La Fiscalía General de Colombia acusó al guardia carcelario Marco Javier Morantes Pico como presunto responsable del secuestro, hace 21 años, de la periodista Jineth Bedoya Lima, quien fue torturada y abusada sexualmente.
El acusado es señalado del delito de «secuestro simple agravado», informó la Fiscalía en un comunicado, en el que señala que aunque no se le estableció medida privativa de libertad, se comunicó a Migración Colombia y a otras autoridades que garanticen que no salga del país y comparezca a los requerimientos judiciales.
De acuerdo con la institución, los hechos se remontan al 25 de mayo del 2000. Ese día, Bedoya acudió a la Cárcel Nacional Modelo de Bogotá para realizar una entrevista a Mario Jaimes Mejía, alias Panadero, un exintegrante de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC); y en la puerta del recinto fue atendida por Morantes, quien estaba encargado del filtro de acceso.
El acusado habría mantenido en espera a la periodista durante casi media hora. «La demora estaría pensada para que la víctima quedara sola y fuera abordada por un hombre armado que se la llevó en un carro a una bodega», dice la Fiscalía.
En ese lugar, Bedoya «fue retenida, torturada y abusada sexualmente», señala el comunicado. Posteriormente, un grupo de personas la trasladó a Villavicencio, en el departamento del Meta, a casi cuatro horas de distancia por carretera de Bogotá, donde fue abandonada en la vía pública.
La investigación arrojó que esta acción fue planeada por exintegrantes de las AUC y narcotraficantes privados de la libertad, con apoyo de algunos funcionarios de la fuerza pública y del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), que «actuaron en retaliación por las publicaciones que hacía la periodista sobre varios acontecimientos criminales que ocurrían en el establecimiento carcelario».
En octubre pasado, la Corte Interamericana de Derechos Humanos emitió un fallo sobre este caso, en el que señala que el Estado colombiano es responsable por la violación de los derechos a la integridad personal, libertad personal, honra, dignidad y libertad de expresión que sufrió Bedoya.
Fuente: RT.