Bolivia dará un salto en investigación y desarrollo nuclear con el inicio de operaciones del Complejo Ciclotrón-Radiofarmacia Preclínica (CCRP), que producirá una amplia gama de radiofármacos contra el cáncer, y el Centro Multipropósito de Irradiación (CMI), para el procesamiento seguro de alimentos.
Ambas instalaciones forman parte del Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear (CIDTN) que construye Rusatom Overseas, parte de la Corporación Estatal Rosatom de Rusia, en la ciudad de El Alto, en La Paz, a 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar.
El presidente de Rusatom Overseas, Evgueni Pakermánov, explicó a la Agencia Sputnik, tras una inspección a las instalaciones, que Bolivia estará a la vanguardia en investigación y desarrollo nuclear porque cuenta con el centro más moderno de Latinoamérica.
— ¿Cómo va el avance de obras del Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear (CIDTN) de Bolivia, hubo cambios o se desarrolla con normalidad?
En general, ahora estamos en el proceso de construcción, ya hubo una demora por las condiciones políticas en Bolivia (golpe de Estado de 2019), después vino la pandemia (marzo de 2020) y entonces tuvimos una pequeña parada. Pero ahora estamos construyendo de acuerdo con el cronograma y las primeras instalaciones ya están listas para las operaciones en las próximas semanas.
También estamos en proceso de construcción de un laboratorio de radiobiología que planeamos terminar hasta finales de 2022. Asimismo, estamos en proceso de construcción del complejo del reactor, que es el corazón de este centro de investigación y vamos a terminar en 2025.
— ¿En 2025 estaría funcionando al 100% este CIDTN?
Planeamos que a inicios de 2025 ya vamos a entregar todas las instalaciones a la Agencia Boliviana de Energía Nuclear (ABEN), entonces ya va estar en funcionamiento el centro completo.
Pero en realidad, el proyecto contempla la entrega por etapas y ahora pueden ver que las dos primeras grandes instalaciones ya van a entrar en operaciones en las próximas semanas.
— ¿Qué características destaca de este centro y cómo se diferencia de otros similares en Latinoamérica?
Lo primero que quiero decir es que este centro es único, porque no tenemos otro centro así, a una altura de 4.000 metros sobre el nivel del mar. Este es el único centro así.
También tengo que decir que las tecnologías usadas en este centro son las tecnologías más avanzadas y nuevas para Bolivia, porque nunca antes se habían usado. Por ejemplo, nunca antes habían producido isótopos, nunca antes se había usado la irradiación y tampoco nunca antes habían usado reactores de investigación. Todo esto va a ser un impulso en el desarrollo de la economía de Bolivia.
Hablando también de las instalaciones que vimos hoy, por ejemplo, el Complejo Ciclotrón-Radiofarmacia Preclínica (CCRP) es el más moderno y avanzado de Latinoamérica, porque puede producir 11 tipos de isótopos.
El Centro Multipropósito de Irradiación (CMI) también es una instalación única, porque tiene una instalación de irradiación industrial que puede irradiar 2.000 toneladas de productos (alimenticios) al año.
Además hay una instalación de laboratorio, que también puede usarse para fines investigativos, para elaborar los mejores regímenes de irradiación de los productos.
— Contar con un centro de estas características, ¿cómo ubica a Bolivia en Latinoamérica, está a la vanguardia en relación a los otros países?
Sí, porque con el CCRP lo primero que podemos hacer es ayudar a la población boliviana a tratar el cáncer, entonces, la gente del extranjero también llegará a Bolivia para curarse de esta enfermedad. Bolivia también podrá exportar los radiofármacos que vamos a producir en este centro.
— ¿En Latinoamérica construyeron otros centros similares, cuántos existen y qué otros proyectos impulsan como Rusatom Overseas en la región?
La verdad es que este es el único proyecto para esta región, porque antes no había otros centros así, Rusatom Overseas no había construido centros así en América Latina y estamos orgullosos que este proyecto también está construido por constructores bolivianos.
Fuente Sputnik