Imagen portada: Sebastián Piñera, Iván Duque y Juan Guaidó en Cúcuta, 22 de febrero del 2019.
Desde Cúcuta un abierto populismo migratorio, pasando por las expulsiones encubiertas de haitianos, luego las crisis en las fronteras, el despertar xenofóbico en el norte de Chile, hasta la pérdida de la base de datos de los extranjeros, dejaron en evidencia cómo Sebastián Piñera es responsable de la crisis de migrantes, incluyendo el ingreso de bandas criminales de sicarios, narcotraficantes y de trata de personas para explotación sexual, como el Tren de Aragua.
Desde las políticas populistas de Piñera en el marco del conflicto Colombia-Venezuela, que intensificaron la crisis migratoria en Chile, las denuncias por ingresos irregulares obtenidas por la PDI y fuentes migratorias aumentaron explosivamente y por año, son las siguientes:
2018: 6.310
2019: 8.048
2020: 16.848
2021 (hasta el 30/06): 31.910
Ver antecedentes con fuente: Migración Chile
Importante señalar que el periodo del segundo gobierno de Sebastián Piñera se inició el 11 de marzo de 2018 hasta el 11 de marzo de 2022.
Ciper Chile, publicó un reportaje a fines de mayo de este año, señalando que el 17 de marzo de 2022 los abogados José María Hurtado y Mijail Bonito, ex asesores del Ministerio del Interior y creadores de la nueva Ley de Migraciones y Extranjería durante el segundo gobierno de Sebastián Piñera, estrenaron su nuevo estudio jurídico: Hurtado & Bonito. La firma ofrece principalmente el servicio de asesoría a extranjeros que buscan residir en Chile o que desean regularizar su estatus migratorio bajo la nueva norma que ellos mismos crearon y defendieron durante su tramitación en el Congreso. El estudio opera en alianza con el bufete venezolano Chacón Vallecillos y Asociados.
Piñera estableció una arbitraria y forzada política de retorno a inmigrantes haitianos desde fines del 2018, a personas de trabajo. El 7 de noviembre, el gobierno del empresario inició la salida de diversos grupos. Un avión de la fuerza aérea traslado a 176 migrantes haitianos a su país natal, siendo el primero de una serie de «vuelos humanitarios» criticados por grupos de inmigrantes como «deportaciones forzadas».
Sin embargo, un 22 de febrero del 2019, el expresidente Sebastián Piñera viajó a Cúcuta, Colombia, para entregar, junto a su par Iván Duque, “ayuda humanitaria” a los venezolanos y para respaldar una posible caída del Gobierno de Nicolás Maduro a manos de, en ese entonces, el autoproclamado Presidente Encargado de la nación, Juan Guaidó..
“La fe está más fuerte que nunca y no hay ninguna fuerza capaz de detener la fuerza incontenible de la libertad, de la democracia, que han expresado los venezolanos y sus amigos latinoamericanos durante los últimos meses y años”, señalaba Piñera en el acto.
“No puede haber nada más cruel que un gobierno que le niega la ayuda humanitaria a su propio pueblo. No dejo de preguntarme cómo una persona puede tener tanta ambición y estar dispuesto a causarle tanto dolor y sufrimiento a su propio pueblo durante tanto tiempo por el solo afán de aferrarse a un poder que no le pertenece. Llegó el momento de decir fuerte claro que Maduro es parte del problema y no de la solución. La democracia es la solución para Venezuela”,
dijo Piñera a su arribo a Cúcuta.
Piñera quiso instalarse como un líder internacional, como un “salvador de la democracia” y un “defensor de los derechos humanos”, mientras se preparaba el escenario de que Chile sería sede de la Cop 25 y Apec. Sin embargo, se levantó el estallido social en el País, con millones de personas movilizadas exigiendo justicias sociales y finalmente el gobierno terminó violando derechos humanos de miles de personas, como uno de los más atroces episodios en la historia democrática del País, con los eventos mundiales suspendidos y con su estrepitosa caída en su “liderazgo” internacional.
En una entrevista en la Deutsche Welle de Alemania en marzo del 2018, Piñera señalaba que apoyará utilizar todos los mecanismos políticos y diplomáticos para ayudar a Venezuela a “recuperar su democracia”, que no reconocerá elecciones presidenciales y seguiría apoyando a los emigrantes venezolanos. “Vamos a seguir recibiendo venezolanos en Chile, porque tenemos un deber de solidaridad y yo nunca olvido que cuando Chile perdió su democracia, Venezuela fue muy generosa con chilenos que buscaban nuevas oportunidades”.
La exvocera del gobierno de Piñera, Cecilia Pérez aseguró a medios a inicios de junio del 2019 que se seguirá recibiendo migración venezolana «hasta que el país lo resista. Para que los chilenos estén bien. Eso significa poder tener las demandas pertinentes para poder atender salud, educación, vivienda y trabajo», esto, mientras se señalaba desde fuentes oficiales que más de 300 mil venezolanos pretendían ingresar al País desde esa fecha hasta fines del 2020″.
«La oposición no tiene altura moral para venir a cuestionar nada. Ellos nunca establecieron un orden en materia de migración. Nunca les preocupó que los migrantes haitianos estuvieran con dignidad viviendo en nuestro país. Por lo tanto, que no vengan a darnos lecciones a nosotros de lo que significa la solidaridad hacia los migrantes y el orden de nuestra casa en materia de migración», sentenció Pérez.
A dos años de la ida de Piñera a Cúcuta, el diputado Leonardo Soto en una entrevista con El Desconcierto, señalo que “cómo no van a tener un problema migratorio si Sebastián Piñera, el Presidente que ellos han respaldado durante cuatro años, fue a Cúcuta, al mismo Colombia-Venezuela, a pedir que vengan más inmigrantes”.
De acuerdo a información pública en un reportaje de Ciper Chile, se señaló en febrero del 2022, que funcionarios del Servicio Nacional de Migraciones informaron la caída de la principal base de datos del área: el Sistema B3000, un archivo que contiene la ‘hoja de vida’ de todas las personas extranjeras residentes en Chile desde 1993, información que permite la emisión de visas o decretar expulsiones, entre otros procedimientos”, señala la indagación.
Tren de Aragua
Dentro de la crisis migratoria impulsada desde el gobierno de Sebastián Piñera, han ingresado bandas criminales que no fueron controladas, entre ellas, el Tren de Aragua.
El Tren de Aragua es una banda criminal con presencia en diversos lugares de Latinoamérica (LATAM), la cual opera aprovechándose de la ola de migración para introducirse en Chile.
Se señala que tiene un origen en Venezuela, sin embargo está expandida a diversos países, cometiendo una serie de crímenes, no únicamente ligados al narcotráfico, sino que diversos delitos con una alta presencia de violencia, con denuncias de sicariatos y trata de personas para explotación sexual.
Algunas de las datas entregadas por los propias víctimas que han llegado a Chile, dan cuentas de que sus operaciones comenzaron cerca de enero del 2021.
Una de las causas que se investiga, se relaciona a una red de trata de personas con fines de explotación sexual. Actualmente se encuentran en prisión preventiva un grupo de extranjeros vinculados a la banda Tren de Aragua, luego de ser formalizados a fines de marzo y que se dedicaban a ingresar a mujeres por pasos no habilitados al país, trasladarlas al sur y ahí obligarlas a ejercer la prostitución.
Además de estos grupos, también hay antecedentes que durante el gobierno de Piñera ingresaron al País otros grupos sicarios paramilitares de Colombia y Venezuela.
Rigoberto Socorro, sicario paramilitar, uno de los autores del asesinato el 2013 del líder indígena venezolano de la comunidad de Chaktapa, Sabino Romero, fue detenido por ingreso ilegal a Chile en septiembre del 2021, manteniéndose por largo periodo el hermetismo de su situación por parte del exgobierno de Piñera.
Diversos antecedentes en los últimos años, incluidas fuentes oficiales, dan cuenta que en Chile, han alertado del aumento considerable en los crímenes “por encargo”, o sicariatos, donde los blancos son ubicados por fotografías o información previa, siendo asesinados a cambio de dinero.