Con el fin de ampliar el conocimiento de la población en torno a los objetos de conservación que alberga el Parque Nacional La Campana, en Olmué, la Corporación Nacional Forestal (Conaf) inició el primer monitoreo participativo de carnívoros nativos del entorno protegido.
Para ello, guardaparques del organismo forestal realizaron una inducción a cinco estudiantes del Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) y cuatro funcionarios de la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) de la Municipalidad de Olmué, respecto al funcionamiento y la instalación de cámaras-trampa con sensores de movimiento.
Es así como el grupo pudo colaborar con la instalación de 15 dispositivos en puntos altos, de abundante vegetación y complejo acceso para las personas, localizados en el sector Granizo del recinto.
Para el director regional de la institución forestal, Luis Correa, “al incorporar a actores externos en el monitoreo de objetos de conservación del parque nacional, estamos dando un mensaje de que el cuidado de la naturaleza y de nuestro patrimonio natural no solamente es responsabilidad de Conaf, sino que de la sociedad en su conjunto. Por ejemplo, casas de estudio, como es el caso de la PUCV, pero también de la comunidad, a través del municipio”.
Por su parte, el guardaparques Cipriano Núñez detalló que “el objetivo de este monitoreo es detectar la presencia de los carnívoros nativos, de hábitos terrestres, presentes en la unidad; saber cómo ocupan el espacio, el territorio, y también detectar cuáles amenazas los pueden estar afectando. Ya llevamos cinco años de monitoreo y hemos detectado cinco de los siete carnívoros descritos para esta zona (gato colocolo, gato güiña, quique, zorro culpeo y zorro chilla), lo que nos confirma que el parque nacional sigue cumpliendo con su función de conservación de los elementos de este ecosistema de la zona central de Chile”.
Conocimiento de la biodiversidad
En tanto, el académico del Instituto de Geografía de la PUCV y doctor en Ciencias Naturales de la Universidad de Erlangen-Nürnberg de Alemania, Andrés Moreira, resaltó que “las cámaras-trampa se han transformado rápidamente en una herramienta indispensable en el conocimiento de la biodiversidad, especialmente la diversidad oculta, la de mesocarnívoros que salen muchas veces de madrugada, de noche o al atardecer, y que son muy difíciles de ver para los guardaparques, los investigadores y el público en general. Ello los mantiene en cierta medida a salvo de amenazas, pero también nos oculta información esencial para la conservación, como es la abundancia, su rango de hogar, sus relaciones con la flora, y todas estas indicaciones que necesitamos para hacer acciones de conservación cada vez más eficaces”.
Agregó que “la colaboración entre Conaf y la PUCV, a través del laboratorio de Biogeografía y sus estudiantes del Instituto de Geografía, nos permite pensar, en el largo plazo, en trabajos de investigación que faciliten y permitan una mejor planificación del manejo del Parque Nacional La Campana y su entorno. No hay que olvidar que es una de las áreas silvestres protegidas más emblemáticas de la Región de Valparaíso, y al mismo tiempo es una zona núcleo de una Reserva de la Biosfera mucho más amplia, que abarca 240 mil hectáreas, que incluye a la Reserva Nacional Lago Peñuelas, el Santuario de la Naturaleza Cerro El Roble y el Santuario de la Naturaleza Acantilados Federico Santa María, y en este gran ámbito de hogar se distribuyen muchas especies cuyos organismos y elementos no se conocen a cabalidad”.
Cabe consignar que guardaparques, estudiantes de la PUCV y funcionarios municipales retirarán este lunes las cámaras-trampa instaladas en el sector Granizo del parque nacional. Y, posteriormente, el equipo de la corporación realizará un análisis en relación con las imágenes captadas.