Ambos, con sus negocios, han acudido a los paraísos fiscales para la elusión tributaria en Chile, endosando mandatos legales y representativos a sus cercanos. Ambos, con negocios con cargas ambientales y en el caso Kast, con sanciones desde la SuperIntendencia del Medio Ambiente y con protestas desde la ciudadanía en contra de proyectos con impactos (ver nota reportaje al final).
Piñera, ante las protestas por justicia social que alteraban los poderes y privilegios que representa, declaró en el marco del estallido social del 2019 «Estamos en guerra contra un enemigo poderoso, implacable, que no respeta a nada ni a nadie y que está dispuesto a usar la violencia y la delincuencia sin ningún límite, incluso cuando significa la pérdida de vidas humanas, con el único propósito de producir el mayor daño posible”, impulsando un estado de excepción propio de los regímenes autoritarios y fácticos, que terminaron con la violación de derechos humanos de miles de personas.
José Antonio Kast, también en la línea del enemigo interno, da cuenta en su programa de una amenaza represiva ideológica contra sectores de izquierda, promoviendo prácticas fácticas, ilícitas, inmorales e irregulares para que, en materia de orden y seguridad, impulsar la extensión del Estado de excepción con atribuciones exclusivas al presidente; o bien, la creación de una Coordinación Internacional Anti-Radicales de Izquierda para “ identificar, detener y juzgar agitadores radicalizados”, que se ha comparado con un nuevo Plan Cóndor. También, el arresto de personas fuera de lugares de centros formales de detención, entre otras aberraciones.
El candidato pinochetista y el actual presidente de derecha, ambos, están en contra del Acuerdo de Escazú, pacto sobre derechos humanos y medio ambiente. En su esencia está la protección de la vida y los derechos de las personas que defienden la naturaleza, derechos que deben ser resguardados para todas y todos quienes a lo largo de Chile y de América Latina deben enfrentarse en desigualdad de condiciones tanto a privados como a los mismos estados que deberían velar por su bienestar.
Ambos personeros de la derecha chilena empresarial, ven los ciclos de los ríos como un objeto a intervenir, desconociendo los ciclos hídricos y su importancia ecosistémica, de biodiversidad y de la vida de los territorios. Kast ha señalado en el programa “Candidato llegó tu hora”: «Cuando vamos al sur vemos los ríos que ¡botan agua al mar! ¡Nosotros no vamos a andar perdiendo el agua que botan AL MAR!». Por su parte, Sebastián Piñera durante su primer periodo presidencial, un 21 de mayo de 2013, manifestaba que: «el 84 por ciento del agua de los ríos se pierde en el mar».
El que los ríos descarguen sus aguas y sedimentos en el mar es parte del proceso natural conocido como el ciclo del agua. De acuerdo con los especialistas del (CR)2, esta descarga en el océano es de vital importancia porque: Contribuye con nutrientes y la consiguiente preservación de la biodiversidad costera; Conserva la geografía de estuarios y fiordos; Mantiene el normal funcionamiento de los ecosistemas a través de la circulación de agua salobre y marina, condiciones indispensables para la sobrevivencia.
Una de las mayores debacles que enfrenta la humanidad y la vida en el planeta es el calentamiento global, cuya principal responsabilidad han sido las industrias contaminantes extractivistas que ha acelerado el cambio climático, generando verdaderas catástrofes ambientales con profundas crisis hídricas en amplios territorios del planeta.
En Chile, la expansión de actividades industriales como la refinerías, fundiciones y relaves de la minería; los monocultivos de plantaciones exóticos de pinos y eucaliptus y sus plantas de celulosa (papeleras), todas con historiales de contaminación; el descontrol de la industria de energía el desborde de proyectos hoy disfrazándose de “hidrógeno verde”, son parte de los grandes problemas sociales y ambientales que enfrentan numerosos territorios y en vez de que se replantee este crecimiento económico lineal, tanto Piñera como Kast, son promotores de mantener el Status Quo.
Kast ha sido un negacionista del cambio climático, en especial sobre los orígenes que han intensificado el calentamiento global, sin embargo, en sus recientes nuevos ajustes de programa de gobierno y ante el amplio rechazo desde sectores de la ciencia, indicó que habrá “un conjunto de medidas para enfrentar el cambio climático y la sequía”.
Compartimos reciente reportaje: El prontuario tributario y ambiental de José Antonio Kast
El prontuario tributario y ambiental de José Antonio Kast
Los negocios Kast, que involucran principalmente al candidato presidencial pinochetista y como socio mayoritario a su hermano, Christian Kast Rist, incluyen mataderos que presentan un prontuario de impactos ambientales.
El jueves 14 de septiembre de 2006, José Antonio y Christian Kast Rist acudieron hasta la 51° Notaría de Santiago para firmar un mandato general. En la escritura, el entonces diputado UDI le encomendó a su hermano mayor “la gestión de todos sus negocios”, que involucraban tres sociedades anónimas que habían sido constituidas en 2003 en Panamá, país considerado internacionalmente como un paraíso fiscal, eludiéndose así de pagar impuestos en Chile.
Se trataba de Empresas e Inversiones Bavaria Limitada, Empresas e Inversiones Linderos Limitada y Empresas e Inversiones San Miguel Limitada. En las dos primeras, Christian se quedó con el 90% del capital y en la tercera, con el 60%. José Antonio Kast se quedó con el 10% de Bavaria y Linderos, y el 40% de San Miguel. Luego, formaron tres sociedades anónimas con los mismos nombres -Bavaria, Linderos y San Miguel- y replicaron los mismos porcentajes de participación de las limitadas. Un año más tarde, las sociedades anónimas se hicieron dueñas del 98% del capital de las limitadas.
Los negocios Kast, que involucran principalmente al candidato presidencial pinochetista y como socio mayoritario a su hermano, Christian Kast Rist, incluyen mataderos que presentan un prontuario de impactos ambientales. Uno de ellos presenta una Resolución de Calificación Ambiental (RCA) del 18 de diciembre del 2014, que involucró la modificación de Matadero Linderos en Paine, consistente en la adición de una nueva línea de cerdos y ovinos a la instalación ya existente, para procesar hasta 32.000 unidades/mes.
El otro, es el matadero Magallanes, ubicada en Barrio Industrial de Punta Arenas, sector La Puntilla. Aquí, la Superintendencia del Medio Ambiente procedió a formular cargos contra Cecinas Bavaria Ltda., debido a una serie de incumplimientos ambientales en su instalación.
Otro bullado proyecto que enfrentó resistencia desde la ciudadanía, es el Proyecto “Parque Zandía” en Paine, centro de eventos para 3.000 personas/día, en una superficie de aproximadamente 70.000 m2 y un total de 300 estacionamientos, que se pretendía construir en un lugar donde el Plan Regulador no lo permite, según ha denunciado el Comité Ambiental Comunal de Paine. Esta iniciativa sumó diversas observaciones ambientales, por lo que finalmente, luego de una serie de irregularidades, fue desistido.
Los cuestionamientos por impactos ambientales
Desde cargos por incumplimientos a la instalación del matadero Cecinas Bavaria Ltda., hasta reclamos por la ampliación que busca levantar el “Parque Zandia”, la ruta de información revela cómo la familia Kast ha debido enfrentar la institucionalidad ambiental.
El 15 de septiembre de 2015, la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) formuló cargos contra Cecinas Bavaria Ltda., por una serie de incumplimientos ambientales en su instalación Matadero Magallanes, ubicada en Barrio Industrial de Punta Arenas, sector La Puntilla. Dicha planta faena ganado ovino y bovino para el consumo de la zona.
Así lo informó en su ocasión la SMA, revelando que recibió una denuncia de la Junta de Vecinos R-6, “quienes explicaron que la empresa emanaba olores molestos provenientes de su proceso productivo, así como también de la descarga de Residuos Industriales Líquidos (riles) en las inmediaciones de la planta”, publicó el ente fiscalizador. Esto motivó a que realizaran inspecciones en terreno la Superintendencia de Servicios Sanitarios, la Seremi de Salud, y la Dirección Regional del SAG, todos de la Región de Magallanes.
Los equipos constataron varias irregularidades, como la falta de programación en la aplicación de purines, incumpliendo las exigencias de riego contenidas en la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) de la instalación, que tampoco cumplía con las exigencias de la RCA para el análisis de muestras de aguas subterráneas.
“También se consideró la omisión de monitoreos y análisis químicos en los riles rojo y verde, como también la superación de los límites para estos riles. La empresa también omitió la entrega de diversos monitoreos anuales respecto de parámetros de materia orgánica, nitrógeno, entre otros”, informó la SMA en 2015. Todas estas infracciones fueron calificadas como leves y graves por la Superintendencia.
Las nuevas instalaciones en Paine
La familia Kast, dueña de la cadena Bavaria con la cual poseen restaurantes y negocios de embutidos, planeaba ampliar sus instalaciones en Paine, buscando emplazar uno de sus restaurantes en un proyecto conocido como “Parque Zandia”, que abarca 70 mil metros cuadrados y pretende instalar un centro de eventos y cultural, más un sector de entretenciones infantiles con patio de comidas y áreas verdes con lagunas artificiales.
Pero, frente a la iniciativa que ya había iniciado los respectivos trámites de evaluación ambiental, el Comité Ambiental Comunal de Paine (Pers. Jurídica N° 0638/2013) informó sobre posibles irregularidades en la construcción del proyecto, el cual presentó los primeros días de febrero del año 2020 una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) ante el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), con el propósito de obtener la Resolución de Certificación Ambiental que le autorizara a construir dicho parque.
Estudiados los antecedentes, el Comité Ambiental Comunal, con fecha 19 de junio de 2020, envió al SEA y a la Superintendencia del Medio Ambiente una carta solicitando una fiscalización y anulación del proyecto pues presentaba varios vicios:
-El Parque estaba prácticamente construido sin haber obtenido la resolución respectiva por lo que cualquier observación que hicieran los organismos públicos caía en el vacío.
-El Proyecto se instaló en un lugar de la comuna donde el Plan Regulador no permite, expresamente, la instalación de un parque de entretenciones. Aquí incluso, como estrategia, cambiaron el nombre del proyecto.
-Es de conocimiento público la crisis hídrica en el país y en Paine en particular, pero pese a este escenario, el proyecto pretendía la creación de lagunas en el recinto.
-Dada la pandemia que estamos viviendo y la poca difusión de este proyecto, los y las vecinas de Paine, como también el Comité Ambiental Comunal, no tuvieron la posibilidad de participación ciudadana para hacer observaciones o reparos.
Posteriormente, el 12 de agosto de 2020, la Superintendencia del Medio Ambiente informó que había realizado una visita al terreno y elaboraron un informe de fiscalización ambiental que fue derivado a la Fiscalía del mismo organismo.
A propósito de la información de que la Comisión de Evaluación había puesto en tabla la vista del proyecto “Centro de Eventos y Cultura Parque Zandía, el Comité Ambiental Comunal de Paine decidió el 19 de abril de 2021, poner en sobre aviso a todos los organismos que participarían en la toma de decisiones sobre la solicitud de nulidad, adjuntando además fotografías sobre el estado de avance del proyecto en cuestión.
Luego, el 22 de abril del 2021, Cesar Barrales Betancur, abogado representante del proyecto, informó mediante una carta a la Comisión de Evaluación de la Región Metropolitana, el desistimiento del procedimiento de evaluación de impacto ambiental, por lo cual el Servicio de Evaluación Ambiental dio por desistido el proyecto “Centro de Eventos y Cultura Parque Zandía“.
El Comité evaluó finalmente de manera positiva la resolución de esta situación problemática denunciada y señaló que se mantendrá en alerta frente a eventuales nuevos intentos de reflotar esta iniciativa.
Es importante señalar que Kast, es un activo negacionista al cambio climático y frente a la catástrofe ambiental y crisis hídrica que viven diversos territorios, ha planteado intervenir ríos, hecho que atentaría contra los ciclos hídricos, sus ecosistemas y biodiversidades. «Cuando vamos al sur vemos los ríos que ¡botan agua al mar! ¡Nosotros no vamos a andar perdiendo el agua que botan al mar!», afirmó sin rubor el candidato pinochetista.
El Ciudadano