En México, los productos de la canasta básica han sufrido aumentos considerables en medio de la situación económica que sigue debilitada por la pandemia de covid-19 y el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, éste último podría impactar en la producción alimentaria en los 32 estados, coincidieron académicos de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).
En rueda de prensa virtual, Anselmo Salvador Chávez Capó, catedrático de la Licenciatura en Administración Financiera y Bursátil; y Luis Andrés Cabrera Mauleón, ingeniero agrónomo fitotecnista, aseguraron que el aumento en los precios del fertilizante y del trigo afectan el modo de vida de los poblanos.
Explicaron que a pesar de que el conflicto entre Rusia y Ucrania lleva poco más de 50 días, la recuperación económica se verá hasta en los próximos 3 años; además, las afectaciones pueden verse desde ahora, porque las familias poblanas están perdiendo el poder adquisitivo, y no existe incremento en los sueldos.
Incremento de precios por 11 meses
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en México los alimentos llevan 11 meses de incremento consecutivo. El mes pasado, el aumento fue de 0.96 por ciento.
En los lácteos, el aumento mensual es de 1.54 por ciento, en la carne del 1.7 por ciento y en el azúcar de 60 por ciento.
Para este 2022, las mercancías tuvieron un incremento mensual de 0.44 y un incremento general del 7.16 por ciento, en comparación con el 2021. Entre las mercancías que más impacto representaron se encuentran los alimentos y las bebidas, con un aumento del 10.88 por ciento.
Además, el incremento del 10 por ciento que es perceptible en lugares que ofertan comida preparada es consecuencia del incremento anual del 3.63 en los productos agropecuarios, del 17 por ciento en frutas y verduras; así como del 15.24 por ciento en los productos agropecuarios.
Trigo aumenta más del 20%, habrá escasez
En su exposición, Anselmo Salvador Chávez Capó, afirmó que el precio del trigo subió 22 por ciento, ya que Rusia y Ucrania son los productores número uno y tres de este cereal a nivel mundial; y a pesar de que en el país se utiliza de forma constante, aquí no se cultiva de forma masiva.
Esto afecta a la cultura del consumo del pan en México y a sus más de 2 mil variedades de pan, pues se estima que se consume una media de 33.5 kilos per cápita por cada tipo. Además, el aumento al pan tiene que ver con la línea productiva, pues el diesel que usan los camiones para transportar el trigo e insumos como el azúcar tuvo un aumento del 5 por ciento con respecto al mes anterior.
En tanto, Luis Andrés Cabrera Mauleón dijo que el impacto en el abasto de granos básicos será evidente a finales de este año y principios del 2023, pues la producción del trigo se ve afectada en variedades que se ocupan para la industria de la panificación, la galletera y para la elaboración de pastas.
“Todo aquello que implique pastas, galletas o pan que estén hechos a base de trigo va a tener un incremento en los precios y va a escasear. México no es productor de trigo; nosotros lo importamos, pero los que nos venden no lo harán y tendrán reservas para su propio consumo local u ofertarán a sobreprecio”
Aumento en fertilizantes frenará a la agricultura
Anselmo Salvador Chávez Capó dijo que en México, los costos del fertilizante que se importa han sufrido aumentos de consideración, lo que afecta al campo poblano.
En el caso del fosfato monoamónico el incremento fue de 118 por ciento, ya que su precio por tonelada en el primer trimestre de 2021 era de 11 mil pesos y actualmente tiene un costo de 24 mil pesos. Otro es la Urea, que en estos momentos alcanza los 23 mil pesos por tonelada, y el año pasado se ofrecía en 8 mil pesos.
De las 5.4 millones de toneladas que se consumieron en México, de fertilizantes, el 62 por ciento se cubrieron con importaciones.
Luis Andrés Cabrera Mauleón explicó que los principales fertilizantes agrícolas químicos tienen nitrógeno y fósforo, y estos están presentes en las fórmulas de las cuales Rusia es proveedor, lo que afecta la producción agrícola de granos básicos.
Señaló que debido a esto, los campesinos sembrarán menos o usarán una cantidad baja de fertilizantes, lo que representará una reducción en los volúmenes de alimento básico (maíz, frijol y cebada) y sus consecuencias se reflejarán a partir del mes de noviembre.
Ante este panorama, comentó que una opción para sustituir la falta de productos químicos sería la utilización de fertilizantes orgánicos, como las compostas, microelementos o lixiviados de lombriz.
Foto: Agencia Enfoque
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