La Universidad Iberoamericana de Puebla exige a la Fiscalía General del Estado, así como a la Comisión de Búsqueda de Personas desaparecidas justicia para Juan de Dios Núñez Barojas, joven desaparecido desaparecido en abril de 2017.
A través de un comunicado del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría de la Universidad Ibero, y otras organizaciones como el Observatorio de Participación Social y Calidad Democrática se solidarizaron con María Luisa Núñez Barojas, fundadora del colectivo Voz de los Desaparecidos.
Esto después de confirmarse por parte de la Fiscalía General del Estado el hallazgo del cuerpo sin vida de su hijo, Juan de Dios Núñez Barojas, después de cinco años de ser reportado como desaparecido en el municipio de Palmar de Bravo.
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«Expresamos nuestra solidaridad y acompañamiento a María Luisa Núñez Barojas, fundadora del colectivo Voz de los Desaparecidos en Puebla, y a su familia, frente a la entrega de los restos de su hijo Juan de Dios Núñez Barojas, que este viernes 18 de febrero hizo la Fiscalía General del Estado de Puebla», escribieron.
Al tiempo que reconocieron la labor realizada por María Luisa en los últimos cinco años, exigieron a la Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas y a la Fiscalía General del Estado justicia en el caso.
A su vez, también exhortaron a las autoridades estatales a generar las condiciones adecuadas para la entrega del cuerpo así como un trato digno.
«Hacemos un llamado a la Fiscalia General de Justicia, y a la Comisión de Búsqueda de Personas, a que frente al largo proceso de revictimización que han vivido María Luisa y su familia, se les garantice verdad, justicia y las medidas adecuadas de reparación, y les brinden todas las facilidades, un trato digno y humano en las gestiones de entrega de su hijo, así como en el proceso de esclarecimiento de su desaparición», escribieron.
Finalmente, recordaron que en Puebla hay al menos 2 mil 537 carpetas de investigación de personas desaparecidas sin respuesta, por lo que argumentaron que es necesario que sean esclarecidas.
Fotos: Humberto Aguirre