La Ministra de Desarrollo Social, Jeannette Vega, adelantó este sábado que el gobierno anunciará la apertura de «supermercados populares» en los próximos días. La iniciativa tendría como finalidad no desperdiciar los alimentos en buen estado que las cadenas desechan antes de la fecha de vencimiento, además de ayudar directamente a las familias afectadas por la inflación.
“La idea es hacer exactamente lo mismo que estamos haciendo con los microbancos, pero con los supermercados, de modo que no solo entreguemos frutas y verduras, sino que también entreguemos alimentos como yoghurt, leche, etcétera”, declaró la ministra en entrevista con Mega.
La titular de Desarrollo Social se refiere al acuerdo que concretó el gobierno con la Corporación Observatorio del Mercado Alimentario y la Asociación Chilena de Organizaciones de Ferias Libres, el cual estableció un financiamiento para la creación de 70 microbancos del alimentos en las 16 regiones del país. A través de esta iniciativa, el gobierno recolectará frutas y verduras en buen estado que luego serán entregadas a distintas organizaciones sociales.
Según detallaron las autoridades, Codema se coordinará con juntas de vecinos, comedores solidarios, ollas comunes y fundaciones para recopilar los alimentos desechados y realizar la entrega el mismo día.
Ambos proyectos tienen un doble objetivo: por un lado, apoyar a las familias que están siendo afectadas por la inflación y, por el otro, evitar que productos en buen estado sean botados a la basura antes de la fecha de expiración. Esto dado que muchas frutas y verduras se desechan por el solo hecho de no ser «bonitas» o por tener formas irregulares, lo que dificulta su venta en ferias y supermercados.
«Es tremendo pensar que un tercio de esos alimentos se pierden, cuando están en excelentes condiciones”, expresó la ministra, quien también confirmó que la cartera llegó a acuerdo con tres cadenas de supermercados para implementar la iniciativa.
El último informe de desperdicio de alimentos realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente junto a la organización asociada WRAP daba cuenta de que, solo durante el 2019, más de 930 millones de toneladas de los alimentos que fueron vendidos terminaron en contenedores de basura. Esto en un contexto en que cerca de 690 millones de personas padecen hambre en el mundo, lo que equivale a casi el nueve por ciento de la población global.