Dos millones y medio de ciudadanos italianos se encuentran en absoluta pobreza y tienen enorme dificultad en llegar a fines de mes. Son datos del Instituto Nacional de Estadística que da un cuadro preciso sobre la crisis económica que está atravesando la península itálica.
Es una crisis global y de esto no hay duda, en las 480 páginas del detallado informe, se evidencian los problemas financieros de una familia sobre cinco, una porcentual de 6,3% no llegan a finales del mes.
Durante el pasado año, la mayor parte de estas familias ha tenido dificultades para gastos de vida cotidiana. Ahora esta crisis se ha hecho sentir en el mercado del trabajo determinando una nueva figura de “desocupado”. Se trata de una persona entre los 35 y 55 años de edad, con un nivel de instrucción media que ha perdido su trabajo de dependiente en el campo industrial.
La crisis económica afecta también de manera pesante a las personas que han escogido Italia para poder trabajar y tener una vida mejor. Siempre el Instituto Nacional de Estadística en su informe nos da cuenta que la desocupación de la población extranjera en Italia en el año 2008 es del 8,5%, correspondiente a 162.000 personas en busca de trabajo.
Esta crisis del trabajo inmigrante no afecta el trabajo femenino que incluso ha disminuido el porcentaje de desocupación. Ellas se ocupan de cuidar a ancianos, a enfermos, y en el campo profesional se requieren enfermeras con título.
Según el Instituto Nacional de Estadística, los extranjeros residentes en Italia con regular permiso de trabajo son casi 4.000.000. Los inmigrantes de ciudadanía no europea han aumentado durante el 2008, en particular los indues, chinos y latinoamericanos.
A diferencia de la italiana, la crisis no ha afectado la natalidad entre la población extranjera. Nacen el doble de hijos de inmigrantes contra los hijos de italianos. Los menores de edad superan las 900.000 unidades, de los cuales casi 600.000 han nacido en Italia y representan la segunda generación de inmigrantes.
En las clases elementales, durante el año académico 2003-04, los niños hijos de inmigrantes eran 575.000 con un aumento del 87% respecto al año precedente, constituyendo el 7,7% de la población estudiantil total.
En las clases media y superior los alumnos extranjeros son el 4,3% de la totalidad. A diferencia de los italianos, los extranjeros prefieren que sus hijos estudien en institutos profesionales de modo que ingresen inmediatamente en el mundo del trabajo
Otro dato del Instituto Nacional de Estadística se refiere a la llegada en Italia durante el año 2008 de un mayor número de ciudadanos extracomunitarios (no pertenecientes a la U.E.) respeto a los comunitarios (pertenecientes a la U.E.), 247.000 los primeros y 185.000 los segundos.
En campo sanitario, los inmigrantes se someten poco a controles preventivos como glicemia o colesterol, igualmente a visitas especialistas, muchos por miedo a las nuevas disposiciones del gobierno italiano que obliga a los médicos a denunciar a los inmigrantes indocumentados.
Rodolfo Faggioni
Roma
El Ciudadano