Rusia sobre reunión con la OTAN: reveló muchas divergencias sobre cuestiones fundamentales

"Si nuestro territorio se considera un objeto al que apuntar con armas de ataque, […] tomaremos todas las medidas necesarias para defendernos de las amenazas de medios militares", advirtieron desde Moscú

Rusia sobre reunión con la OTAN: reveló muchas divergencias sobre cuestiones fundamentales

Autor: Marian Martinez

El viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Alexánder Grushkó, ha comentado este miércoles 12 de enero la reunión con la OTAN sobre las garantías de seguridad.

El vicecanciller, que era uno de los jefes de la delegación rusa junto con el viceministro de Defensa, Alexánder Fomín, destacó que Rusia y la OTAN no tienen «una agenda del día unificadora y positiva».

Al calificar la conversación con los representantes de la alianza, el alto funcionario resaltó que fue «bastante franca, directa, profunda, intensa, pero al mismo tiempo reveló muchas divergencias sobre cuestiones fundamentales«. Agregó que uno de los principales problemas en ese sentido es «que la OTAN entiende el principio de indivisibilidad y seguridad de forma selectiva: a ojos de la OTAN sólo existe para los miembros de la alianza».

En cuanto a la actuación reciente del bloque trasatlántico, Grushkó resaltó «el giro de la OTAN hacia los esquemas de seguridad de la Guerra Fría» y prioriza el objetivo de la disuasión de Rusia. Como tal, esa política generará una respuesta similar por parte de Moscú, advirtió el diplomático: «Si la OTAN pasa a la política de disuasión, por nuestra parte habrá una política de contradisuasión. Si hay intimidación, habrá contraintimidación. Si se trata de una búsqueda de vulnerabilidades en el sistema de defensa ruso, también habrá una búsqueda de vulnerabilidades en la OTAN».

«No es nuestra elección, pero no habrá otro camino si no logramos […] cambiar hoy el peligroso curso de acontecimientos», añadió el vicecanciller.

«De forma muy honesta, directa […], indicamos que un mayor deterioro de la situación llevaría a las consecuencias más imprevisibles y más nefastas para la seguridad europea. Rusia no está de acuerdo con este escenario y las medidas que proponemos hoy […] permiten invertir fundamentalmente esta situación, volver a construir una seguridad europea basada en principios comunes en interés de todos, y esto mejorará no solo la seguridad militar de la Federación Rusa, […] sino también la de los propios países de la OTAN», señaló Grushkó.

Al mismo tiempo, el diplomático señaló que Moscú se reserva todos los métodos para tratar las amenazas directas provenientes desde los países miembros de la OTAN. «Rusia ha indicado: tenemos un conjunto de medidas técnico-militares legítimas que aplicaremos si sentimos amenazas reales para la seguridad.[…] Si nuestro territorio se considera un objeto al que apuntar con armas de ataque, […] tomaremos todas las medidas necesarias para defendernos de las amenazas de medios militares, si no resultan ser políticos», dijo.

Hablando de la política de puertas abiertas de la OTAN, que fue defendida durante las conversaciones por la otra parte, Grushkó indicó que no se trata de un principio eterno de la alianza. Según el diplomático, a finales de los 1980 e inicios de los 1990 varios líderes de los países miembros del bloque aseguraban a los dirigentes soviéticos que la OTAN no se expandiría al este de sus límites previos a la caída del muro de Berlín. Tampoco es un método racional de alcanzar la seguridad, sostuvo.

Trazando paralelos históricos, […] recordamos que en 1962 Cuba eligió su propio camino de seguridad. Fue una elección libre», dijo Grushkó, refiriéndose a la Crisis del Caribe. «Pero la salida [de la crisis] no se basó en seguir unos principios, sino en un equilibrio muy racional de los intereses militares, que ayudó a alejar al mundo de una línea muy peligrosa», afirmó.

«Los intereses racionales en el fortalecimiento de la seguridad europea exigen que se entienda claramente que una nueva expansión de la alianza conlleva riesgos que superarían cualquier decisión de seguir extendiéndose», agregó.

La postura de Moscú acerca de la situación en Ucrania, que sí estaba entre los temas principales de la reunión, «es absolutamente comprensible: la desescalada es posible», señaló Grushkó. Precisó que, para alcanzar este objetivo, «en primer lugar, hay que obligar a las autoridades de Kiev a aplicar plena e incondicionalmente los acuerdos de Minsk, que forman parte del derecho internacional como resultado de la resolución 2052 del Consejo de Seguridad de la ONU».

«Si se aplican los acuerdos de Minsk, no habrá ninguna amenaza para la seguridad y la integridad territorial de Ucrania. Para facilitar esa desescalada, […] los países de la OTAN deberían cesar toda la ayuda militar a Ucrania, dejar de suministrarle armas, retirar a los inspectores, instructores, oficiales y soldados, tal y como estipulan las disposiciones pertinentes de los acuerdos de Minsk», indicó el diplomático.

Previamente, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, informó que durante las negociaciones el bloque rechazó las propuestas rusas sobre la no expansión y no militarización de sus miembros recientes», pero expresó «la necesidad de reanudar el diálogo» con Moscú.

Fuente: RT.


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