre toda la vida supo que él existía», condenó Iglesias.
Iglesias finaliza la entrevista con un mensaje que le envió el 10 de agosto y del que nunca recibió respuesta: “Sebastián primero que nada felicidades serás un buen presidente te lo dije cuando eras niño (…) tienes todo mi apoyo estoy muy orgulloso de ti y tu hermana felicidades cuídate que dios te bendiga eres muy buen muchacho tu puedes”.
Sichel denuncia ataque artero, falaz y personal
A través de una declaración publicada en sus redes sociales, el candidato presidencial de Chile Podemos Más, anunció que está analizando presentar acciones legales en contra de The Clinic, porque “un violentador anda suelto, y abusivamente, un medio decidió tratar de lavar su imagen con objetivos políticos”
Señaló que tuvo conocimiento de la entrevista “con dolor, rabia y profunda molestia”, ya que a su juicio, una persona con antecedentes penales, en la publicación normaliza la violencia intrafamiliar, el consumo de drogas, el abandono y maltrato a menores de edad.
«Como candidato estoy analizando las acciones legales para defender a mi familia, a quienes amo y he cuidado toda mi vida”, sentenció en la segunda versión de un comunicado público que compartió en sus redes.
“Si un medio normaliza frases como que un tipo le pegaba a su mujer ‘quizás alguna vez, pero no todos los días’, que admite tener otras dos causas de violencia intrafamiliar -a otras dos familias- y le da credibilidad a un relato de alguien que hace más de 30 años abandonó a su hija y familia, se acabó la protección de la familia y la defensa de la mujer. Lo que hace The Clinic no sólo es una tragedia para las mujeres; lo es también para la política”, indicó.