Las fuertes tormentas eléctricas y los vientos huracanados que se registran en las ciudades italianas de Liguria, Toscana y Venecia y en la isla francesa de Córcega han dejado un saldo provisional de siete personas muertas, incluida una menor, así como decenas de heridos y numerosos daños materiales
En Venecia, los fuertes vientos desprendieron pedazos de ladrillo del campanario de San Marcos, que se encuentra frente a la famosa catedral homónima, al mismo tiempo que volcaron sillas y mesas.
En Toscana, donde se registraron vientos de 140 km/h, dos personas murieron al ser golpeadas por árboles durante el temporal y al menos otras 20 resultaron heridas, algunas de ellas de gravedad.
Bolas de granizo del tamaño de nueces golpearon la región italiana de Liguria, rompiendo ventanas y dañando huertos y jardines debido a los continuos torrentes de agua que arrastraban materiales e incluso algunas cabañas desde las playas hasta la vía férrea. Asimismo, causaron daños en las líneas eléctricas.
El Departamento de Protección Civil ha decidido convocar una unidad de crisis para analizar la situación y ha advertido de que el temporal va a continuar durante las siguientes 24-36 horas, pudiendo afectar a otras regiones como Umbría, Las Marcas, Lacio, Abruzos y Cerdeña, donde podrán registrarse «chubascos de lluvia o granizo, actividad eléctrica y rachas de viento», recogen medios locales.
Antes de afectar a Italia, fuertes tormentas eléctricas azotaron la mañana del jueves la isla francesa de Córcega, dejando cinco muertos y una docena de heridos, dos de ellos en estado crítico, informa la agencia de noticias AFP.
Medios locales describieron la tormenta como repentina y extremadamente violenta, con vientos de hasta 224 km/h.
Las autoridades marítimas de Francia informaron de la activación de unas 60 operaciones de rescate marítimo a lo largo de la costa occidental de Córcega para ayudar a varios barcos varados y destrozados, tuiteó la autoridad marítima francesa para el Mediterráneo.
Entre quienes perdieron la vida en Córcega, en Francia, figura una niña de 13 años que murió cuando un árbol cayó sobre el campamento donde se hospedaba, así como una mujer de 72 años cuyo automóvil fue golpeado por el techo de una cabaña en la playa, según las autoridades, informa Reuters.
La primera ministra de Francia, Elisabeth Borne, anunció la activación de una célula de crisis interministerial para seguir más de cerca la situación en Córcega. «Estamos monitoreando de cerca las operaciones que tienen lugar en tierra y en el mar», escribió en su cuenta de Twitter.
Fuente: RT.