Senador Navarro dijo que hay una operación contra el gobierno y parlamentarios; «Cardemil es el brazo legislativo de las actas secretas de la Sofofa»


Autor: Director

Parlamentario recordó que «la derecha patentó la práctica de recurrir al Tribunal Constitucional cuando trató de revertir la anulación de la personalidad jurídica de Colonia Dignidad. Ese caso los retrata de cuerpo entero».


Absolutamente convencido de que «detrás de esta acusación constitucional que ha presentado la derecha en mi contra, lo que hay es una operación planificada contra algunos parlamentarios y el gobierno, para sustentar las tesis que la opinión pública ha conocido a través de la filtración de las actas secretas de la Sofofa» se manifestó el senador Alejandro Navarro quien dijo que «no es novedoso ver la derecha recurrir ante el Tribunal Constitucional, de hecho la más emblemática de ellas es el intento por revertir la anulación de la personalidad jurídica de la Colonia Dignidad en 1991».

El parlamentario dijo que «de hecho algunos de los que adhirieron a esta presentación son clientes habituales del TC, el propio Alberto Cardemil ha sido parte parte de alguna en 12 ocasiones, Jorge Ulloa lo ha hecho 9 veces, Rosauro Martínez 12 veces, René Manuel García 15 veces, María Angélica Cristi 17 veces, Alfonso Vargas 12 veces, Darío Paya 11 veces, es decir quienes lo presentan son una suerte de «especialistas» en trabar las disposiciones gubernamentales o las iniciativas parlamentarias, especialmente aquellas que van en defensa de los trabajadores o establecen libertades o derechos que ellos no comparten».

«No es malo recordar -agregó- que entre todas las recurrentes presentaciones que la derecha ha hecho hay temas como impedir el acceso a riberas de ríos, lagos y playas; impugnar la ratificación del Convenio 169 de la OIT, el Tribunal Penal Internacional y la Convención contra la Desaparición Forzada de Personas, la Jornada Escolar Completa, la ley de divorcio, la entrega de la píldora del día después, la ley de prensa y la de subcontratación y, el caso emblemático que es su intento por anular la revocación de la personalidad jurídica de la Colonia Dignidad».

Navarro indicó que «en todo caso, la figura de Cardemil y su accionar, está ligada indisolublemente a la noche del 5 de octubre, cuando no quería leer los resultados que evidenciaban la derrota de Pinochet y su régimen en el plebiscito, a las decenas de veces que ha debido a prestar declaraciones a tribunales por procesos de víctimas de violaciones a los derechos humanos y a que ya era Subsecretario del Interior cuando en sus postrimerías la dictadura, acusó constitucionalmente a Clodomiro Almeyda, amparándose en el espurio artículo 8° de la Constitución. Y más recientemente, su nombre ha vuelto a ser noticia por la investigación sobre gastos reservados que realiza la ministra Amanda Valdovinos, donde se ha acreditado que más de 20 mil millones de pesos salieron de Interior a la CNI sin que hasta ahora exista ninguna justificación».

Sobre la intención declarada por los parlamentarios de derecha de lograr sentar un precedente sobre lo que los parlamentarios pueden o no hacer, el legislador señaló que «lamentablemente constatamos como hay gente que se empeña en ir contra el sentido de la historia y de la humanidad. Ellos que se dicen partidarios de la libertad -al parecer sólo en economía- buscan limitar el ejercicio democrático de todas las personas. Yo estoy de acuerdo en que los parlamentarios no pueden tener más derechos que cualquier otra persona, pero tampoco pueden tener menos. Expresarse, movilizarse libremente, manifestarse son todas acciones que tienen que ver con el ejercicio de los derechos ciudadanos».

Navarro dijo que «las explicaciones e intentos de justificaciones que ha dado Cardemil para hacer esta acusación, hacen sospechar que ni siquiera ha leído su Constitución, esa que diseñaron y defienden para mantener normas antidemocráticas como el artículo 60 que no forman parte de ninguna otra constitución en el mundo, aunque es probable que en Birmania exista. Buscando sancionar a un parlamentario buscar inhibir a los representantes populares de todo nivel y sobre todo atemorizar a los ciudadanos para que no alcen su voz para defender su derechos, especialmente a los trabajadores, a los que por lo mismo se ve que no conoce».

«A Cardemil lo delatan las actas de la Sofofa. Se ha terminado convirtiendo en el brazo legislativo y político de una maniobra que desde las sombras, como siempre, se impulsa para generar problemas al gobierno, alentar animosidades y crear en el país una situación de crisis y desorganización que no existe, sólo con el objetivo de instalar a uno de los suyos en La Moneda a cualquier costo. Esa irresponsabilidad social y política, recuerda todos y cada uno de los intentos derechistas por utilizar el caos como arma política, en estos casi cincuenta años en que no han sido capaces de ganar una elección presidencial y cuyo único «mérito» es haber sido parte de una dictadura sangrienta».

Finalmente, el parlamentario dijo estar tranquilo «porque sabemos lo que hacemos y tenemos la conciencia tranquila. Nuestras manos nunca han estado sucias con sangre. Esperaremos el pronunciamiento del TC, si es que acoge la presentación, con la certeza de que más allá de la sobrevivencia de esta norma en la Constitución, lo que está en juego aquí es el prinicpio de la legitimidad y del ejercicio de un cargo surgido del mandato popular, que sólo puede ser revocado por otra decisión de los ciudadanos, pues la soberanía reside en la gente y no en un capricho administrativo de Cardemil y sus socios».

Navarro, dijo que los que critican “son los mismos que cogobernaron con Lagos”
“La Sofofa sufre de esquizofrenia y miopía laboral”

Como “una esquizofrenia y una evidente manifestación de que a la Sofofa no le gusta la democracia”, calificó el senador socialista Alejandro Navarro las críticas de la Sociedad de Fomento Fabril a la pérdida de liderazgo de la Presidenta Michelle Bachelet y a un supuesto cogobierno con los parlamentarios, las que quedaron evidenciadas luego de que fueran filtradas a los medios de comunicación las actas del Consejo General del gremio, celebrado el pasado 29 de agosto.
Navarro expresó que “todos aquellos que dicen que la Presidenta ahora gobierna con los legisladores, son los mismos que en el periodo pasado cogobernaron con Lagos. Ahora dramatizan y pretenden atribuir la pérdida de liderazgo de la mandataria que escucha más a los parlamentarios. Al parecer, aún no entienden que los legisladores fuimos electos por la ciudadanía, y por los trabajadores, por lo que tenemos mucho que decir al momento de expresar las demandas y el sentir de la gente. Por ello es que me parece una esquizofrenia propia del peor ciego que no quiere ver, el cuestionar la relación Ejecutivo-Legislativo”.
El senador agregó que “con esta actitud de la Sofofa, que sólo le faltó acusar a la Presidenta de también cogobernar con la Iglesia Católica, me deja claro que si de ellos dependiera cerrarían el Congreso, como lo hacen a diario con los sindicatos, puesto que no les gusta las opiniones diversas ni menos la participación y el trabajo en equipo que vaya en busca de soluciones de reivindicación social y laboral para el país. Por eso se asustan cuando hablan los parlamentarios y cuando levantan la voz los trabajadores”.
Navarro, además manifestó que solicitará al Gobierno “que incorpore en la agenda laboral de 2007 el fortalecimiento y la ampliación de la negociación colectiva y de la sindicalización laboral como mecanismo de mejorar el equilibrio y la equidad entre empleador y empleado. Lo que también debiera preocuparle a la Sofofa con el fin de alcanzar una mayor justicia social y de trabajo que beneficie al país, en vez de criticar un ejercicio democrático, entre quienes fuimos elegidos para interpretar la voz de la ciudadanía y de los trabajadores”.
Del mismo modo, el parlamentario criticó “la manía que tienen los empresarios en Chile de seguir haciendo, interviniendo y actuando en política. Sabemos que muchos de ellos aspiran a ser políticos, a ser parlamentarios e incluso a llegar a la Moneda, pero la ciudadanía de nuestro país, con esquizofrenias como estas no está disponible para votar por los poderosos, que lo único que hacen es criticar el enfoque abierto y participativo del Gobierno, al que sólo apoyan para mantener el funesto modelo económico imperante, sin embargo a la hora de hablar a favor de políticas que favorezcan a los trabajadores, manifiestan sus síntomas de miopía laboral”
La evaluación hacia la gestión de la Presidenta es de un egoísmo extremo, y además busca demonizar a los parlamentarios. Y del mismo modo, manifiesta una negación a la democracia y una falta de respeto, particularmente a la ciudadanía que eligió un gobierno más participativo y abierto. Por ello considero que la presidenta Bachelet, quien fue invitada a la cena anual del gremio, se merece una disculpa y una explicación, sino no debiera asistir a dicho evento”.

El senador finalizó diciendo que “el documento de la Sofofa, si bien no es oficial, deja muy claro el significado de negar la democracia, y nos permite saber lo que verdaderamente piensan estos empresarios, no lo que disfrazan a la opinión pública. Por lo que habrá que poner más ojo y más atención a estas reuniones con actas secretas que luego las conocemos cuando son filtradas a la prensa”.


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