Eduardo Alvarado Espina, candidato a diputado por el Distrito 14: «Chile despertó, pero nada cambia si no nos atrevemos a ir por todo»

"La democracia nace y se compone de tres principios rectores: igualdad, pluralismo y soberanía popular. Tres principios que están ausentes del gobierno representativo liberal que se fraguó en la transición..."

Eduardo Alvarado Espina, candidato a diputado por el Distrito 14: «Chile despertó, pero nada cambia si no nos atrevemos a ir por todo»

Autor: Absalón Opazo

Investigador, académico y columnista, Doctor en Ciencia Política y experto en Relaciones Internacionales, amante de los gatos, ávido lector y viajero por naturaleza. Así podemos definir a Eduardo Alvarado Espina, candidato a diputado por el Distrito 14 -provincias de Maipo, Melipilla y Talagante- del movimiento Con Todxs, en cupo independiente del Partido Humanista en el pacto ¡Dignidad Ahora!

Nacido hace 45 años en Santiago de Chile, estudió la educación secundaria en el Internado Nacional Barros Arana (INBA) y luego Administración Pública en la Universidad de Concepción, donde fue dirigente universitario. Tras el 18 de Octubre de 2019, comenzó a participar activamente en asambleas territoriales y movimientos sociales para impulsar el proceso constituyente.

En su lema “Con la fuerza de todas las luchas”, Eduardo Alvarado nos convoca a volver a confiar, para seguir construyendo pueblo y así tener una real democracia.

– ¿Cuál es tu motivación para presentarte como candidato a las elecciones del 21 de noviembre?

Existen tres grandes motivaciones, la primera es seguir impulsando el proceso constituyente. La segunda, representar los intereses y anhelos de los trabajadores y trabajadoras, así como de quienes han sido sistemáticamente precarizados por un sistema político que ha representado históricamente los intereses de la clase empresarial. Tercero, profundizar la democracia desde los movimientos sociales y territoriales, favoreciendo su organización y participación en los procesos de toma de decisiones.

Todo esto implica sintetizar un proyecto político de diversas demandas que tienen un enemigo común, la ideología extremista de mercado de la élite chilena. Voy a presentar proyectos de ley que aseguren los derechos laborales y sindicales, mejoren las condiciones de trabajo, otorguen gratuidad universal a estudiantes de la educación pública, eliminen de una vez por todas las AFP y otorguen mayor apoyo a las Pymes que generan riqueza sostenible.

Hoy más que nunca necesitamos un Congreso que legisle en favor de las grandes mayorías, que permita mejores condiciones de trabajo y seguridad social, que asegure los derechos sexuales y reproductivos, que fiscalice y no tenga miedo al nuevo rol activo de la ciudadanía.

– ¿Crees que es el momento de la soberanía popular en el espacio político?

La democracia nace y se compone de tres principios rectores: igualdad, pluralismo y soberanía popular. Tres principios que están ausentes del gobierno representativo liberal que se fraguó en la transición. Y si consideramos la demanda por una Nueva Constitución como un anhelo de los pueblos de Chile, entonces estos principios se tornan más que necesarios para nuestra sociedad. Es un reclamo profundamente democrático, alejado de los acuerdos de las élites políticas. Por esto, y debido a que conozco directamente la demanda ciudadana por mayor participación en el proceso de toma de decisiones, estoy absolutamente comprometido con darle legitimidad política vinculante a asambleas y cabildos territoriales, organizaciones temáticas y a toda comunidad deliberativa que aporte en el bienestar colectivo. Parafraseando a Salvador Allende, la historia es nuestra y la hacen los pueblos.

– Tu consigna es «Con la fuerza de todas las luchas», ¿cómo se identifica tu propuesta con las demandas sociales y populares del 18-O?

Entiendo que las demandas presentes en cada cartel que vimos durante la revuelta popular atiende a una misma unidad política y un mismo objetivo, superar la sociedad desigual del neoliberalismo. Estas luchas son también mis compromisos, por los cuales responderé permanentemente ante mis mandantes. Mi experiencia en diferentes luchas sociales, más la académica, me permiten tener una comprensión global de las demandas y necesidades que se presentan no solo en las comunas del Distrito 14, sino también en todo Chile. Las luchas medioambientales, feministas y LGBTIQ+, por un lado, y por una salud, trabajo y vejez dignos, educación pública e igualitaria, pensiones que permitan vivir, la vivienda como un derecho y un largo etcétera, por otro, confluyen en un solo objetivo, superar la forma de vida mercantil y abusiva que nos impuso la “élite”. En su conjunto, todas ellas se sintetizan en la lucha por la igualdad.

– ¿Crees que en el actual sistema distrital se genera una contienda desigual con sectores minoritarios que terminan siendo sobre representados? ¿Es un riesgo en el Distrito 14?

Si bien el actual sistema electoral, llamado “proporcional inclusivo”, ha mejorado la representatividad de sectores políticos y sociales históricamente excluidos en el Congreso, sigue teniendo importantes grados de desproporcionalidad que todavía lo hace electoralmente injusto. En esto influyen dos componentes del sistema electoral. Por un lado, la fórmula D’Hondt que, si no hay varias listas competitivas, termina sobrerrepresentando a la lista más votada en cada distrito. Por otro lado, y más determinante, es el tamaño o magnitud del territorio electoral. Cuando los distritos son más pequeños basta con tener la primera mayoría relativa para llegar a monopolizar la representación política. No obstante, los resultados de las parlamentarias de 2017 reflejan, aunque no a cabalidad, la posibilidad de que otras fuerzas políticas obtengan representación.

Hoy, a pesar de que el actual sistema electoral pueda castigar la dispersión, la existencia de cuatro o cinco listas competitivas en un ambiente de mayor pluralismo político, viabiliza las opciones de partidos y movimientos sociales que no son parte del mainstream mediático. Por ejemplo, esto sucedió en las recientes elecciones de convencionales y puede suceder en las parlamentarias, dando la posibilidad de que nuestra Lista, Dignidad Ahora, consiga uno o dos escaños. Hay que tener en cuenta que La Lista del Pueblo obtuvo más de 62 mil votos en mayo pasado, un grupo importante de electores que puede ver en Dignidad Ahora una alternativa que represente efectivamente sus ideas y sentires.

– Sin embargo las personas han dejado de creer en la política y especialmente, el voto como método para cambiar las cosas, ¿qué mensaje darías para convocar a la participación en las elecciones?

El 18 de Octubre de 2019 conseguimos instalar un proceso constituyente inédito. Un año después, fuimos parte del 80% que firmó en las urnas el fin de la Constitución de Pinochet. Tuvimos la oportunidad, y la aprovechamos, de elegir una Convención Constituyente compuesta en su mayoría por personas comunes. Hoy, podemos hacer que esos anhelos de cambio lleguen también al Congreso, para que esté a la altura del desafío histórico que nos impone una nueva Constitución. Sé que es difícil confiar en que solo con el voto podemos derrotar a la política corrupta y arrogante que nos ha gobernado. A pesar de ello, creo firmemente en el anhelo de alcanzar un Congreso que represente la diversidad política y social de nuestro país, tal como pasó con la Convención. Y para que ocurra, es hora de asumir el protagonismo que nos exige este trance histórico.

Por lo tanto, mi invitación es a volver a confiar, para construir una sociedad justa, igualitaria y digna. Necesitamos de todas las voluntades para que nuestras vidas cambien. Solo así podemos derrotar un poder elitista y excluyente, y construir el gobierno del pueblo, una real democracia. Chile despertó, pero nada cambia si no nos atrevemos a ir a por todo.

– ¿Cómo ha sido enfrentar una campaña como independiente en los territorios?

No es fácil enfrentar una campaña política en la que el despliegue de grandes recursos materiales de candidaturas tradicionales les permite tener mayor presencia territorial. Recursos que van desde los aportes económicos hasta el apoyo clientelar hacia quienes van a la reelección. No obstante, la conversación con muchas personas que viven en las comunas del Distrito 14 ha sido inspiradora y me ha permitido profundizar en problemas claves para ellas, como el agua potable, la brecha digital y conectividad, el precio del transporte público, el daño al ecosistema, el abuso de los peajes y la ausencia de apoyo para el desarrollo de las artes y la cultura.

Asimismo, la fuerza de mis convicciones y propuestas, así como el apoyo colectivo de mi movimiento, del pacto Dignidad Ahora y, especialmente, de mis compañeras y compañeros de diversas luchas, hacen que el optimismo no decaiga. Tenemos la certeza de que es el momento para consolidar en el Congreso el cambio impulsado por el 18-O.


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