EEUU busca boicotear el reciente restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Venezuela y Argentina, al pretender incautar el avión de este país caribeño retenido en Buenos Aires, dijo en entrevista con Sputnik el analista internacional del Instituto de Altos Estudios de la Defensa Nacional (IAEDEN) Vladimir Adrianza.
Alberto «Fernández ha sido un presidente muy timorato [que tiene miedo] y por fin cuando tomó la decisión de restablecer las relaciones con Venezuela, Estados Unidos intenta en lo posible, a través del poder judicial y de la derecha enquistada en esos poderes que nadie elige, boicotear cualquier normalización de las relaciones con Venezuela», expresó Adrianza.
Las relaciones entre Venezuela y Argentina se mantuvieron tensas desde enero de 2019, cuando el exmandatario Mauricio Macri (2015-2019) reconoció al opositor Juan Guaidó, como «presidente encargado» de esa nación caribeña.
No obstante, tres años después, el Gobierno de Nicolás Maduro designó a Stella Lugo como su embajadora en Buenos Aires, como parte de la normalización de las relaciones entre ambos países.
Esto, luego de que el presidente Alberto Fernández expresara su deseo de recuperar los vínculos con Venezuela, tras considerar que es el momento de que este país caribeño avance en el diálogo.
Por su parte, Argentina designó a Oscar Laborde como su embajador en Caracas.
Juez argentino aceptó
Sin embargo, un juez argentino aceptó el pedido de Estados Unidos de incautar el avión venezolano investigado por la justicia de ese país.
En ese sentido, Adrianza consideró que se trata de una persecución judicial por parte de Estados Unidos contra su país.
«Aplican que eso que se llama lawfare, esa suerte de práctica a través de la mal llamada justicia, de condenar a todas aquellas personas que han ejercido una posición independiente del liderazgo de los Estados Unidos en el continente, todos ellos han actuado de manera tal para obstaculizar justamente las relaciones políticas que desde el escenario de las presidencias de los países se han tenido en América Latina», comentó.
Adrianza, también profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV), opinó que el poder judicial en manos de la derecha en la mayoría de los países de América Latina «se ha alineado con las causas del imperio de los Estados Unidos».
El avión de la Empresa de Transporte Aerocargo del Sur (Emtrasur), filial de la estatal Conviasa, aterrizó el 6 de junio en territorio argentino donde habría entregado una carga supuestamente compuesta de autopartes de la empresa alemana Volkswagen en Argentina.
Sin embargo, cuando se dispuso a abandonar el territorio argentino el mismo 6 de junio, ninguna empresa les proveyó de combustible por temor a las sanciones a las que podría recurrir Estados Unidos.
El avión Boeing 747 3B3, con 14 tripulantes venezolanos y cinco iraníes, fue adquirido a la compañía iraní Mahan Air, esta última fue sancionada por Estados Unidos por sus vínculos con actividades terroristas, según la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA).
La aeronave entonces se dirigió a Uruguay el 8 de junio con la intención de cargar combustible para retornar a Venezuela, pero las autoridades uruguayas rechazaron la solicitud de aterrizaje en su territorio y el vuelo tuvo que volver al aeropuerto de Ezeiza (Provincia de Buenos Aires, este).
Sanciones
El experto señaló que la incautación del avión forma parte de las sanciones de Estados Unidos contra Venezuela.
«A Venezuela no le han sido levantadas las sanciones y una de las armas que tiene los Estados Unidos en sus haberes, en esta guerra híbrida que se le ha puesto a Venezuela, es justamente la utilización de mecanismos de relaciones internacionales e ilegales en los diferentes países para seguir boicoteando a Venezuela», acotó.
Adrianza manifestó que sobre su país todavía pesan las siete órdenes ejecutivas impuestas por el Gobierno estadounidense.
«Apenas se ha levantado la posibilidad de que empresas como Chevron [de Estados Unidos], Repsol [de España] y como Eni [de Italia] puedan producir crudo en Venezuela que va ser exportado a Europa y a Estados Unidos y eso en el marco del conflicto que Estados Unidos y Europa han generado con respecto a Rusia y el bloqueo de todas las importaciones de petróleo y gas ruso», subrayó.
En marzo, el presidente Nicolás Maduro sostuvo un encuentro en Caracas con una delegación estadounidense, en la que ambos Gobiernos acordaron trabajar en una agenda de interés común.
Ese fue el primer acercamiento entre Maduro y Washington desde 2019 cuando rompió relaciones con esa nación norteamericana, luego de que el mandatario de ese entonces, Donald Trump (2017-2021) reconoció al opositor Juan Guaidó como «presidente interino» de Venezuela.
En mayo, el Gobierno de Joe Biden anunció el levantamiento parcial de las sanciones contra Venezuela, y autorizó a empresas petroleras de ese país y de Europa a negociar y reiniciar operaciones en esta nación sudamericana.
De acuerdo con el Gobierno, las medidas contra la estatal Petróleos de Venezuela S.A (Pdvsa) le impiden cualquier transacción en el sistema financiero de ese país, desde financiamiento, hasta compra de repuestos o contratación de mantenimiento.
Fuente Sputnik