Fotografía: De izquierda a derecha el abogado Silvio Cuneo Nash y ministra Rosa Aguirre Carvajal
El connotado abogado especialista en Derecho Penal, Silvio Cuneo Nash, fue víctima de un innecesario y humillante trato en la Corte de Apelaciones de Valparaíso. Así lo denuncia en la queja disciplinaria que elevó en el organismo por conducta abusiva.
El 14 de abril recién pasado Cuneo se conectó a una audiencia en la Corte de Apelaciones de Valparaíso a través de zoom, en calidad de abogado defensor privado. Había presentado un recurso para obtener la modificación de la medida de prisión preventiva de su representada.
Previo a comenzar su alegato, en forma abrupta, injustificada, prepotente y poco decorosa la ministra que presidía la Sala, Rosa Aguirre Carvajal, le pidió, en lo que el abogado denomina un tono «patronal», que se pusiera una chaqueta. Para dicha audiencia el abogado vestía una camisa blanca y una «correspondiente» corbata, durante una jornada con altas temperaturas.
El abogado, que en ese momento no estaba en su hogar, para evitar perjudicar a su representada prefirió no hacerle presente a la ministra que carecía de cualquier atribución para comentar, solicitar o exigir algún tipo específico de vestimenta.
Pese a que la situación podría haber terminado con este salida de facultades de la ministra, Aguirre fue más allá, y con una clara predisposición en contra del abogado y sus argumentos, según se señala en la queja disciplinaria, de manera «prepotente y ramplona» la ministra señaló que «no debía alegar como lo estaba haciendo».
El abogado, que había hecho referencia a pronósticos de penas antes de detallar los hechos de la causa, fue reprendido sin mayor sustento jurídico, todo porque la ministra no estaba de acuerdo con el orden de su alegato.
«De manera respetuosa y en un tono totalmente distinto al de doña Rosa Aguirre, le señalé que, como abogado defensor, podía elegir mis estrategias y la forma que le daba a mi alegato. Le indiqué además que era un abogado con experiencia en materia penal, que había sido defensor penal público e incluso le indiqué que mi contraparte, el abogado del Ministerio Público, don Esteban Cruz, podía dar cuenta de ello», señaló Cuneo en su queja.
Pese al despotismo mostrado por la ministra en ejercicio, el abogado continuó con su alegato sin polemizar debido a la asimétrica posición en que se encontraba, y pensando siempre en evitar perjuicios para su representada.
«Como es posible advertir, resulta inexplicable que una ministra le solicite a un abogado que se ponga chaqueta, o que haga comentarios respecto al vestuario y que luego proceda a criticar la forma de los alegatos», señaló Cuneo. En conversación con El Ciudadano, el abogado, ex defensor penal público, profesor de Derecho Penal y quien además ostenta dos doctorados y un postdoctorado en la materia anteriormente señalada, explicó que esta es una práctica bastante recurrente en algunos jueces y juezas de situaciones socioeconómicas privilegiadas, con clara desconexión de la realidad nacional.
«No sienten mucha empatía por los imputados e imputadas, salvo que sean como ellos, cuando ven a personas como Carlos Délano o Karen Rojo. Pero cuando ven imputados e imputadas pobres toda la rabia del mundo, y eso hace que tengan rabia también por quienes les defendemos. Lo que pasó aquí fue eso, los prejuicios y el formalismo hablando«, señaló a este medio Cuneo.
El abogado añadió que «preocuparse de que uno no use chaqueta es una cuestión completamente aberrante (…) Realizo la queja para sentar precedente, porque no creo que exista sanción desde la Corte a una de sus propias ministras, pero lo hice para que quede un precedente de que los jueces tienen que preocuparse de hacer justicia, escuchar, atender los argumentos jurídicos, usar criterio jurídico y resolver en justicia. Con esta queja espero que por lo menos quede en evidencia este tipo de cosas», explicó Cuneo.
Si bien no existe norma que regule con precisión el uso de la vestimenta de los abogados, la corbata y camisa de Cuneo cumplía de sobra la «formalidad» exigida para la instancia. Cuneo fue enfático al señalar que no está dispuesto a servir de chivo expiatorio a una ministra, que a través de la prepotencia, se ampara en su puesto de poder para inventar atribuciones que no le corresponden, en un actuar irrespetuoso infundado y poco jurídico.
«¿Debemos acaso los abogados y las abogadas tener que vestirnos para agradar a ministras y ministros de Corte?, ¿debemos además estructurar los alegatos de la manera que lo requieran los distintos ministros y ministras sin que se nos permita elaborar nuestra propia estrategia de defensa? Situaciones como estas coartan el derecho de defensa, no permiten que abogadas y abogados nos expresemos libremente según nuestra propia teoría del caso«, señaló Cuneo.
Según la argumentación del abogado especialista en Derecho Penal, el comportamiento de Rosa Aguirre, infringe la norma de conducta contenida en el numeral 4° del artículo 544 COT y constituye, además, un abuso de autoridad en los términos estipulados en el artículo 536 del Código Orgánico de Tribunales. Así, el abogado solicitó aplicar las sanciones correspondientes al código anteriormente nombrado, previa audiencia de la ministra.
Queja disciplinaria completa aquí