Anarquistas presentes en la Crisis Capitalista

El definirse como anarquista lleva hoy en Chile el estigma de los mass media patronales  que pintan a un movimiento de profundas convicciones sociales, como un movimiento terrorista


Autor: Director


El definirse como anarquista lleva hoy en Chile el estigma de los mass media patronales  que pintan a un movimiento de profundas convicciones sociales, como un movimiento terrorista. Un movimiento que hoy ve sus viviendas y derechos vulnerados por acción de una política de seguridad ciudadana mal enfocada.
Nada más errado cuando las reivindicaciones de derechos individuales y colectivos vulnerados por el capitalismo desenfrenado, con amparo del  Estado y sus aparatos represivos, son fruto de acciones libertarias del pueblo espontáneamente organizado que se rebela a la opresión dada por el yugo del poder por el poder sin miramientos.
Y es que dentro del variopinto mundo anarquista conviven artistas, intelectuales, jóvenes, hombres y mujeres que simplemente mantienen ideales y una línea ética de apego a la justicia social y medioambiental, difícil de encontrar en las corrientes políticas que da tribuna la prensa  de la patronal.
Entre anarquistas he visto convivir distintas clases sociales, pero me he dado cuenta que aquellos con alguna costumbre más burguesa no se reconocen abiertamente como tales y ello pues en los círculos más ultra a veces la doctrina supera el criterio realidad para distinguir dónde está realmente el enemigo y terminan peleando con el vecino por temas estratégicos o teóricos desfasados del tiempo vivido, perdiéndose así  la importancia de la unidad en la acción reivindicativa de derechos de los pueblos sea cual sea tu color.
Pues como dijo el César divide y vencerás, y dividida la sociedad en partidos, géneros, religiones, razas, individuos,  el ser gregario se fue apagando y con ello perdiendo los pueblos posibilidad de respuesta ante la dominación del capitalismo unido transnacionalmente.
No obstante,  algunos  hombres y mujeres elegidos se les insentivo el sentido gregario en espacios privados para fines capitalistas y esclavistas.  En pleno siglo XXI se convoca a las Coronas existentes en el mundo, participando de estos espacios Reyes, Reinas, banqueros y elegidos a reuniones en que unos pocos toman decisiones que  luego  aplicadas por los Estados y sus instituciones, los Bancos Centrales, afectarán con  la mezquindad a la población.
En Chile,  paraíso fiscal se alimenta al capital transnacional de materias primas para  ser hipotecadas a la banca en perjuicio de los pueblos de Chile.  Así,  la indefensión de los pueblos y sus territorios por parte del Estado unitario se hace evidente, como dijo armando Uribe en entrevista concedida a este medio de comunicación, “Aquí no hay Estado”, reflejando el  avance del laboratorio neoliberal en esta parte del continente sudamericano.


Legítima defensa

Es en un mundo alejado de los partidos y apegado a la movilización social por derechos soberanos, donde aparecen siempre  grupos  de defensa popular más radicalizados que desarrollan acciones de tipo militar al estilo de soldados. Pues cuando derechos fundamentales, como el derecho al agua y la tierra,  comienzan a ser  vulnerados  por proyectos contaminantes capitalistas e inescrupulosos, es cuando la reacción se hace en legítima defensa.
Así quiero aprovechar el espacio que brinda este periódico para el diálogo social tal ágora, para expresar que  es importante que las fuerzas de  “orden publico”  dejen  de perseguir y junto a la justicia,  tratar criminalizar acciones de defensa de intereses  matrios, patrios.  Defensa de intereses colectivos por sobre los privados, queridos juristas.
Con este texto y otros que nacen  llamamos a un cambio ético  de la  policía chilena y a que detengan  sus acciones contra el pueblo, para investigarlo, perseguirlo y asediarlo a favor del capital  transnacional, desobedeciendo instrucciones constitucionales y acatando mandatos superiores de órganos como el Ministerio de Interior que  también contraviene su deber de protección de los intereses nacionales y ciudadanos.
Los actos de rebelión del pueblo organizado, por cualquier vía que fuese, tienen una sed distinta que la del  poder, su fin es la liberar, mientras otros oprimen, el pueblo luchando por derechos colectivos  avanza. Los Anarquistas no dañan el medioambiente, no comenten ecocidio  ni genocidio,  como si lo hace el poder  de dominación  imperante  que amparado bajo falsa bandera de libertad, democracia, igualdad y fraternidad, avasalla los derechos fundamentales de los pueblos.
Que en Chile y el mundo los movimientos anarquistas hayan sido a lo largo de la historia fustigados por el poder, obedece nada más que al temor del dominante  de  la liberación de la humanidad  oprimida, la que al tomar consciencia del mundo de explotación, vejamen, amedrentamiento y temor al que ha sido sometida, deciden levantarse en  multitud para terminar con el régimen establecido.
Que el movimiento anarquista en Chile, como actor relevante de los procesos de la reivindicación de derechos de los pueblos, tal cual lo ha hecho en momentos claves de la historia de Chile, deje de ser  utopía y un fantasma,  dependerá  de  que algunos anarquistas  den decididamente el rostro enfocando al enemigo, para clarificar el porqué de sus luchas, pues es necesario estar en todas las esquinas , mientras el  valiente y bravo batallón popular se protege en capuchas del acecho policial, pero mira de frente con ojos relampagueantes a  la mafia de la dominación de masas  escondida  tras escudos,   armada con bombas lacrimógenas, cubierta informativamente con cámaras y micrófonos al servicio del modelo, protegido hasta los huesos hoy bajo  instituciones que  amparan  al  capitalismo en su fase internacional, hoy tan desenmascarado por la prensa responsable y popular.

El día después de la Crisis, en todo proceso Constituyente,  la Anarquía estará presente.
Por Bruno Sommer Catalán


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