Estatua de Merino: Hijo de Arturo Araya Peeters, edecán naval de Allende asesinado en 1973, se suma a recurso contra la Armada

"Rendir homenajes a quien tuvo una responsabilidad específica en los crímenes cometidos por la Armada y una responsabilidad genérica en todos los crímenes de la dictadura, es todo lo contrario a entregar garantías de no repetición: es amenazar precisamente con repetición", afirmó Pedro Araya Corominas.

Estatua de Merino: Hijo de Arturo Araya Peeters, edecán naval de Allende asesinado en 1973, se suma a recurso contra la Armada

Autor: Absalón Opazo

El hijo del comandante Arturo Araya Peeters, edecán naval del Presidente Salvador Allende asesinado el 27 de julio de 1973 en Santiago durante una asonada callejera del grupo Patria y Libertad, se hizo parte del recurso de protección que busca que la Armada de Chile retire la estatua del almirante golpista y genocida, José Toribio Merino, del frontis del Museo Marítimo en Valparaíso.

Recordemos que este recinto se encuentra emplazado en el concurrido paseo mirador 21 de Mayo, punto obligado de visita para turistas, y desde el cual es posible apreciar la estatua de Merino.

Tampoco hay que olvidar que una vez instalado en el poder, Merino indultó a los miembros de Patria y Libertad que estaban condenados por el crimen de Arturo Araya Peeters, quien murió por un balazo mientras se encontraba en el balcón de su casa en la comuna de Providencia.

Así, de acuerdo al documento judicial, Pedro Araya argumentó el hacerse parte del proceso pues «como chileno, aspiro a que se establezcan garantías efectivas de no repetición de las gravísimas violaciones a los Derechos Humanos cometidas durante la dictadura militar en la que Toribio Merino ejerció un gran político».

«En concreto, Merino, el usurpador del cargo de comandante en jefe de la Armada de Chile, fue el segundo cargo más importante después del dictador Pinochet. Rendir homenajes a quien tuvo una responsabilidad específica en los crímenes cometidos por la Armada y una responsabilidad genérica en todos los crímenes de la dictadura, es todo lo contrario a entregar garantías de no repetición: es amenazar precisamente con repetición», agrega Araya Corominas.

Lee el documento completo a continuación:

El Presidente Allende y el comandante Araya en 1973.

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