El presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, deslindó al gobierno de la ciudad, del asesinato ocurrido en un bar de la zona limítrofe con Tlaxcala, al señalar que el establecimiento tenía permiso con la autoridad vecina y no en la capital.
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En entrevista, declaró que el centro nocturno conocido como «Anthrax» tenía licencia de funcionamiento en el estado de Tlaxcala, lo cual señaló cómo «indebido», pues fue abierto en territorio poblano.
Confirmó que el ataque armado contra los dos trabajadores del bar, en el que uno de ellos murió, inició por una riña entre clientes.
Rivera Pérez indicó que la policía municipal acudió al lugar como primera autoridad, y será el poder judicial quien realice las investigaciones del hecho que señaló cómo «lamentable».
En cuanto a los límites con el estado de Tlaxcala, refirió que el Ayuntamiento no tiene competencia para revisar las delimitaciones territoriales, mientras que no hay una solicitud «formal» de la entidad vecina.
Foto: Agencia Enfoque