Una hipótesis ampliamente aceptada sobre los orígenes de los nativos americanos «simplemente no concuerda» con los estudios genéticos y la biología esquelética. Nuevos hallazgos ponen en duda lo que pensábamos sobre la llegada de los primeros pobladores al hemisferio occidental.
El poblamiento del continente americano por el ser humano sigue causando polémica entre los científicos. Una de las hipótesis afirma que los primeros nativos emigraron a América desde la zona que hoy corresponde a Japón hace tan solo unos 15.000 años. Esta teoría se basa principalmente en las similitudes entre la cultura material del pueblo jomon en ambos lados del Pacífico, en especial los artefactos de piedra.
Esto no significa que los primeros nativos americanos hayan sido japoneses, puesto que los actuales habitantes del archipiélago llegaron a ocuparlo mucho después. Según se cree, los antepasados de los indígenas americanos se movieron a lo largo del borde norte del océano Pacífico y cruzaron el llamado puente de Beringia, hasta llegar a la costa noroeste de América del Norte. Desde allí, los primeros americanos se expandieron por el interior del continente. En menos de 2.000 años ya habían llegado al extremo sur de América.Pero una publicación reciente revela nuevos datos que ponen en tela de juicio esta popular hipótesis.
Un grupo multidisciplinario de científicos compuesto por expertos en genética de la Edad de Hielo y especialistas en estudios de los dientes humanos analizó la biología y la codificación genética de las muestras de dientes de ambos continentes, en específico la gente de jomon.
«Es muy poco probable que estas personas que vivieron en Japón hace 15.000 años sean los antepasados de los indígenas americanos. Ni la biología esquelética ni la genética indican una conexión entre Japón y América. La cuna más probable de la población nativa americana parece ser Siberia», explica el autor principal del estudio, el profesor Richard Scott.
En su carrera profesional de casi medio siglo, el profesor de antropología en la Universidad de Nevada-Reno, ha viajado por todo el mundo recopilando una enorme cantidad de información sobre los dientes humanos, tanto antiguos como modernos. Es autor de numerosos materiales científicos y de varios libros sobre el tema.
En su reciente artículo, publicado en la revista PaleoAmerica, el especialista mostró los resultados de cálculos estadísticos multidisciplinarios sobre una gran muestra de dientes de América, Asia y el Pacífico. Estos revelaron una escasa relación entre el pueblo jomon y los primeros americanos.
Y la genética parece corroborar estos resultados.»Esto es particularmente claro en la distribución de los linajes maternos y paternos, que no se superponen entre las primeras poblaciones de jomon y las americanas», afirma el profesor Dennis O’Rourke, coautor del estudio.
El profesor Scott concluye que «la población incipiente de jomon representa una de las fuentes menos probables para los pueblos nativos americanos». Sin embargo, los especialistas explican «que son sustitutos válidos de la población de jomon incipiente o de las personas que hicieron puntos en Japón hace 16.000 o 15.000 años».
Cortesía de Sputnik
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