Ante la falta de instalaciones en suelo patrio, la élite nacional del deporte de hielo se ve obligada a instalarse en otros países para poder desarrollarse con garantías. De resultas, la práctica profesional del patinaje artístico y el de velocidad, el hockey, el snowboard o el skeleton es sinónimo de emigración.
Los Juegos de Invierno en Pekín están deparando algunos éxitos al equipo olímpico español. La rider catalana Queralt Castellet, por ejemplo, ganó la medalla de plata en la modalidad de snowboard halfpipe y la pareja conformada por los patinadores Olivia Smart y Adrián Díaz obtuvo un diploma olímpico en danza sobre hielo gracias a su octava posición.
Pero tanto Castellet como Smart y Díaz no entrenan en España, sino que residen durante largas temporadas en el extranjero, donde pueden acceder a las instalaciones necesarias para acometer su preparación. En el caso de la primera, su periplo incluye países como Nueva Zelanda, Suiza o EEUU, donde estuvo entrenando en el halfpipe más grande del mundo antes de acudir a Pekín. La pareja Smart y Díaz tiene su base en Montreal (Canadá). Y no son los únicos. De hecho, la totalidad de la élite española de los deportes de hielo es emigrante. Y parte de la de los deportes de invierno es nómada.
No existe en España un Centro de Alto Rendimiento (CAR) para deportes de hielo, aunque su apertura está prevista para 2024 en las inmediaciones de Barcelona. Mientras tanto, el equipo de patinaje de velocidad (nueve integrantes) se concentra permanentemente en Inzell (Alemania). Otra veintena se desplaza hasta allí desde la península de forma regular para entrenar y tomar parte en competiciones. Los jugadores de hockey sobre hielo se reparten entre Europa y las universidades de EEUU y Canadá.
Españoles por el mundo
Los abanderados de España en la ceremonia de inauguración, Queralt Castellet y Ander Mirambell, ejemplifican como nadie el trasiego de todo este contingente de deportistas. Es una carrera de obstáculos y, en el caso de Mirambell, especialista en skeleton, una historia de supervivencia en la que se mezclan el ingenio, la ansiedad y la negociación.
Como él mismo declaró al diario Mundo Deportivo, su historia da para una serie en Netflix. No obstante, parte de su entrenamiento ya lo puede acometer en el CAR de Sant Cugat (Barcelona), donde la Real Federación Española de Deportes de Hielo (RFEDH) ha podido instalar una pista de empuje de 50 metros para trabajar la técnica.
Pero el ejemplo sintomático lo ilustran los patinadores artísticos. Si Díaz y Smart están en Montreal, Laura Barquero y Marco Zandrón residen en Bérgamo (Italia); Eloanne Ogor y Raúl Bermejo entrenan en Lyon (Francia), ciudad donde Sofía Val continúa entrenándose a la espera de encontrar una pareja; Dorota Broda y Pedro Betegón lo hacen en Bérgamo (Italia); Tomás Guarino en Egna (Italia) y Sara Hurtado y Kirill Jalyavin, cuyo resultado en el Mundial de 2021 otorgó una plaza olímpica para España en estos Juegos, continúan en Moscú.
En cuanto a los deportistas de la Real Federación Española Deportes de Invierno (RFEDI), estos también salen a otros países a entrenarse en las modalidades de esquí alpino, snowboard o freestyle, sobre todo cuando hay poca nieve en el país. Pero en España pueden entrenar en Sierra Nevada (Granada) o en los Pirineos. No obstante, en los últimos años viene siendo habitual que la RFEDI los lleve, sobre todo en pretemporada, a la estación suiza de Saas Fee, donde se sitúan las instalaciones de la Casa España.
Medios modestos
Las razones de esta situación estriban tanto en la falta de instalaciones concretas (no hay pistas de skeleton ni halfpipes, por ejemplo) como a la escasez de oportunidades. Los patrocinios privados pueden ser incompatibles con los de corte oficial que ofrece la RFEDH, pudiendo resultar en la imposibilidad de participar en campeonatos internacionales. Así ocurrió en 2019, cuando Queralt Castellet estuvo a punto no acudir a la Copa del Mundo debido a estas divergencias.
Los resultados del deporte de hielo español en los últimos ciclos olímpicos y unas necesidades organizativas mayores han propiciado en los últimos cuatro años un incremento de los recursos financieros en la RFEDH de un 20%, fruto de la recepción de subvenciones y la generación de recursos propios.
En 2021 el Consejo Superior de Deportes (CSD) concedió a la RFEDH algo más de medio millón de euros con destino a la preparación de los deportistas con posibilidades de participar en Beijing 2022. De esta cifra, se invirtió una partida de 289.000 euros en la preparación específica de cara a los Juegos de cinco patinadores, de los que Adrián Díaz y Olivia Smart ya han obtenido un diploma olímpico.
Fuente Sputnik
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