La grave situación humanitaria que enfrenta Yemen obliga a su población a vivir en un «horror inimaginable» cuyos principales afectados son las madres y los bebés, advirtió el pasado sábado el funcionario de la Cruz Roja Basheer Omar en declaraciones a RT.
En ese contexto, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) publicó el 7 de julio un informe en el que alerta de que ocho años después de que se iniciara el conflicto armado en Yemen, «la violencia, las dificultades económicas y el deterioro de los servicios de salud y la infraestructura sanitaria impiden cada vez más que las mujeres y niñas accedan a la atención médica esencial que necesitan».
De acuerdo con el organismo, una madre y seis recién nacidos mueren cada dos horas en el país, mientras que menos del 50% de los partos son atendidos por especialistas calificados. El informe precisa que las muertes son consecuencia de las complicaciones que se desarrollan durante el embarazo, así como de otras causas «totalmente prevenibles», debido a que las madres tienen «acceso limitado o nulo a los servicios de salud».
Al mismo tiempo, de los 4,2 millones de yemeníes desplazados desde que estalló la guerra civil, el 73% son mujeres y niños. Este sector de la población ni tan solo tiene acceso a servicios básicos, incluida la posibilidad de obtener el tratamiento de sus enfermedades crónicas.
En total, más de 20,1 millones de personas de una población de 30,5 millones carecen de acceso a atención médica básica, al mismo tiempo que la violencia que reina en el país pone en peligro a aquellos que deciden acudir a los establecimientos de salud, de los que tan solo el 51 % sigue funcionando.
«Es simplemente un horror inimaginable», señaló Omar, autor del informe. «Estamos haciendo todo lo posible para llamar la atención de la comunidad internacional sobre la difícil situación del pueblo yemení. Estamos diciendo que el mundo no debe hacer la vista gorda ante lo que está sucediendo«, indicó el funcionario, agregando que «el pueblo yemení no debe quedarse solo frente a su destino».
Desde 2015, la población yemení vive bajo los incesantes bombardeos que la coalición internacional encabezada por Arabia Saudita dirige contra los hutíes, a los que considera terroristas apoyados por Irán. El conflicto armado en Yemen enfrenta a los rebeldes hutíes con las fuerzas leales al ahora expresidente en el exilio, Abd Rabbuh Mansur al Hadi.
Según datos de la ONU, Yemen padece la mayor tragedia humanitaria del planeta, con más de 377.000 fallecidos, de los que un porcentaje muy elevado son niños menores de cinco años.
Una tétrica cifra a la que hay que sumar el riesgo de pobreza extrema, que afecta a más de diez millones de personas, y la desnutrición, que aqueja a 4,9 millones de personas. La situación es tan dramática que un niño yemení menor de cinco años muere cada nueve minutos.
Fuente RT
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