Alcalde de Frontino, Jorge Hugo Elejalde: «Si a mí me pasa algo, el único responsable será el presidente Iván Duque»

El mandatario de este pueblo del occidente antioqueño, azotado por la violencia y por el reciente paro armado del Clan del Golfo, habló con Sputnik y contó la situación, además de criticar al jefe de Gobierno nacional por su inoperancia en este tipo de situaciones

Alcalde de Frontino, Jorge Hugo Elejalde: «Si a mí me pasa algo, el único responsable será el presidente Iván Duque»

Autor: Pedro Guzmán

El mandatario de este pueblo del occidente antioqueño, azotado por la violencia y por el reciente paro armado del Clan del Golfo, habló con Sputnik y contó la situación, además de criticar al jefe de Gobierno nacional por su inoperancia en este tipo de situaciones.


Jorge Hugo Elejalde tiene una entonación arrastrada, una exageración en la punta de la lengua y una prolongación de las eses que hace que las palabras sean más largas a la hora de pronunciarlas. En otras palabras, un acento paisa —así se le dice a los nacidos en Antioquia, en el noroccidente de Colombia— bastante marcado, bastante coloquial.

El alcalde de Frontino, municipio ubicado en el occidente antioqueño, se ha tomado la primera plana de los medios en estos días luego de sus palabras fuertes contra el presidente Iván Duque por el abandono del Estado en una región que se vio afectada por el reciente paro armado decretado por el Clan del Golfo como medida de retaliación a la extradición a Estados Unidos de Darío Úsuga, alias Otoniel, quien fuera cabeza de esta organización al margen de la ley y el narcotraficante más peligroso del país.

«El presidente [Duque], que se crió viajando a ciudades como Nueva York y desconoce la realidad de los pueblos de su propio país. Y por eso se hace el bravucón desde la Casa de Nariño, allá en la capital. Así es muy fácil salir a decir cualquier barrabasada, pero hacerlo acá, donde la situación de orden público es complicada, es otra cosa», dijo Elejalde a Sputnik.

El alcalde de Frontino tomó la vocería de 19 municipios antioqueños y en una carta le pidió al jefe de Estado que tomara acciones frente a la compleja situación que se vivió durante seis días.

Alcaldes del OCCIDENTE ANTIOQUEÑO reclaman de @infopresidencia una mayor atención a los graves problemas de orden público que padece la región por el confinamiento e intimidación a su población hoy atemorizada.

Elejalde fue más allá y explicó el efecto detonante para que Frontino, una población productora de panela y café, se convirtiera en el centro de los ataques y amenazas del Clan del Golfo. «En 2020, recién empezó mi administración, me di cuenta que todas las noches salían avionetas. De hecho, una se cayó con 1.000 kilos de cocaína y otra con un montón de dinero. Estaban utilizando el aeródromo cercano a la población para sacar cargamento y efectivo».

El alcalde, radical y para muchos temerario, se contactó con la concesionaria que estaba construyendo una vía al Urabá, para tener salida al mar Caribe, y les pidió que le mandaran toda la arena removida de la montaña para tapar la pista. «Fueron 20 tractomulas cargadas y dejamos eso lleno de túmulos. Entonces no podía despegar y aterrizar nada. Ahí fue que comenzó todo». Luego de ese acto desafiante vinieron las intimidaciones, el intento de asesinato, la captura de uno de los sospechosos y dura la realidad: estaban pagando una suma muy alta por su cabeza.

Elejalde lo sabía antes de saberlo de manera oficial, pues en el pueblo ya se hablaba de que había varios planes para matarlo, que no lo querían porque era él único que se interponía en el camino de los narcotraficantes y que su temperamento y valentía era visto como un acto testarudo para quienes mandan en esta región.

«Y esto viene más atrás. Cuando fui alcalde entre 2012 y 2015 el mismo Clan del Golfo trató de tomarse el pueblo y obligaron a cerrar empresas pequeñas, algunas avícolas. Y con la Policía y el Ejército los sacamos. Y eso no les gustó. Recuerdo que en esos años llegó un paquete a la alcaldía que tenía mitad dinamita y mitad plastilina. Era una advertencia, una intimidación», relató.

Frontino siempre ha sido considerado como un punto estratégico para la delincuencia. Su zona rural es limítrofe con Cañasgordas, el Bajo Cauca y la vía a Ituango, pueblo en el que durante mucho tiempo mandaron las FARC. Por otro lado con el Nudo de Paramillo —en la cordillera occidental de los Andes— y hacia abajo con Dabeiba y la vía al Urabá. Sumado a eso, está la parte selvática que limita con Chocó y los ríos que desembocan en el Pacífico.

Todo lo anterior para reiterar lo valioso que es adueñarse de la zona teniendo múltiples posibilidades de sacar droga hacia los dos mares que tiene Colombia. «Además, desde acá en avioneta hay media hora hasta Colón, en Panamá, y una hora a Costa Rica. Mejor dicho, el punto perfecto».

En medio del desamparo estatal

Hace unas semanas, en un ataque nocturno, siete soldados de la Cuarta Brigada del Ejército fueron asesinados en el corregimiento de Nutibara —a 22 km del casco urbano del pueblo— en un ataque con explosivos. De manera simultánea, seis campesinos, trabajadores de la tierra, fueron ajusticiados por la espalda, con tiros de gracia. Otro mensaje del Clan del Golfo para que las gentes entendieran que sin su consentimiento no era permitido cualquier tipo de movimiento en la región.

«Tenemos 16 Policías para toda la población. Y estamos hablando de que hay, en todo el occidente de Antioquia, mil hombres del Clan, de la estructura conocida Edwin Román. Después de todo lo sucedido, la fuerza pública suspendió los patrullajes. Era un riesgo. Ni siquiera el Ejército tiene el pie de fuerza para contrarrestar a estos delincuentes», denunció Elejalde.

De ahí que haya miedo, pero sobre todo indignación, pues los que tienen el control de todo no permiten los cuestionamientos, mucho menos las acciones. Y solo responden con las balas. «Por eso tuvimos que mandarle un mensaje al presidente para que dejara de ser tan arrogante y petulante, y que no minimizara más lo que estaba sucediendo».

Jorge Hugo Elejalde entiende que está en desventaja, pero ni siquiera así se rinde para seguir llevando a cabo su plan de gobierno, para estar de lado de las familias más vulnerables de Frontino, las que al final de cuentas votaron por él. «Cuando me posicioné en la iglesia juré que iba a proteger la vida y la honra de los frontineños. Por eso le hacemos frente a esta situación con la buena voluntad que tenemos. No nos podemos seguir acobardando, hay que romper el miedo por más grande que sea. Mi vida está en riesgo, claro, pero si a mí me pasa algo el único responsable será el presidente de la República, por su ineficiencia y por mirar para el exterior mientras el país está en llamas».

Fuente Sputnik


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