El ministro de Educación de Bolivia, Adrián Quelca, presentó su dimisión al cargo este viernes 12 de noviembre, luego de que la Fiscalía lo imputara por el supuesto delito de tráfico de influencias y pidiera su detención domiciliaria.
En una rueda de prensa, el ahora exfuncionario negó las acusaciones sobre supuestas irregularidades durante un proceso de designación de cargos para el sistema educativo.
«Más temprano que tarde, la verdad me dará la razón», dijo el ministro saliente, al tiempo que agradeció la confianza depositada en él por parte del presidente Luis Arce.
La denuncia por presuntos hechos de corrupción la presentó hace tres meses la viceministra de Educación Superior, Aurea Balderrama, y en base a esa acusación la Fiscalía solicitó una imputación con fines investigativos.
«No queremos que estos hechos pretendan ser utilizados para empañar la recuperación de la democracia, el proceso de cambio y las acciones tendientes a mejorar las condiciones de vida de las bolivianas y bolivianos, porque se maneja mucha mentira, hay mucha difamación«, afirmó el docente boliviano.
Quelca culpó por ello a algunos «medios de comunicación, la derecha, la oligarquía y los enemigos de clase», que buscan «desvirtuar toda una gestión administrativa al frente del Ministerio de Educación».
El pasado 5 de noviembre, la fiscal de Materia Ingrid Rocío Feraudi imputó formalmente a Quelca y ordenó su detención domiciliaria por riesgo de fuga.
En relación a su posible captura, el exministro señaló que existen «plazos y pasos» procesales que se deben cumplir antes de que esa orden se ejecute.
Adrián Quelca asumió al frente de la cartera educativa el 8 de noviembre de 2020, y es el segundo funcionario que renuncia por supuestos actos de corrupción en un año que lleva de gobierno Luis Arce.
Fuente: RT.