Por Nancy Guzmán
Hoy comienza el nuevo tipo de golpes de Estado, ya lo dice la derecha: no hablaremos con el gobierno hasta que cambie todo. No sólo quieren que cambie a la ministra del Interior, quieren que se humille, que gire a donde ellos quieren, dicen que con esa derrota no puede proponer nada. Adiós Constitución, adiós gobierno.
Razón tenía MalcomX «Si no estas prevenido ante los medios de comunicación te harán amar al opresor y odiar al oprimido». Durante 30 años y hasta hoy el Estado a través de los gobiernos alimentó y alimenta a los monopolios de la prensa escrita y radial, no se ha hecho una ley de prensa que posibilite el financiación de medios independientes. Eso deja a las mayorías expuestas a la información que beneficia a un sector.
Durante 30 años y hasta el presente se ha alimentado el crecimiento del mundo evangélico, sector de ultraderecha que domina en el mundo popular. Sector que abandonó la izquierda acomodada en ministerios, academia y Congreso. Todos los estudios dicen que esta secta o iglesia creció en América Latina gracias al apoyo de la CIA. Ellos llegaron con pastores famosos por sus apoyos a los golpes de estado de los 60, 70 y el crecimiento de sus iglesias han servido para dominar a los sectores populares. En Chile las alimentó la dictadura, le dio rango haciendo los Te Deum en su iglesia, lo siguieron haciendo durante los 30 años de transición, les entregaron recursos, a sabienda que esos pastores se enriquecen con dineros y propiedades de los pobres.
La llegada del narcotráfico es otra lacra que nos hace explicar el comportamiento en las urnas y su aporte a esta derrota. Hay que tener claro que desde hace cuarenta años que se viene instalando de manera silenciosa el narcopaís. Cuando llegué a Chile ya había estudios sobre capitales del narco, entre ellos se mencionaban hoteles, edificios en la zona más cara del país y en el agro. Pero nadie hizo nada. Ahora lo tenemos comprando y atemorizando poblaciones y ellos incidieron en la votación porque no les interesa una sociedad con Estado Social, porque ellos compran las necesidades de los más pobres y cobran haciéndolos esclavos.
Walt Withman escribió un hermoso poema a Un revolucionario vencido y dice:
Aquello en que creemos continúa en invisible y perpetua
espera á través de todos los continentes,
No invita á nadie, no promete nada, permanece en la luz
ó en la sombra, positivo dueño de sí, ajeno al temor y al des-
corazonamiento,
Aguardando pacientemente su día y su hora.
Un gran abrazo a todos quienes han leído estas columnas, me han ayudado a pensar en ese mañana justo y digno para todos. Hoy tengo tristeza, pero ni mil tristezas me harán renunciar a mi sueño revolucionario.