La muerte del vendedor ambulante nigeriano Alika Ogorchukwu generó gran conmoción en Italia debido a las circunstancias en las que sucedió. A plena luz del día, el comerciante fue asesinado en el centro de la ciudad de Civitanova Marche, sin importar la gran cantidad de transeúntes que caminaban por ahí a a esa hora. Nadie intervino, aunque sí varias personas grabaron en video el ataque.
«El asesinato de Alika Ogorchukwu sobrecoge. La ferocidad inaudita. La indiferencia extendida. No puede haber justificaciones ni basta el silencio. El último ultraje de Alika sería pasar página y olvidar», denunció el líder del Partido Demócrata, Enrico Letta.
El ambulante nigeriano tenía 39 años, estaba casado y tenía un hijo de 8 años. El viernes pasado murió a manos del italiano Filippo Claudio Ferlazzo, de 32 años. El sujeto golpeó al vendedor nigeriano varias veces, hasta la muerte, con la muleta que le quitó. La policía lo detuvo bajo sospecha de asesinato y robo, ya que también sustrajo el celular de la víctima tras la pelea.
La policía anunció que la investigación sigue abierta. De momento, no hay elementos que apunten a un crimen por motivos racistas. La situación presuntamente se desencadenó tras una interacción entre ambos en la calle. El ambulante nigeriano supuestamente le pidió dinero a su agresor; éste, tras negarse, lo golpeó hasta la muerte.
El video del ataque, que se hizo viral, conmocionó a la comunidad italiana e internacional. Muchos criticaron la actitud de indiferencia de los testigos.
Información que recogió la BBC señala que Ogorchukwu vendía artículos en la calle tras sufrir un accidente automovilístico y perder su trabajo por las lesiones que sufrió en las piernas.
El sábado, cientos de personas de la comunidad nigeriana en Italiana salieron a las calles para exigir justicia para su compatriota.
Foto: Agencias