En diálogo con Sputnik, el titular de uno de los ministerios más importantes del presidente Luis Arce relató cómo se elaboraron las medidas económicas que pusieron al Estado Plurinacional nuevamente a la cabeza del crecimiento en América Latina.
Durante los 11 meses de presidencia de Jeanine Áñez la economía cayó un 12,5%. Para el cierre de este 2021, el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, prevé una recuperación del Producto Bruto Interno (PBI) superior al 5%, una de las mayores de la región. ¿Cómo se pudo pasar de la decadencia económica dejada por el golpismo al impresionante crecimiento que se evidencia este año? ¿Qué previsiones tiene el Gobierno para 2022?
El ministro Montenegro compartió con Sputnik su análisis sobre el primer año de Gobierno de Luis Arce. Este periodo estuvo marcado por la recuperación de la democracia y, también, por el repunte de la economía boliviana, seriamente afectada por las decisiones de Áñez (2019-2020) en el marco de la pandemia de COVID-19.
Montenegro relató en qué situación se encontró el ministerio cuando Arce le entregó las llaves, en noviembre de 2020: «Teníamos la idea de que nos habían dejado 17.000 millones de pesos bolivianos [2.456 millones de dólares], porque así lo había afirmado el exministro de Economía Branko Marinkovic un mes antes de dejar el cargo».
Pero al ocupar su oficina, Montenegro evidenció que solamente tenían disponibilidad de 3.000 millones de bolivianos [434 millones de dólares]. La situación era desesperante: «Esa suma nos alcanzaba para pagar la planilla de un mes. Más recursos no existían».
Durante su campaña para la presidencia, Arce se había comprometido a otorgar el Bono Contra el Hambre a millones de personas, como una manera de reactivar la economía estancada. «Lo que hemos hecho es ir colocando medidas de oferta y demanda», explicó el ministro.
«Como lo prometió el presidente, cumplimos y pagamos el bono a partir del 1º de diciembre de 2020», indicó. El Bono Contra el Hambre llegó con 1.000 bolivianos (150 dólares) a más de cuatro millones de ciudadanas y ciudadanos. Una porción importante de los 11,5 millones de habitantes que tiene Bolivia.
«Fueron 435 millones de Bs [600 millones de dólares] insertados en la demanda interna», remarcó la autoridad.
La elección de Montenegro
El presidente Arce fue ministro de Economía desde el comienzo del Gobierno de Evo Morales (2006-2019). Cuando se volvieron a celebrar elecciones democráticas, en 2020, Arce pasó a manejar el Ejecutivo y nombró a Montenegro para ocupar su asiento en el Gabinete.
«Con el hermano presidente hemos trabajado varios años. Lo he acompañado en la Red de Análisis Fiscal, como jefe de esa división que le proveía datos macroeconómicos. Posteriormente fui presidente del Banco de Desarrollo Productivo (BDP) por siete años», recordó el ministro.
El ministro de Economía de #Bolivia, Marcelo Montenegro, comentó cómo obtuvo la confianza del presidente Luis Arce (el economista más prestigioso del país) para quedar a cargo de una de las carteras más importantes del Estado.
«Bajo su directriz, hemos logrado que un banco pequeñito vaya creciendo de forma importante, apoyando a productores. Son elementos que él ha considerado al momento de mi nombramiento», efectuado el 9 de noviembre de 2020.
«Trabajamos con sus mismas directrices [del presidente Arce] y siempre en su lógica no-autocomplacencia. Logramos un buen resultado, pero no nos quedamos ahí. Esto continúa. No hay momento para mirar los buenos resultados, sino que debemos seguir buscando nuevos resultados positivos», sostuvo.
«Es la lógica con la cual nos ha imbuido el presidente, y nos la sigue exigiendo en la actualidad», contó Montenegro.
Desastres económicos del golpismo
Para defender al Gobierno ilegítimo de Áñez, la oposición afirma que durante 2020 no solamente cayó la economía de Bolivia, sino la de todos los países del mundo, debido a las restricciones a la circulación impuestas para enfrentar la pandemia de COVID-19.
Pero el ministro sostuvo que es una falacia. «Hay que señalar que el Gobierno de facto manejó muy mal las finanzas públicas. De hecho, la actividad económica durante el primer trimestre de 2020 ya tenía una variación cercana a cero. Eso significa que la economía no crecía, que ya estaba rumbo a generar un escenario de recesión», aún antes de que llegara la pandemia a Sudamérica, en marzo de ese año.
«Sin pandemia, la economía estaba mal administrada. Pidieron créditos de liquidez al Banco Central por más de 25.000 millones de Bs, una cifra cercana a 3.800 millones de dólares», dijo el ministro.
Y redundó: «Definitivamente hubo un mal manejo macroeconómico del país. Se perdieron reservas por más de 1.600 millones de dólares».
Con la llegada de Arce a la presidencia, el Gobierno implementó el FARIP (Fideicomiso de Apoyo a la Reactivación de la Inversión Pública) con 2.000 millones de Bs para que los municipios tomaran crédito y así pudieran concluir obras desatendidas por el surgimiento de la pandemia.
Con el FARIP también se generan empleos e ingresos, «un círculo virtuoso en cada localidad», advirtió el ministro.
El Gobierno también creó el FOSIP, un fondo de 1.261 millones de Bs (182 millones de dólares) destinado al desarrollo productivo y la sustitución de importaciones.
Este fondo presta a una tasa del 0,5% a pequeños y medianos emprendedores: «Ya se ha colocado casi el 50% de este fondo», dijo Montenegro. Un requisito para el otorgamiento del crédito consistía en que los insumos adquiridos fueran de industria boliviana.
Con la finalidad de mejorar la capacidad productiva, el Gobierno decidió eliminar por un año el cobro del IVA (Impuesto al Valor Agregado) a las importaciones. «Ahora la tasa es cero para importar bienes de capital dirigidos a la agricultura, al sector industrial, la construcción o la minería», dijo el ministro.
Economía de pandemia
Montenegro resaltó el trabajo realizado por el Gobierno de Arce para garantizar la llegada de vacunas anti-COVID-19, así como pruebas de antígeno nasal que se ofrecen de manera gratuita. Hasta el momento, el país cuenta con 21,5 millones de dosis, lo cual da tranquilidad a la población para desarrollar sus actividades, mientras mantengan los protocolos de bioseguridad.
«Hay disponibilidad y certeza de que la gente puede recurrir gratuitamente a vacunarse. Así se logra la inmunización masiva, lo cual ha dado certidumbre a las actividades. De esta forma el turismo, la hotelería y el transporte aéreo se están reactivando», manifestó.
En este contexto, resaltó que en febrero de 2022 se realizará otra vez el carnaval de Oruro. Es el más grande del país, por eso «ya está generando mucho empleo y actividad económica para el departamento».
El ministro destacó que el Gobierno también intervino para que se renegocien los créditos bancarios, ya que la mayoría de los prestatarios habían sido afectados en sus ingresos por la pandemia.
«Hemos aplicado medidas de manera oportuna. Por ello, de tener una variación negativa de -12,9% en el primer semestre de 2020, en el primer semestre de 2021 la economía crece en un 9,4%», informó el ministro.
«Se han reactivado muchos sectores. Esto se evidencia en el valor de las ventas facturadas en restaurantes, donde se registra una recuperación del 36%. En transporte aéreo, del 49%; en hoteles, del 38%».
En este aspecto, Montenegro indicó que la cantidad de empresas registradas pasó de 11.800 en 2020 a 17.000 en 2021, lo cual representa un crecimiento del 44%.
Inflación, exportaciones, desempleo
«La inflación está controlada. Vamos a terminar el año con una inflación cercana al 1%, la más baja de la región», aseguró Montenegro. Y destacó que el déficit fiscal «en la gestión anterior terminó con el 12,5%. Hoy perfilamos terminar con un déficit cercano del 8,5%».
El ministro expuso que la balanza comercial deja superávit para Bolivia: «Las exportaciones han aumentado de manera importante. Las exportaciones son por 9.000 millones de dólares, mientras las importaciones tienen un valor de 7.400 millones de dólares. Hemos generado una balanza comercial positiva de 1.584 millones de dólares».
En este sentido, apuntó que también creció la recaudación tributaria en un 14%. Pasó de 38 millones de Bs en 2020 a 44 millones de Bs en este año.
Montenegro indicó que la tasa de desempleo bajó notablemente. En julio de 2020, era del 11,6%. Un año más tarde es del 5,2%.
«De tener 3,65 millones de trabajadores, caímos a 3,14 millones en la peor parte de la pandemia (en 2020). Hoy ya son 4,2 millones de trabajadores, especialmente insertos en la industria manufacturera», reveló el ministro.
Previsiones para 2022
En 2022 se prevé que la economía crezca un 5,1%. Para asegurar que la circulación monetaria no se estanque, el presupuesto general —que será de 235.000 millones de Bs (34.000 millones de dólares)— destinará el 16,6% —unos 39.000 millones de Bs (5.365 millones de dólares)— al financiamiento de obras públicas.
En estos días, como en la mayor parte del mundo, la población boliviana está abocada a preparar las celebraciones de Navidad y Año Nuevo. Son tiempos de consumo desmedido, también de uso intensivo de transporte público de mediana y larga distancia. A la vez, es un lapso de reflexión individual sobre qué se hará en 2022 para mantenerse a flote.
¿Qué quisiera decirle al pueblo boliviano? «Les transmito un mensaje de esperanza, porque las condiciones están dadas», dijo Montenegro. Y aseguró que el incentivo del IVA cero para la importación de bienes de capital «posibilita que muchos bolivianos retornen al país con su maquinaria, sus equipos».
Agregó: «Hay mucha esperanza, mucha previsión de que la economía va a funcionar mejor en 2022. Le digo al pueblo boliviano que estamos generando todas las condiciones macroeconómicas, así como todos los incentivos por lado de la oferta y de la demanda».
En este sentido, sostuvo que «no es fácil reconstruir nuestra economía, lastimada en 2020. Calculábamos que este proceso nos iba a tomar un año y medio o dos, pero se está avanzando de manera importante. Creemos que el pueblo boliviano así lo está sintiendo».