Juana Alonso Santizo es una migrante guatemalteca que estuvo casi 8 años en prisión preventiva en el estado de Tamaulipas, en México, tras ser acusada de secuestro, pero al no haber pruebas contundentes que la inculparan, esta tarde fue liberada.
La mujer intentaba emigrar a Estados Unidos, pero fue señalada de pertenecer a una banda de secuestradores, por tal, fue aprehendida y torturada por la policía.
Sin embargo, este día regresó con su familia, luego que organizaciones, entre ellas la ONU, y el mismo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pidieran su liberación.
La indígena maya chuj de Santa Maria Ixtatán Huehuetenango, declaró: “(a la prisión) es fácil entrar, pero para salir está difícil”; quien enfatizó que fue detenida por «no hablar bien español».
- En Guatemala ya la esperaba su familia con muestras de cariño y un traje típico de su región.
La Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas dio a conocer que Juanita estaba presa en Reynosa desde 2014, pero comenzó una revisión minuciosa de su caso y llegó a la conclusión de que sí hubo violaciones a sus derechos en el proceso legal que duró casi 8 años, por tal, determinó dejarla libre.
¿Por qué la detuvieron y qué pasó en el proceso?
A Juanita se le capturó en noviembre del 2014 por presunto secuestro, cuando en realidad era ella quien estaba privada de su libertad, con otras personas, por el «coyote», al que había pagado para llevarla a Estados Unidos.
La organización Promotores de la Libertad Migrante reportó que la mujer guatemalteca fue «golpeada por policías ministeriales» durante la detención; además, se le obligó a firmar documentos que no podía leer porque sólo hablaba en su lengua original, el Chuj.
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