Caracas.- La Comisión Presidencial supervisó los trabajados de mantenimiento de la infraestructura de la Ciudad Universitaria de Caracas, sede de la Universidad Central de Venezuela (UCV), para acelerar el proceso de recuperación de los espacios, en cara al inminente regreso a clases presenciales planteado por el Ejecutivo Nacional para este 25 de octubre.
Recientemente, los obreros se han dedicado al mantenimiento del arco de la entrada principal de la Universidad, conocida con el nombre de puerta Tamanaco. Anteriormente, han atendido la vegetación, los pasillos y edificios de diversas facultades. Las labores de recuperación las lleva realizando el Gobierno Nacional desde hace varios meses, el equipo multidisciplinario está integrado por 30 frentes de trabajo con más de mil empleados en total, de la mano de varias instituciones que colaboran con la obra.
César Trómpiz, ministro del Poder Popular para la Educación Universitaria, declaró que se ha ordenado la aceleración de los trabajos para el rescate de los espacios de la UCV, con la incorporación de nuevos turnos, para que se pueda profundizar los avances en las labores de refacción y optimizar el tiempo de trabajo.
Declaró además que se han recuperado más de 30 edificaciones, de las que entre el 60 y 70% han sido impermeabilizadas. La iluminación, afirmó el ministro, se encuentra en estado óptimo “estamos aquí de noche y podemos vernos las caras, eso era imposible antes porque estaba totalmente oscura, eso llama a la seguridad, a disfrutar de este espacio de noche o de madrugada” manifestó Jacqueline Faria, presidenta de la Misión Venezuela Bella.
El Plan Universidad Bella es una iniciativa del presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros con el objetivo de recuperar los espacios de las casas de estudio de tercero y cuarto nivel para brindar al estudiante universitario unos espacios óptimos en los cuales el desarrollo académico, investigativo y científico tenga mejor ambiente y las condiciones necesarias para desenvolverse.
Por otra parte, la inversión no solo es cosmética, sino estructural y por tanto la Universidad Central de Venezuela se convirtió en el ícono de este plan. Cabe recordar que en la década de los 60, cuando el arquitecto venezolano Carlos Raúl Villanueva entregó este proyecto, la ciudad universitaria ya era una maravilla en Latinoamérica. Pero a través del tiempo había recibido muy poco mantenimiento y la sede de la autónoma Universidad Central daba balances muy escuetos de su situación, hasta que uno de los techos de sus pasillos más significativos se desplomó y entonces hubo consciencia de la realidad de la infraestructura, luego surgieron otros eventos como el incendio de la Escuela de Estudios Políticos y Administrativos que, al ser atendido, llamó preocupantemente la atención el estado de abandono general del campus que la UNESCO reconoce como Patrimonio de la Humanidad.