La Red Chile Despertó Internacional y la Red Feminista de Chilenxs Migrantes lanzaron una propuesta de norma constitucional que tiene como objetivo la defensa de los derechos y participación ciudadana de las y los chilenos que se encuentran en el exterior.
La norma está respaldada por 10 constituyentes y se presenta tras una revisión y análisis de las propuestas de cabildos autoconvocados de chilenas y chilenos residentes en más de veinte países.
«A pesar de que actualmente más de un millón de chilenos residen de forma temporal o definitiva en el extranjero, sus derechos ciudadanos son, hasta el momento, limitados solamente a las elecciones presidenciales o parlamentarias y plebiscitos, sin derecho a participar de otras instancias soberanas, como son, por ejemplo, las elecciones de constituyentes», refiere nota de prensa.
En este sentido, las organizaciones manifestaron que en la nueva Constitución – redactada por los miembros de la convención – debe reconocer el derecho a la autodeterminación y la auto-adscripción.
Al respecto, recalcaron que uno de los derechos que deben mantenerse es la ciudadanía ya la nacionalidad chilena.
En este punto, la propuesta detalla que cada persona «pueda optar a la doble nacionalidad en el territorio que habita, sin ser obligada a renunciar a una parte de su identidad».
De igual forma, se busca «reparar la situación de personas chilenas exiliadas y su descendencia, quienes no han podido obtener la ciudadanía dado el requisito de avecindamiento. A partir de las políticas públicas que emanen de este requerimiento constitucional, habilitar a niñeces y adolescencias el poder de decisión respecto a su identidad, cumplida la mayoría de edad».
La propuesta señala que, al incluir estos derechos a la nueva Carta Magna, se podrá reconocer y reparar a los chilenos que se encuentran en el exterior, ya sea por migración forzada por exiliados por motivos políticos.
De acuerdo con la iniciativa Nº 18.494, la nueva Constitución debe reconocer el derecho a la autodeterminación y la autoadscripción. La ciudadanía y la nacionalidad deben quedar plasmadas como irrenunciables, a fin de que cada persona pueda optar a la doble nacionalidad en el territorio que habita, sin ser obligada a renunciar a una parte de su identidad. Así también reparar la situación de personas chilenas exiliadas y su descendencia, quienes no han podido obtener la ciudadanía dado el requisito de avecindamiento. A partir de las políticas públicas que emanen de este requerimiento constitucional, habilitar a niñeces y adolescencias el poder de decisión respecto a su identidad, cumplida la mayoría de edad.
A su vez, la nueva Constitución debe reconocer las especificidades de la diáspora chilena, reconocer la “Región Exterior” como un territorio especial, que es creado y sostenido material y simbólicamente por quienes formamos parte de la diáspora. A partir de este reconocimiento, se nos garantiza el derecho a elegir en elecciones nacionales, y a ser elegidos por votación popular a cargos de representación de la región exterior.
La iniciativa popular de norma constitucional puede apoyada de la web de la Convención, a través del siguiente enlace