Un grupo de astrónomos de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido) han descubierto a través del telescopio espacial más potente de la NASA, James Webb, la galaxia más lejana y más antigua jamás detectada.
Las fotos captadas por el observatorio muestran una mancha roja que en realidad es un sistema de objetos celestes complejo situado a 35.000 millones de años luz de la Tierra.
La galaxia, llamada CEERS-93316, fue fotografiada tal y como existía tan solo 235 millones de años después del Big Bang, utilizando la cámara de infrarrojo cercano del Webb, que puede retroceder en el tiempo hasta los primeros parpadeos de las primeras estrellas.
Anteriormente, la galaxia que poseía el récord era la GLASS-z13, que habría surgido 300 millones de años después del Big Bang. El hallazgo fue detectado por el mismo observatorio hace dos semanas.
La agencia espacial de EE.UU. lanzó su mayor telescopio en diciembre de 2021, y ahora está operando a más de un millón de kilómetros de la Tierra. Desde que James Webb publicó sus primeras imágenes el 12 de julio, se han difundido muchas fotos de alta resolución que muestras objetos lejanos del espacio.
Sensibilidad
Este telescopio es mucho más sensible que su predecesor, el Hubble —que comenzó a funcionar en 1990—, y permite a los investigadores observar directamente partes del espacio que nunca antes se habían visto.
La reciente imagen se obtuvo durante el Cosmic Evolution Early Release Science Survey (CEERS), un estudio del cielo de campo amplio y profundo realizado por el observatorio. Los investigadores que encontraron la foto ni siquiera estaban buscando la galaxia más lejana. En su lugar, pretendían recopilar una lista de 55 galaxias primitivas para investigar su brillo en distintos momentos después del Big Bang, detalla LiveScience.
En su intento de confirmar la antigüedad la CEERS-93316, los astrónomos utilizarán la espectroscopia para revelar no solo la edad de la luz de la galaxia, sino también su composición química, tamaño y temperatura.
«Estamos utilizando un telescopio que fue diseñado precisamente para hacer este tipo de cosas, […] mirar hacia atrás, hacia la formación de las primeras estrellas y galaxias hace más de 13.500 millones de años», explicó Callum Donnan, uno de los autores del estudio que todavía no ha sido publicado. «Sin duda, este es solo el comienzo de muchas observaciones importantes que se harán con este increíble instrumento en las próximas semanas, meses y años», agregó el científico en un comunicado.
Fuente RT
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