La abogada constitucional y experta en migración, María Montoya, expresó su opinión con respecto al contexto actual de la migración venezolana, así como los procesos de algunos países para recibir a los connacionales y los recursos otorgados por organismos internacionales en programas de ayuda para venezolanos en el exterior.
En entrevista con el periodista Vladimir Villegas, en su programa Vladimir a la Una por el canal de noticias Globovisión, Montoya aseguró que “en la medida en que la situación del país tenga un reflejo político tan marcado, la migración no va a cesar”, al tiempo que explicó que en el país están ocurriendo dos fenómenos: Migración interna y externa, “digamos que las personas que están migrando hay dos direcciones no solo los que salen, sino los que están regresando”.
Sin embargo, señaló que pese a que muchas personas están regresando al país, por el tema de que “se arregló”, aclaró que las métricas solo se refieren a la capital venezolana.
“El cambio se ve solo en Caracas, porque en otras ciudades del país se sigue observando largas colas para surtir gasolina y desabastecimiento de alimentos y medicamentos”, añadió.
Asimismo, aseveró que es un tema complejo el decidir regresarse a Venezuela, “es que no ha estado fácil la situación afuera para los venezolanos, porque la migración de Venezuela ha sido totalmente atípica; de los 35 países que conforma América, hay 16 que piden visas para los venezolanos y a nivel global son 99 los países que exigen este estatus”.
Por lo tanto, señaló que muchos de los migrantes deciden salir del país por vías irregulares, lo que pone en riesgo su vida, como es el caso del pago a los llamados “coyotes” para cruzar las fronteras. “Entiendo que migrar es un derecho humano que todos tenemos pero hacerlo de manera ilegal representa un gran riesgo”.
La abogada añadió que “es lamentable que nuestros paisanos utilicen la desgracia con fines lucrativos. Me refiero a los coyotes que ya no son mexicanos nada más, también hay maracuchos involucrados en este tipo de negocios que cobran entre 3 mil y 8 mil dólares por trasladarlos hasta las fronteras”, dijo, aunque no mencionó la relación del gobierno de Estados Unidos en el entramado de corrupción.
También opinó que dadas las circunstancias burocráticas y alto costo de los trámites de identificación migratoria dentro del país suramericano, algunos venezolanos deciden cruzar las fronteras a pie o en embarcaciones.
“La mayoría de estas personas vienen de estratos sociales muy bajos donde no tienen los recursos para comprar un boleto de bus o en donde sencillamente su adquisición económica es inexistente, son personas que en el país reciben ayuda de la administración del Gobierno actual y ese pensamiento se enraíza tanto que supone que cuando viajan piensan que los van a ayudar”, señaló.
Explicó que esa es una de las razones por las cuales, algunos países actúan con xenofobia o aporofobia hacia los connacionales. “Los venezolanos que viajaban antes con Cadivi eran bien recibidos en el exterior con alfombra roja. Ahora hay un rechazo porque son venezolanos en situación de pobreza”.
Desde su experticia desconoce las razones por las cuales el Gobierno nacional, no se pronunció ante las declaraciones del ministro de Trinidad y Tobago, respecto a la muerte de un menor de edad por parte de la guardia costera de dicho país.
Aunque Montoya indicó que en esas declaraciones “se evidenció que Trinidad y Tobago no entendió la gravedad de la situación, se perdió la vida de un niño indistintamente la nacionalidad. ¿Por qué envestir la embarcación de manera violenta?”, cuestionó.
“El Estado venezolano y las organizaciones que apoyan la migración venezolana, deberían hacer hincapié con respecto a esta situación. Trinidad y Tobago tienen una marcada tendencia negativa en contra de los venezolanos”, destacó.
Finalmente, denunció las irregulares en los planes y programas de protección a los migrantes venezolanos en Colombia, al detallar que dicho país ha recibido 2.021 millones de dólares en conjunto con Perú al que le fue otorgado 201 millones dólares, y Ecuador con 217 millones dólares de los cuales no se justifica con claridad los gastos realizados.
“Estos tres países son los que más han recibido dinero en el mundo para desarrollar el plan. La mayoría de las donaciones vienen de Estados Unidos. La pregunta es, ¿dónde queda el dinero para la ayuda a los venezolanos, en qué se invierte. Hay que determinar el plan de inversión o distribución del dinero, no se ve claro en qué se gasta el dinero”, dijo Montoya.
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Denunció las irregulares en los planes y programas de protección a los migrantes venezolanos en Colombia, Ecuador y Perú. También denunció la situación en la frontera de México y Estados Unidos.