La Subsecretaría de Justicia anunció que 42 imputados fueron trasladados desde el penal Santiago 1 hacia distintas cárceles del país. Lo anterior, debido a que eran acusados de realizar violentos vejámenes, de distinta índole, que iban desde la tortura a agresiones sexuales al interior de dicho penal, particularmente a imputados sin antecedentes.
Así lo denunció el juez del Primer Juzgado de Garantía de Santiago, Fernando Guzmán. Guzmán realizó una visita a Santiago 1 a mediados de este mes. Esto con el fin de inspeccionar de manera extraordinaria las condiciones carcelarias de este recinto, tras recibir graves denuncias y acoger un recurso de amparo de un interno, quien presentaba lesiones y fracturas en su cuerpo.
Según la denuncia de la víctima, los responsables eran un grupo de reos extranjeros organizados en una banda, quienes extorsionaron y amenazaban con matarlo si su familia no entrega cierta suma de dinero. En ese entonces, se acreditó que las torturas se centraban en módulos de imputados sin antecedentes.
Esto era motivado por las precarias condiciones existentes, como falta de agua caliente y de camas, además del hacinamiento, por lo que a quienes recién ingresaban al régimen tras las rejas, eran obligados a ‘pagar’ por algún grado de comodidad.
El acta del juez Guzmán fue enviada a la Fiscalía Judicial de la Corte Suprema y, como denuncia, a la Fiscalía Regional Centro Norte, desde donde abrieron una investigación penal para recabar más antecedentes respecto a estos vejámenes
«Fue un traslado de imputados de alta peligrosidad a distintos módulos de alta seguridad a lo largo de nuestro país, con el objetivo de desbaratar estas bandas, de mejorar la seguridad interna de nuestros establecimientos penitenciarios, y por sobre todo, de tratar de desarticular estas bandas de crimen organizado», comenzó explicando el subsecretario de Justicia, Jaime Gajardo, señalando además que «el perfil, lamentablemente, es de personas extranjeras, principalmente de nacionalidad venezolana y colombiana«.
El subsecretario cerró explicando que «la extorsión era bastante cruel, eran sometidos a distintos vejámenes (…) puede haber vinculaciones con bandas que están operando tanto dentro de las cárceles como afuera. Son personas que se encuentran involucradas a bandas, al crimen organizado«.