En Puebla tuvieron que pasar 137 años para que una mujer ocupara un espacio en el Congreso del Estado. La primera legislatura fue instaurada en 1825, con 15 diputados propietarios y siete suplentes.
Desde 1963 y hasta ahora, 137 diputadas han colaborado con sus iniciativas, reformas de ley, voz y voto, para escribir parte de la historia de la entidad y visibilizar demandas sociales, la mayoría, de género.
En la actualidad, la participación de las mujeres al interior de la sede legislativa ha alcanzado un 51 por ciento, con respecto a los periodos en los que sólo se contaba con 15 legisladores, la cual fue del 6.6 por ciento; o las gestiones de 39 representantes, es decir, el 12.8 por ciento.
Entre el periodo de 1963 al 2017, la representación de las mujeres en el Congreso del Estado de Puebla no superó el 40 por ciento.
La lucha por ganar espacios para el género femenino en el ámbito social, político y económico continúa, aunque hay más mujeres que hombres en el estado –y en México–, pues de acuerdo con el Padrón Habitantes de 1830 y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la población femenina ha superado el 53 por ciento, históricamente.
Además, aún con las reformas de ley en materia de paridad, y de que en la LX Legislatura hay 21 diputadas de 41 curules disponibles, sólo una mujer es coordinadora de bancada y las principales comisiones son presididas por hombres.
Esperancita, una historia de lucha y liderazgo
La primera diputada en la entidad fue Esperanza Ramos Rodríguez de Naranjo, quien formó parte de la XLII Legislatura, en el periodo 1963-1966, que estuvo marcado por la remoción del entonces gobernador Antonio Nava Castillo.
Fue la primera legisladora del PRI y representó al Distrito 3 con cabecera en San Martín Texmelucan. Fue bien recibida por sus compañeros en la sede legislativa, luego de arrasar en su proceso electoral.
En entrevista con El Ciudadano México, la exdiputada local Rocío García Olmedo compartió un poco sobre la vida de Esperancita, como solían llamarla sus personas cercanas y todo aquel que le tenía afecto.
Dijo que fue una mujer aguerrida y activa que ocupó varios puestos laborales, desde la dirección en una fábrica hasta presidencias sindicales. Añadió que amaba trabajar, pero debido a una enfermedad tuvo que dejar de hacerlo.
«Esperancita fue una mujer entregada a la clase trabajadora. Ocupó diversos puestos sindicales, y pertenecía al Sindicato de Obreros Progresistas de la fábrica ‘El Carmen’ y por eso la conozco, porque siempre estuvo trabajando ayudando a los trabajadores»
Antes de ser elegida como candidata, fue miembro y Oficial Mayor de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) en el estado de Puebla y su trabajo como líder fue lo que motivo a sus compañeros a proponerla como un perfil fuerte, a pesar de que en ese entonces ver a una mujer en la boleta no era común.
«Creo que es algo muy importante que los dirigentes de la CROM hayan decidido apoyarla y darle la oportunidad, entre comillas, de participar en un proceso electoral, porque era muy difícil lograrlo»
Rocío García Olmedo
Exdiputada local
Comentó que, en ese momento, Esperancita también trabajaba como secretaria de Acción Femenil del Comité Ejecutivo Regional en el estado de Puebla y fue con esa posición que se convirtió en candidata del PRI.
Señaló que después de ella, las mujeres que obtuvieron un lugar como diputadas también fueron de corriente priista y resaltó que otra de las primeras posiciones femeninas en el poder fue la de Luz María Martínez Contreras, la primera presidenta municipal de San Martín Texmelucan en 1957.
El 6 de septiembre de 2021 se develó una placa con letras doradas en honor a Esperanza Ramos, para conmemorar la vida y lucha de la primera mujer votada en la entidad que formó parte del pleno del Congreso Local.
Mujeres: 60 años formando parte de la vida política de Puebla
Después de que Esperanza Ramos abriera la puerta para impulsar a más perfiles femeninos a formar parte del Poder Legislativo, llegaron a esta posición otras 136 mujeres, de las cuales, 14 de ellas repitieron su cargo en dos ocasiones.
Rocío García Olmedo destaca como la única mujer que ha sido diputada durante tres periodos, aunque no consecutivos.
De la Legislatura LXII (1963-1966) a la Legislatura LXVI (1975-1978) sólo participó una mujer por cada proceso de designación, todas fueron militantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ya que era el partido mayoritario en ese momento: Esperanza Ramos Rodríguez, Olga Ibáñez Ibarra, Ofelia Cortés Rojas, Bertha Yeverino Muñoz, y María de los Ángeles Flores de Beristaín.
Hace 44 años, se logró incluir a tres mujeres por cada período legislativo, superando por primera vez el 10 por ciento de la participación. De la Legislatura LXVII (1978-1981) a la Legislatura LXIX (1984-1987) participaron Hilda Luisa Valdemar Lima, Raquel Olivares Yáñez y Georgina Huerta de Durán; en la segunda etapa (1981-1984) María Eugenia Cabrera Huerta, Alicia Gonzáles Leal, Graciela Godínez Bravo; y por último Enoé González Cabrera, Rosa María Rumilla Fayad y Lucero Saldaña Pérez.
Fue hasta 1987 cuando el PRI dejó de ser la única fuerza política representada por el género femenino con Irma Temoltzin Tecuapetla. Ella se convirtió en la primera diputada de Acción Nacional (PAN), quien durante la L Legislatura subió al pleno con Carmen Caballero Camarillo, Concepción Contreras Bretón, Guadalupe Sánchez Lozada, Manola Álvarez Sepúlveda, Raquel Olivares Yáñez y Arcelia Amador Gutiérrez.
Voz femenina en tribuna
A partir de 1990, las mujeres se convirtieron en la representación de más partidos políticos, por desgracia su permanencia en la sede legislativa se volvió fluctuante.
En la LI Legislatura (1990-1993), Eréndira Ramírez Guevara fue la primera legisladora del Partido Popular Socialista (PPS) junto con las priistas Enoé González Cabrera, Rosa María Rumilla Fayad, Isabel Serdán Álvarez y María Guadalupe Álamo Cabello.
En la LII Legislatura (1993-1996) estuvieron América Soto López, Lauralicia Sánchez Corro, María del Rocío García Olmedo –la primera de las tres veces que ha ocupado un curul en el Congreso Local– y Petruca Rumilla Fayad; y en la LIII Legislatura (1996-1999) fue legisladora Benita Villa Huerta, Yolanda Zegbe Sanen, Blanca Alcalá Ruiz –que años después se convirtió en presidenta municipal y actualmente es senadora–, María Guadalupe Hinojosa Rivero y Laura Roldán Rubio, la primera diputada del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
En 1999, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) promovió a María Angélica Cacho Baena para representarlos y trabajó de la mano con Silvia Elena del Valle y Balbuena, Graciela Almaraz Valerio, Teresa Arriaga Mora, Silvia Tanús Osorio, Irma Adela Fuentes Guevara Osorio, Susana Wuotto Cruz, Concepción Gonzáles Molina y Norma Gómez Cortés.
Entre las mujeres que participaron del 2002 al 2008, es decir, en la LV Legislatura a la LVI Legislatura, se encuentran Concepción Contreras Bretón, María del Carmen Izaguirre Franco, Amalia Bonifacio Jacinto, Yolanda Luisa Beristaín Flores, Ninel González Gálvez, Sara Chilaca Martínez, Verónica Sánchez Agís, Leonor Popócatl Gutiérrez, Gloria Marroquín Santos, Irene Carmona Olivier; así como Blanca Estela Jiménez Hernández, Claudia Hernández Medina, Nancy de la Sierra Arámburo –que representó al PRI y ahora no tiene partido político–, Norma Sánchez Valencia, María Isabel Merlo Talavera –actual secretaria del PRI en el estado–, Zenorina González Ortega, Edith Cid Palacios, Augusta Díaz de Rivera Hernández – actual presidenta electa del PAN–, María de los Ángeles Gómez Cortés, Maricela González Juárez, María Belén Chávez Alvarado, Sandra Montalvo Domínguez, María del Rocío Meléndez Martínez y Leticia Jasso Valencia.
Repunta la participación femenina
Con 41 distritos y con la inclusión de 16 mujeres en el Congreso de Puebla, durante la LVII Legislatura (2008-2011), la participación femenina alcanzó el 39 por ciento.
Durante dicho periodo fueron diputadas: Malinalli Aurora García Ruiz, María Angélica Hernández Hernández, Bárbara Michele Ganime Bornne, Gudelia Tapia Vargas, Josefina García Hernández, María del Rocío García Olmedo, Janet González Tostado, Erika Suck Mendieta, Luana Armida Amador Vallejo, Patricia Hidalgo Elguea, Matilde Osorio Castillo, Leonor Popócatl Gutiérrez, Matilde Roldán Castillo, Carolina O’Farril Tapia, Irma Ramos Galindo y María Soledad Domínguez Ríos.
Sin embargo, en la LVIII Legislatura (2011-2014) se redujeron los espacios para las legisladoras, quedando 12 en el pleno: Elvia Suárez Ramírez, Mirna Inés Toxqui Oliver, Zenorina González Ortega, Denisse Ortiz Pérez, Josefina Buxadé Castelán, Myriam Galindo Petriz, María Fernanda Huerta López, Ana María Jiménez Ortiz, Tere Imelda Vargas Romero, María Elba Cerezo González, Jazmín Nalleli Flores Hernández, Dora Luz Cigarroa Martínez.
El periodo que le siguió contó con la presencia de 15 mujeres: Silvia Tanús Osorio, Maritza Marín Marcelo, Corona Salazar Álvarez, Patricia Leal islas, María del Rocío Aguilar Nava, Sara Chilaca Martínez, María Evelia Rodríguez García, Susana Riestra Piña, Maiella Martha Gómez Maldonado, María del Socorro Quezada Tiempo, Lizeth Sánchez García, Geraldine González Cervantes, Carolina Beauregard Martínez, María del Rosario Martínez Trujillo y Lizbeet Thomé Andrade.
A partir de 2018, las únicas legislaturas que han cumplido con el principio de paridad de género son la actual y su antecesora con 21 mujeres, entre candidaturas de representación relativa y proporcional. Asimismo, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) arrasó en la elección y representa la mayoría en la sede legislativa.
En la LX Legislatura (2018-2021) lograron posiciones como diputadas Bárbara Morán Añorve, Vianey García Romero, Leonor Vargas Gallegos, Yadira Lira Navarro, Tonantzin Fernández Díaz, Olga Lucía Romero Garci Crespo, Estefanía Rodríguez Sandoval, Cristina Tello Rosas, María del Carmen Saavedra Fernández, Guadalupe Tlaque Cuazitl, Paola Ruiz García, Guadalupe Muciño Muñoz, María del Carmen Cabrera Camacho, Nancy Jiménez Morales, Mónica Rodríguez Della Vecchia, Josefina García Hernández, María del Rocío García Olmedo, Nora Yessica Merino Escamilla, Mónica Lara Chávez, Liliana Luna Aguirre y Guadalupe Esquitín Lastiri.
Actualmente, las mujeres que retomaron iniciativas como el aborto, creación de unidades de igualdad sustantiva, impulso a la equidad y sanciones para los agresores son: Karla Victoria Martínez Gallegos, Guadalupe Yamak Taja, Xel Ariana Hernández García, María Ruth Zárate Domínguez, María Yolanda Gámez Mendoza, Azucena Rosas Tapia, Olga Lucía Romero Garci Crespo, Tonantzin Fernández Díaz, Eliana Angélica Cervantes González y Daniela Mier Bañuelos por Morena; Nancy Jiménez Morales, Mónica Rodríguez Della Vecchia, Karla Rodríguez Palacios, María Guadalupe Leal Rodríguez, Aurora Sierra Rodríguez y Patricia Valencia Ávila por el PAN; Laura Ivonne Zapata Martínez, Norma Sirley Reyes Cabrera y María Isabel Merlo Talavera por el PRI; así como Nora Yessica Merino Escamilla y Mónica Silva Ruiz por el PT.
Mujeres con representación, pero sin comisiones importantes
A pesar de que en la LX Legislatura hay 21 diputadas de 41 curules disponibles, sólo una mujer es coordinadora de bancada y las principales comisiones, como la de Procuración y Administración de Justicia y de Hacienda y Patrimonio Municipal, son presididas por hombres.
Por lo general, a las legisladoras se les nombra presidentas de comisiones que indirectamente tienen que ver con su género como la de Educación, Salud, Derechos Humanos, Atención a Personas con Discapacidad y de la Familia y los Derechos de la Niñez.
En la actual legislatura, las mujeres se encuentran al frente de comisiones prioritarias como Gobernación y Puntos Constitucionales, Transportes y Movilidad, así como Inspectora de la Auditoría Superior del Estado.
No obstante, comisiones como Presupuesto y Crédito Público, Comunicaciones e Infraestructura, Trabajo, Competitividad y Previsión Social, Seguridad Pública y Desarrollo Económico siguen siendo dirigidas por los hombres.
Otro problema actual es que la representación de los partidos políticos no está equilibrada y la diputada petista Nora Merino Escamilla es la única mujer coordinadora al interior del recinto legislativo, y, por lo tanto, la única mujer integrante de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo).
Al respecto, la exdiputada Rocío García Olmedo comentó que los antecedentes para incluir el principio de paridad de género en la Constitución se realizaron en el 2014, por una iniciativa enviada por el entonces presidente Enrique Peña Nieto, y en 2019 se reformaron las leyes secundarias para que se aplicara de forma horizontal y vertical.
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Explicó que el principio de paridad es obligado, y que los partidos políticos deben postular mujeres y hombres bajo este principio; sin embargo, que las mujeres ganen las elecciones en las que participan determinará su inclusión en los congresos o dependencias gubernamentales.
«Los partidos deben postular a sus candidatos mediante el principio de paridad, pero si no ganan, por eso hay diferencias en los congresos de los estados»
Resaltó la exlegisladora
Añadió que quienes pueden favorecer la inclusión del género femenino en las esferas de poder son los partidos políticos, mediante sus tareas de designación de puestos y coordinaciones.
Recordó que todas las comisiones del Congreso local son importantes y deben trabajar de forma equilibrada para desahogar los temas nuevos y pendientes, pero reconoció que, si bien existe paridad en la asignación de las presidencias, algunas siguen asignándose en función del sexo.
Celebró que, desde la legislación pasada, las presidencias de las comisiones están “más o menos construidas en base al principio de paridad, y entonces las mujeres están ocupando más espacios y trabajos internos”.
Por último, reiteró que todos los cambios y la suma de voluntades abonarán a crear más espacios para las mujeres, en cualquier ámbito, por lo que confió en que cada vez más hombres tomen conciencia de los beneficios de la equidad.
Ilustración: Iván Rojas
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