La Corte Suprema acogió un recurso de protección presentado en contra de la autorización ambiental de una planta termoeléctrica en Puchuncaví. El fallo sostiene que la Corema de Valparaíso incurrió en un acto dar un permiso antes de que el organismo respectivo realizara el cambio de uso de suelo.
La solicitud fue presentada ante la Corte Suprema por las comunidades de Puchuncaví en contra de la decisión de la Comisión Regional del Medio Ambiente (Corema) de Valparaíso que autorizó el funcionamiento de la Central Termoeléctrica de Campiche, ubicada en las cercanías de dicha comuna.
En fallo unánime, los ministros de la Tercera Sala del máximo tribunal Adalis Oyarzún, Héctor Carreño, Pedro Pierry, Sonia Araneda y el abogado integrante Benito Mauriz confirmaron la sentencia dada anteriormente por la Corte de Apelaciones de Valparaíso. La sentencia de primera instancia declaró ilegal la autorización otorgada por el organismo ambiental, por lo que la empresa debe paralizar sus obras.
La central termoeléctrica Campiche la construye la empresa AES Gener, la segunda de mayor generación eléctrica en Chile. El proyecto prometía producir 270 MW de potencia, lo que equivale al 10% de capacidad de generación en construcción o el 3% de la capacidad instalada del sistema eléctrico. La inversión era de U$500 millones.
En el fallo de la Corte Suprema se señala que “conforme al Plan Regulador Intercomunal de Valparaíso, que como instrumento de regulación urbana promueve el desarrollo armónico del territorio de que se ocupa, se destinó la zona donde se pretende instalar una planta termoeléctrica únicamente al desarrollo de áreas verdes y de áreas recreacionales”.
También agrega que “la eliminación ilegal de un uso de suelo para áreas verdes en una localidad afectada por la alta emisión de contaminantes provoca un menoscabo evidente al entorno en que viven los recurrentes, vulnerando su derecho constitucional a vivir en un medio ambiente libre de contaminación”.
UN TURBIO CAMINO AL CARBÓN
Lo insólito de la aprobación de la Corema de Valparaíso es que pasó por sobre un trámite que corresponde a la misma institucionalidad pública, dando así cuenta de que a la hora de presentar estos proyectos más que la preservación del medio ambiente, pesa más la histeria energética que acusa el empresariado chileno.
En sentido estricto el fallo sólo debe acatarse, ya que se basa en el ordenamiento jurídico territorial que otorga al sector cercano a Ventanas un uso del suelo destinado al riego. El fallo agrega que “en efecto, el sector de emplazamiento del proyecto corresponde a una zona declarada saturada para PM10 -material particulado- y SO2 –dióxido de azufre- desde el año 1993 y se encuentra sujeta a un Plan de Descontaminación. Así las cosas, es posible estimar que esa zona que ha sido destinada a áreas verdes cumple el cometido de mitigar los efectos de los contaminantes presentes en el lugar (…) Que, en consecuencia, la eliminación ilegal de un uso de suelo para áreas verdes en una localidad afectada por la alta emisión de contaminantes provoca un menoscabo evidente al entorno en que viven los recurrentes, vulnerando su derecho constitucional a vivir en un medio ambiente libre de contaminación”.
La noticia causó escozor en el empresariado chileno. La noticia aparecida en la La Tercera incluye una entrevista a Andrés Concha, presidente de la Sofoca, quien sostiene, luego de decir que es una mala noticia, que se trata de un “notoria judicialización de los proyectos”. Luego agrega que “entendemos que la empresa va a buscar maneras de enmedar esta situación”.
¿A qué se referirá Concha considerando que ya es un fallo del máximo tribunal del país?
Ya en marzo el Consejo Ecológico de Puchuncaví-Quintero denunció que el abogado representante de la Corema de Valparaíso ante la Corte Suprema, Walter Traub, es el mismo que ha asesorado a la empresa AES Gener para su proyecto a petcoke.
VEA ADEMÁS:
GENER Y COREMA INSISTEN EN CONSTRUIR TERMOELÉCTRICA EN VENTANAS
El Ciudadano