Hoy se cumple una semana desde que la iniciativa de norma “Servicio Nacional para la Crisis Climática y Ecológica” fue presentada y aprobada en general en la Comisión de Medio Ambiente de la CC, con 13 votos a favor y 3 en contra. La propuesta plantea la creación de una institución autónoma a los gobiernos de turno que dé respuesta de manera integral a las emergencias climática y ecológica actuales.
Si bien la propuesta inicial contaba con cuatro artículos, en la votación del pasado viernes la constituyente Trinidad Castillo (CS) solicitó separar la votación, medida que resultó en el rechazo del cuarto artículo -por falta de quórum- que apuntaba específicamente a la conformación del Consejo Directivo del posible nuevo organismo.
“Nuestra legislación actual es deficiente, no tiene una mirada multisectorial para hacer frente a la crisis climática. Está debe enfrentarse con una mirada conectada a los principios precautorios y eco sistémicos”, asegura la vocera del Movimiento Socio Ambiental Comunitario en Defensa del Agua y el Territorio (MOSACAT), Pamela Ramírez.
El largo recorrido de la iniciativa
Durante el segundo semestre del año pasado una propuesta similar fue presentada por el equipo de MOSACAT y por integrantes del Movimiento Socio Ambiental de Maipú y Cerrillos. Se trataba de una oficina de cambio climático para la Municipalidad de Cerrillos que no prosperó.
Pero dichas agrupaciones no desistieron y en enero de este año presentaron la iniciativa popular de norma que proponía la creación del Servicio Nacional para la Crisis Climática y Ecológica. Debido a la demora en el proceso de publicación de la iniciativa para que esta pudiera ser votada por la ciudadanía, se dieron cuenta que no lograrían conseguir las 15 mil firmas en el poco tiempo que quedaba.
Por ello decidieron cambiar de estrategia y buscaron el apoyo de constituyentes para que esta iniciativa pudiera ingresar directamente a la discusión constitucional. Fue así como el primer día de febrero el convencional por el Distrito 14, Francisco Caamaño, solicitó el ingreso a la Convención de la iniciativa de norma convencional referente a la misma propuesta.
Este ingreso se hizo posible gracias al patrocinio de otros 13 convencionales: Carolina Videla, Marco Arellano, Valentina Miranda, Lisette Vergara, Carolina Vilchez, María Rivera, Bessy Gallardo, Jorge Baradit, Cristóbal Andrade, Claudio Gómez, Cesar Uribe, Loreto Vallejos y Francisca Arauna.
Las consecuencias del cambio climático y el Servicio Nacional para la Crisis Climática y Ecológica
“Chile sufre unas de las peores sequías de su historia, la que se puede observar en la zona central del país que lleva al menos 12 años con escasez de agua, además de mínimas precipitaciones bajo rangos normales. Este déficit ha continuado (…) disminuyendo los caudales de ciertos ríos, sumado a la demanda de este recurso”, determinó el Informe Anual 2020 de Medio Ambiente del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
La mega sequía es mencionada en la solicitud de ingreso de la iniciativa de norma convencional junto a las consecuencias negativas para la salud pública, la soberanía alimentaria y la equidad social que ha provocado el cambio climático en nuestro país, efectos que podrían intensificarse con el tiempo. Si bien en enero de 2020 se creó un Proyecto de Ley Marco de Cambio Climático, que establece como meta alcanzar la carbono neutralidad el año 2050, hasta la fecha sigue tramitándose en el Congreso.
“Sin duda es primordial la iniciativa de norma que promueve la creación del Servicio Nacional para la Crisis Climática y Ecológica, dado el historial de sobreexplotación a causa del modelo económico que ha sostenido nuestro país durante décadas donde el costo lo han pagado la naturaleza, los ecosistemas y las comunidades; afectando la calidad de vida y promoviendo la destrucción de la naturaleza”, expresa la convencional del Distrito 6, Carolina Vilchez (MSC).
Frente a este escenario la iniciativa propone la creación de “un órgano paritario, autónomo con financiamiento propio, encargado de abordar de manera transdisciplinaria, interministerial e integral la Emergencia Climática y Ecológica”. Este organismo estaría a cargo de elaborar periódicamente una Estrategia Nacional de Acción Climática y Ecológica que establecerá las acciones que se deberán llevar a cabo para hacer frente a los efectos de la crisis medioambiental.
Dicha estrategia sería elaborada a través de la participación de las distintas comunidades locales, pueblos indígenas y científicos/as. Y sería “un instrumento flexible, que se elaborará cada cierta cantidad de tiempo pero que en el transcurso de ese tiempo podrá ser modificado de acuerdo a las circunstancias y a lo que determine el Consejo Directivo, para así poder ejecutar políticas, planes y programas de acción climática efectivos”, explica el activista de MOSACAT y coautor de la iniciativa, Cristopher Hidalgo.
A su vez este Servicio Nacional de Acción Climática y Ecológica se articularia con otros poderes del Estado y organismos públicos para llevar a cabo la estrategia de acción, cuya implementación sería fiscalizada a través de ciertos instrumentos con los que estaría dotado el organismo.
“Queremos que la comunidad científica y la ciudadanía estén en el corazón de la toma de decisiones. Eso estaba mucho más claro en el cuarto artículo que justamente rechazaron. Nosotros vamos a intentar reponerlo a través de una indicación”, se refiere Hidalgo.
Indicaciones que podrán ser presentadas hasta el próximo jueves 17 de febrero en la Comisión de Medio Ambiente, en la que se espera que pronto comiencen las votaciones en particular de las iniciativas de norma.
Pleno y voluntades de aprobar la iniciativa
Esta semana se llevaron a cabo las primeras sesiones en el pleno para votar las primeras normas que estarán escritas en la nueva Constitución, esta nueva etapa deliberativa fue inaugurada por las comisiones de Sistema de Justicia y Forma de Estado. Con miras a esta instancia, Cristopher Hidalgo plantea que la iniciativa del Servicio Nacional de Acción Climática y Ecológica cuenta con cerca de 80 votos de base.
“Tenemos que llegar a los 103 votos, ese es el gran desafío que hay que cubrir en estas dos a tres semanas que quedan para el pleno. Por tanto, hay un trabajo que hacer ahí y vamos a tener reuniones por ley de lobby con los constituyentes. Pero tenemos una muy buena proyección en base a lo que hemos podido conversar y en base a las fuerzas que apoyaron y aprobaron en general la iniciativa”, manifiesta Hidalgo.
Los colectivos con los que cuentan hasta ahora son Pueblo Constituyente, Colectivo Socialista, Chile Digno y Movimientos Sociales Constituyentes; y esperan sumar el apoyo del Frente Amplio y de Independientes No Neutrales. De todas maneras, el activista de MOSACAT asegura: “vamos a tratar de avanzar con el mayor abanico posible porque creemos que este tipo de iniciativas tienen que ser apoyadas transversalmente porque es un tema de estado no de fuerzas políticas vistas de manera fragmentada”.