Incautado el material y silenciado el periodista

A dos meses de ser detenido por estar reporteando en una comunidad mapuche, el periodista Marcelo Garay aún no recupera el material que le fue incautado


Autor: Mauricio Becerra



A dos meses de ser detenido por estar reporteando en una comunidad mapuche, el periodista Marcelo Garay aún no recupera el material que le fue incautado.

Marcelo ‘Chino’ Garay, detenido el 17 de mayo pasado, ha decidido pasar a la acción, luego que fuera acusado por Carabineros de violar la intimidad y la propiedad privada, cuando desempeñaba labores periodísticas en la Comunidad Autónoma Juan Quintremil, comuna de Padre Las Casas, cercano a Temuco.

También Garay acusa al periodista Mauricio Antivil Morgado, de Canal 2 de Temuco, quien habría hecho una mal intencionada edición de lo expresado por Garay, achacándole vínculos con grupos subversivos, motivo por el cual éste prepara una demanda en su contra: “Es una situación muy delicada, dado que fui prisionero político de la dictadura y ahora me desempeño como periodista. Por eso no puedo dejar pasar una situación de ese orden”, señala.

El fiscal Juan Pablo Araya, argumenta que no todos los antecedentes están claros y que preparan una acusación que se formalizará dentro del próximo mes, puesto que se han dado dos meses para la investigación a contar de la fecha de la detención y ‘Chino’ Garay teme que tenga relación con las señalaciones que haría el canal de televisión.

Del mismo modo, Garay señala que ha habido irregularidades en el proceso que sólo en el Colegio de Periodistas han querido escuchar: El seguimiento por parte de civiles que fotografiaron a Garay, posterior a su formalización y nadie se hace cargo de la acusación. El señalamiento de que se habría hecho una identificación mediante sistema biométrico (huellas dactilares) cuando nunca dejó sus huellas en un papel oficial, por lo cual concluye que las obtuvieron de la cámara.

Por otro lado, se allanó la casa del comunicador social Fernando Serey, con quién Garay sólo cruzó unas palabras y tomó una foto cuando iba camino a la casa de la persona que entrevistaría cuando fue detenido.

A juicio del reportero, se trata de una colusión para intimidar la labor periodística y evitar que se informe en terreno. “Es lo que se hizo con el caso de Elena Varela, la documentalista, a quién todavía no se le devuelve el material incautado, luego de un año de su detención. Parece que fueran mecanismos que se usan para evitar que otra versión, distinta a la oficial, salga a la luz”, sugiere Garay, quien ha sido colaborador del diario La Nación por más de dos años.

A un mes de la detención, el periodista aun no puede recuperar el equipo de trabajo y no recibe respuesta por parte del fiscal, a quien ha tratado de contactar por teléfono y correo electrónico. Este mismo medio intentó un contacto mediante e-mail y tampoco hemos recibido respuesta hasta el momento de la publicación.

“¿Por qué se guardan y quedan con el material, si ya lo han cotejado?”, se pregunta Garay. Y la respuesta parece obvia, pero ni el Ministerio Público ni Carabineros de hacen cargo de una explicación.

El Colegio de Periodistas ha solicitado la claridad en este caso, pero el general director de Carabineros, Eduardo Gordon, sólo se ha limitado a decir que el caso está en manos de la Fiscalía.

La entidad gremial ha presentado una solicitud al general Gordon, puesto que se ha repetido en diferentes instancias el mal trato a periodistas en el cubrimiento de manifestaciones masivas y del conflicto chileno mapuche, que constituyen como mínimo un entorpecimiento de la labor periodística. Aún se espera un pronunciamiento al respecto.

César Baeza Hidalgo


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